BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta INFLACIÒN ACUMULADA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta INFLACIÒN ACUMULADA. Mostrar todas las entradas

martes, 1 de noviembre de 2011

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: ¿INCITACIÓN AL ODIO? ( PIDO LA PALABRA)

¿Incitación al odio?

Un sucinto análisis más allá del tiempo presente, deja ver la repugnante muestra de adulancia en el discurso de encumbrados oficiales en altas esferas gubernamentales quienes se han atrevido a desafiar otro resultado electoral distinto de aquel que pueda resultar de una decisión popular que devenga en la derrota del actual presidente de la República.
 
En lo que va de siglo XXI, la praxis política ha terminado por desfalcar importantes esfuerzos en torno al propósito de asentir la consciencia ciudadana en una sociedad zarandeada por los fantasmas de la consternación en todas sus manifestaciones. Desde los que asoman la inseguridad jurídica, hasta los que muestran las carencias, las tribulaciones y las injusticias. Y si a esto se suma el maniqueo derivado del cuadro de salud del presidente de la República, quien valiéndose de la situación busca azuzar emociones e incitar sensibilidades que busquen comprometer actitudes proselitistas que tiendan a favorecerlo en su afán por mantenerse en el poder, el cuadro político nacional pinta sombrías expectativas. Sobre todo después de jugarse “a Rosalinda”. O de apostar al hecho que podría significar su reelección mediante el solapado soborno de la fuerza militar  representado en el aumento de sueldo a dicho sector en un 50% y con efecto retroactivo.

Un sucinto análisis más allá del tiempo presente, deja ver la repugnante muestra de adulancia en el discurso de encumbrados oficiales en altas esferas gubernamentales quienes se han atrevido a desafiar otro resultado electoral distinto de aquel que pueda resultar de una decisión popular que devenga en la derrota del actual presidente de la República. Indudablemente, esto desbordó el malestar de la población venezolana toda vez que rechaza tan impúdicos anuncios que no reflejan otra cuestión distinta de lo que en política se denomina: régimen dictatorial.

Al lado de esta situación, el país político ha vivido recurrentemente el problema de anuncios de aumentos salariales cuyo monto, además de ser producto de una determinación que desconoce necesidades planteadas por el trabajador, reproduce una realidad humillante. Particularmente pues no sólo termina incumpliéndose, sino también luce insatisfactoria en términos de la aguzada inflación que afecta toda posibilidad de mejorar la calidad de vida del venezolano en cualquiera de las ocupaciones y oficios en los que modesta y abnegadamente labora.

Es así como maestros, profesores universitarios, profesionales de la salud, policías y demás actores sociales al servicio de la administración pública, en posiciones de mediano y bajo rango, pese a sus protestas y huelgas de hambre, son vapuleados por la verborrea presidencial al momento de prometer condiciones salariales que escasamente rayan en meras dádivas. Igual sucede con los situados, presupuestos universitarios y de corporaciones estatales toda vez que el alto gobierno no respeta la justa y necesaria distribución que debe realizar en función de deberes constitucionales y derechos políticos.

Comparar el grosero aumento del sueldo del sector militar, ya incrementado en un 30% (2008) y en 40% (2010) con el menguado salario del sector civil, incita un descontento atroz que termina creando una rotura social, aparte de la polarización política y sus nefastas consecuencias. Es pues que encubriéndose en ridículas argucias como las aludidas por “el arduo trabajo de los militares” (¿cuál), que “no tienen horario” (para qué), porque “no tienen sindicato” o porque ello obedece al “odio de la burguesía”, el presidente sólo está zanjando más aún la diferencias que ahogan este país entre hechos exclusión, corrupción, discriminación y perversión que han caracterizado la gestión política emprendida con la aviesa intención de derrumbar la democracia para sustituirla por una autocracia. Acaso ¿no es esto una traslúcida incitación al odio? ¿O es que sembrar discrepancia o disparidad en un país que supuestamente “es de todos”, no es incitación al odio?

VENTANA DE PAPEL

¿BOZAL DE AREPA O INCONDICIONAL?

No hay duda de que el presidente de la República continua obteniendo provecho del resentimiento nacional que ha inculcado su discurso de rabia y virulencia. La división y el enfrentamiento que ha dejado en la sociedad venezolana, es hoy caldo de cultivo de una posible confrontación entre sectores y actores políticos, económicos o sociales. De ahí que resulta de sumo peligro el hecho de que se haya dado un incremento del sueldo militar que, a toda vista, luce contrario al principio de igualdad que ordena la Constitución cuando alude a él entre los valores superiores del ordenamiento jurídico que traza los canales sobre los cuales Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, según lo estipula el artículo 2 de la Carta Magna.

Entonces, ¿qué pasaría si en medio de tan marcadas diferencias entre el sector militar y el civil se produce una confrontación animada por la declaración de rastrera sumisión de altos oficiales que sacrificaron su conciencia por una irracional y ciega obediencia? Sobre todo, cuando han convertido el poder en razón y sentido de vida. ¿O es expresión de lo que llaman “bozal de arepa” o es sólo el simple resultado de ser incondicional?

ACELERAR LA “REPOLARIZACIÓN”

¿Sabe usted lo que significa “acelerar la repolarización”? Aunque tal frase pertenece al intoxicante léxico del presidente de la República expresada el pasado viernes a través de una llamada telefónica a Venezolana de Televisión, VTV, su acepción es sinónimo de más separación entre los factores políticos que hacen vida activa en el país. No exactamente para referirse al crecimiento del denominado Polo Patriótico, como lo pretendió públicamente.

El mismo personaje que clama piedad ante el Santo Cristo de la Grita o aduce su fe católica ante el Dr. José Gregorio Hernández, sigue incitando el odio entre venezolanos por razones de burda politiquería que encubre con desviaciones que buscan hacer creer que “las nubes son de algodón de azúcar mezclado con leche”. Tanto que manifestaba telefónicamente que la posibilidad inalcanzable de acordar cualquier acercamiento con la oposición, “sería la muerte (…) ellos allá” y quienes quieran patria deben “seguirme”. ¿Acaso con criterios así de insidiosos podrá el país salir del atolladero que el propio régimen ha incitado con su manera retorcida de procurar cambios que atiendan el pensamiento bolivariano?

¿QUÉ MÁS IBA A PENSARSE?

Imaginar que la decisión de la Sala I de Apelaciones del Tribunal Supremo de (In)Justicia sería de conformidad con principios de justicia, resultaría un exabrupto del tamaño de una catedral. Y en efecto, así sucedió toda vez que el fallo declaró sin lugar la apelación introducida por la defensa legal del periodista Leocenis García, director fundador del crítico semanario Sexto Poder.

Esto quiere decir que tras la decisión conocida este viernes, el comunicador social seguirá privado de su libertad por inverosímiles razones que nadie, con alguna holgura mental y capacidad intelectual, se la creería. Y a todas estas, ¿dónde quedan las libertades políticas que supuestamente permiten la expresión, la opinión, la información y la comunicación sin más requerimientos que la veracidad y la objetividad? ¿Dónde están los derechos humanos cuando hablan en nombre de esas mismas libertades? Con razón que el examen por el cual pasó el estado venezolano representado por conspicuos funcionarios, no alcanzó ni siquiera la mínima nota. Venezuela desaprobó el examen. Muy a pesar de que quiso “copiarse” con al ayuda de representaciones compradas como la de Cuba cuyos alegatos a favor de Venezuela, fueron vergonzosos por mentirosos y descarados.

MUERE LA PROPIEDAD PRIVADA. Q.E.P.D.

Con la aprobación por parte de la bancada oficialista de la Asamblea Nacional, fenece el último reducto que, por ahora, contaba los propietarios de inmuebles para convalidar sus derechos constitucionales. Esta normativa además de desequilibrada en virtud del carácter desigual con el cual fundamenta sus criterios, es contradictoria por cuanto desdice del principio de justicia que sirve de razón a los valores que aduce la Constitución para exhortar las garantías que promueven el bienestar y el respeto hacia todo ciudadano, indistintamente de su credo, religión, sexo o postura político–ideológica.

Todo lo que refiere dicha ley, en lo grueso y en lo fino, defiende los intereses del inquilino por lo que resulta casi inmediato la posibilidad que tiene para arrebatarle al dueño del inmueble su propiedad sin consideración o alguna justificación de peso. Así que al beneficiar una sola de las partes, esta ley se convierte en una normativa que atenta contra toda legalidad que busque reivindicar la democracia en su terreno jurídico y social. De esta forma, muere la propiedad privada en el país. Q.E.P.D.

Antonio José Monagasa
monagas@cantv.ne

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

jueves, 18 de marzo de 2010

INFLACIÓN “PROGRE”. ALBERTO MEDINA MÉNDEZ, CASO ARGENTINA, CONGO Y VENEZUELA

Argentina ya es parte integrante del patético podio de los países con mayor inflación del globo. Solo es superada por Venezuela y el Congo. Con ese dato no podemos menos que preocuparnos, ya no por el ranking, sino por lo que significa como sociedad.

No existe un impuesto más perverso, cruel y regresivo que el que produce el aumento indiscriminado y generalizado de precios en una economía. Se trata del gravamen que castiga con más virulencia a los que menos tienen. Sin duda alguna, se trata del más expoliador e inmoral de los impuestos.

Y es paradójico que sean los autodenominados gobiernos “progre”, los que torturen con tanta rudeza a esos ciudadanos a quienes dicen defender y proteger. Tal vez no sea tan sorprendente. Casi toda la estructura impositiva vigente en el planeta se ajusta a este modelo que ha elegido esquilmar contribuyentes, logrando que se transfieran recursos desde los sectores más débiles a los de mayor poder adquisitivo. Es la matriz perfecta para profundizar brechas y fortalecer a la pobreza que dicen querer erradicar.

Es un clásico. No debiera llamar tanto la atención. Lo hacen con demasiada frecuencia, las mas de las veces sin entenderlo, sin siquiera proponérselo como una meta. Es que su negación a comprender las reglas de juego que rigen el intercambio voluntario entre individuos, hace que prefieran ignorar las permanentes señales que reciben.

Así, recorren el camino ya conocido de “matar al cartero”, convirtiéndolo en un eslabón más de esa cadena que explica lo que nos pasa como comunidad. Quieren destruir el termómetro, porque no les gusta lo que les muestra. Prefieren sus propias lecturas, aunque para ello deban tergiversar lo que sucede. Y allí empieza aquella historia tradicional de buscar culpables, responsables, en ese obsesivo recorrido paranoico.

Aparecerán como los naturales conspiradores, esos que ellos suponen que tienen la capacidad para inocular inflación como si fuera un germen. La descripción predilecta de los “progre” dirá que penamos de estos males por obra y gracia de los especuladores de siempre, la decadente burguesía local, la oligarquía terrateniente vacuna, los intereses transnacionales, los traidores a la patria, los enemigos de la Nación, los concentrados capitales foráneos, los despiadados empresarios, los acaparadores consuetudinarios, los avariciosos del mercantilismo y los capitalistas salvajes.

Por momentos, diera la sensación de que esos personajes de caricatura fueran exclusivamente residentes locales y tuviéramos el extraño privilegio de haber logrado el monopolio de la maldad en nuestra nación. Es como que todos los perversos del mundo decidieron habitar nuestro suelo para complotarse contra este “gobierno de avanzada”.

Esa historieta es insostenible. Si esos “villanos” estuvieran proporcionalmente dispersos por el planeta, al menos la inflación sería un fenómeno universal, pero no lo es en los términos que conocemos. Lo concreto es que somos uno de los países que conforman ese triste terceto que lidera el doloroso ranking global.

Teorías que no resisten análisis serio alguno. Solo panfleto, retórica superficial, slogans y lugares comunes con bastante olor a naftalina. No quieren asumir lo evidente, eso que surge de sus propias acciones, de sus decisiones mas instintivas y retrógradas.

No es muy difícil verificar la directa correlación que vincula a la emisión monetaria con los índices de inflación. Son dos líneas que van casi en paralelo. La decisión de emitir sigue siendo monopolio estatal, patrimonio exclusivo de los caprichos gubernamentales. Lo hacen a veces para regular el mercado de divisas y otras simplemente para financiar lo que les falta para cubrir ese déficit que su despilfarro irresponsable ha provocado.

Solo quien vive de un salario nominal estático, rígido puede entender lo que se pierde en calidad de vida, en poder adquisitivo, en esperanzas y sueños, cuando los precios suben y los ingresos se estancan. Solo un necio puede subestimar o minimizar lo que sufre alguien que no tiene capacidad de respuesta para ajustar sus ingresos, porque “un iluminado” decidió discrecionalmente que lo ayudaría emitiendo moneda espuria.

Luego pretenden compensar con ridículos aumentos nominales, disfrazados de conquistas sociales y logros gubernamentales que no cubren aquella inflación real que ya se devoró las remuneraciones y que hace retroceder día a día a las más genuinas pretensiones de una sociedad, logrando que estas estén cada vez mas acotadas.

Los ricos, los que más tienen, siempre poseen variantes, alternativas, salidas. Viven de lo que producen, de lo que comercializan, y allí siempre tienen a mano alguna herramienta para ajustar, al menos parcialmente, sus ingresos, contrarrestando, el desbastador efecto de la inmoral inflación con la que nos vapulean a diario.

Quienes se dicen defensores de la sociedad, ufanándose de pertenece a ese grupo de gente con ideas de avanzada, verdaderos progresistas, no son más que un puñado de improvisados, solo personajes que siguen viviendo en un cuento de hadas. Piensan que pueden alterar la ley de gravedad tan solo con su voluntarismo infantil. Hay malas noticias para ellos, pero también para nosotros.

En esta tenaz actitud de resistirse a las naturales leyes que permiten la armoniosa convivencia de los seres humanos, seguiremos pasando por estos tsunamis. Mientras crean que pueden manipularlo todo y que la inflación los sostendrá en sus finanzas, que pueden emitir lo que sea sin consecuencias, tendrán que apelar a mucho más que maquillajes en los indicadores. La gente percibe, de todos modos, eso que aspiran a ocultar. No hay más que caminar por las calles y encontrarse con el fenómeno a diario.

Pueden seguir remando contra la corriente, solo encontrarán más de su misma medicina. Ellos siguen preparando ese coctail que estallará en sus propias manos, pese a las múltiples advertencias que reciben desde muchos sectores. Es que los populistas, siguen pensando que pertenecen a una privilegiada casta de “iluminados” que pueden gobernar las leyes naturales, que podrán distorsionar todo, sin que nadie lo note y sin que los mecanismos naturales de equilibrio se les vuelvan en su contra.

Mientras tanto, estos personajes que nos gobiernan, y muchos de los que dicen estar en la otra vereda, pero que piensan parecido, nos harán padecer las consecuencias de sus equivocadas estrategias, apoyándose en aquella patética creencia que dice que “un poco de inflación no es malo”, como si se trata de un medicamento inocuo. Es simple, solo se trata de veneno, de lo peor, uno que siempre destruye todo a su paso.

Padecemos de una de las más dolorosas enfermedades. Vivimos con inflación. Peor habrá que entender que es la natural consecuencia de un Estado obsceno en su tamaño, que malgasta sin sonrojarse y que sigue creciendo irresponsablemente, de la mano de una dirigencia política que ha elegido creer que emitir moneda es inofensivo.

Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, MOVIMIENTO REPUBLICANO MR, REPUBLICANO, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES ASAMBLEA NACIONAL, UNIDAD ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

sábado, 8 de agosto de 2009

*INFLACIÒN ACUMULADA EN 10 AÑOS Y 7 MESES REVOLUCIONARIOS 655%, JESÚS CASIQUE, VENEZUELA

La inflación se ha convertido en la Espada de Damocles que pende sobre todos los venezolanos actúa como un ladrón silencioso que le roba los ingresos a las personas por el aumento de los precios en el mercado, es el impuesto más perverso que tiene que pagar los seres humanos. La inflación es un fenómeno caracterizado por el aumento continuo y generalizado de los bienes y servicios que se comercializan en la economía, la inflación esta atizada por 3 fuentes: inflación de costos, inflación de demanda y la inflación anticipada.



(PULSA LA IMAGEN PARA VERLA MEJOR)

El más grave problema que padece hoy nuestra economía es la inflación, la mayor de la América Latina y una de las más altas del mundo. Varios factores, tanto internos como externos, están generando la agudización de este flagelo que tanto afecta a la población, particularmente a los más desposeídos, quienes con impotencia ven cómo merma su capacidad de compra y se hacen cada vez más pobres.

El primero de esos factores es el desbocado gasto público, a través del cual se inyectan a la economía los abultados ingresos petroleros, expandiendo la oferta monetaria y estimulando el consumo. Al crecer la demanda más intensamente que la oferta interna se produce un fenómeno de alza de precios, a pesar del incremento notable de las importaciones, con las que se pretende complementar la insuficiente oferta local. Esa dependencia creciente de lo importado se ha traducido en presiones inflacionarias adicionales, ya que la sobredemanda internacional de productos básicos, combinada con el desvío de productos agrícolas para la producción de biocombustibles, ha generado una escasez creciente de alimentos, con su consecuente encarecimiento, en algunos casos desproporcionado. El problema se agudiza por los crónicos desabastecimientos de productos básicos en Venezuela, causados por la absurda política de controles y congelaciones de precios, cuya aplicación ha condenado a múltiples productores y distribuidores a trabajar a pérdida.

La situación se hizo particularmente crítica en el caso de múltiples alimentos que desaparecieron de los anaqueles, forzando a los consumidores a pagar precios muy altos para adquirirlos en puntos de venta no convencionales. Ello llevó al gobierno a revisar los precios regulados de esos productos con el fin de estimular su producción, haciendo que la búsqueda de solución a un problema generador de inflación, como es el desabastecimiento, esté engendrando otro factor que presiona los precios al alza, como es la materialización de la inflación represada producida por los prolongados controles de precios y un tipo de cambio “sobrevaluado”. Además de una verdadera y sostenida disciplina fiscal y monetaria que evite crecimientos desproporcionados de la demanda, se requiere implantar un plan de estímulo a la producción, que no sólo potencie la capacidad de respuesta del aparato productivo para incrementar la oferta de bienes y servicios, sino que también lo haga de forma eficiente, es decir, con menores costos medios y con una productividad creciente.

La inflación acumulada desde diciembre año 1998 – hasta Julio año 2009 es del 655%, sin control de precios desde Diciembre 2008 – hasta Febrero 2003 es del 117%, y con control de precios Febrero Año 2003 hasta Julio año 2009 la inflación acumulada es del 247%. La inflación en productos importados Enero 2009 – Julio 2009 es del 33,10% y la inflación en productos nacionales Enero 2009 – Julio 2009 es del 32,41%, destacando que producto de la restricción en el otorgamiento de divisas vía CADIVI el sector productivo del país tiene la obligación de recurrir al mercado permuta “Swaps” para efectuar las importaciones de bienes correspondientes el “Efecto Torniquete” que esta aplicando esta causando una inflación represada que en cualquier momento se dispara este indicador a niveles bien importantes. La inflación ha disminuido producto de la contracción económica (disminución del tejido industrial y productivo del país cada vez más diezmado y menoscabado) y la menor capacidad de compra de los consumidores que impacta de forma directa al comercio donde los agentes económicos no pueden trasladar la totalidad de los costos a los consumidores, decisión que causaría una fuerte contracción en las ventas. La inflación acumulada desde la aparición del Bolívar Fuerte es del 48% esto significa que un bolívar fuerte actualmente vale 0,6756 céntimos reflejando que la moneda ha perdido capacidad de compra en el mercado interno.

El índice nacional de precios al consumidor refleja una inflación acumulada hasta el mes de Julio 2009 del 13,1% destacando que hubo un repunte del indicador en el mes de Julio que cerro en 2,1% vs la observada del mes previo Junio que fue del 1,8%.
El índice de precios al consumidor refleja una inflación acumulada hasta el mes de Julio 2009 del 15% en el mes de Julio el indicador repunto y cerro en niveles del 2,4% vs la observada del mes previo Junio que cerro en 2,1%.

El núcleo inflacionario (productos que no están administrados y controlados por el gobierno central) refleja en forma más precisa el aumento del costo de vida, ya que es similar al índice de precios al consumidor, pero corregido de factores estacionales. El Núcleo Inflacionario acumulado año 2009 (Enero – Julio) es del 17,6% vs el INPC acumulado año 2009 (Enero – Julio) 13,1%, esto indica que la inflación debe ubicarse al final del año en el orden del 28%.

INFLACIÒN ESTRATOS SOCIAL MÀS POBRE

La inflación anualizada (Julio 2008 – Julio 2009) en el Estrato I es decir el estrato mas pobre de la población se ubicó en 2,8%, en termino acumulado Enero 2009 – Julio 2009 12,67% y en termino anualizado el 27,1%. Mientras que para el estrato IV el más rico de la población con mayores ingresos la inflación se ubicó en 2,1% en el mes de Julio 2009. El salario mínimo no tiene que medirse o compararse con otros países de la región es un sesgo político total, el costo de la canasta básica es de Bs.F 3.475,42 esto significa que el salario mínimo Bs.F 879,15 cubre únicamente el 25,29% de la canasta básica, así mismo el costo de la Canasta Alimentaria Familiar es de Bs.F 1.664,29 donde el alcance del salario mínimo vía CAF es apenas del 52%.

En conclusión podemos tener un salario mínimo medido en dólares alto $409 pero no alcanza para cubrir las necesidades básicas recordando una máxima en economía “El salario va por las escaleras y la Inflación va por el ascensor.” Funcionarios del gobierno en medio de sus tinieblas intelectuales han comentado que la inflación en Venezuela es estructural y que no hay soluciones a corto plazo. Argumentando que la capacidad de compra del país ésta por encima de su capacidad de producción, es decir, que el consumo excede la producción, entonces que pretenden que en lugar de fomentar la productividad que se genera mas oferta de bienes y servicios es atacar la demanda (consumo) y llevar al país a la escasez y a la pobreza. La forma de ver la inflación como un problema estructural es carente de sentido y de sustento estadístico, si esto fuera cierto como se explica que la Venezuela rentista de los años 50`s y 60`s haya tenido bajas tasas de inflación menor que en Estados Unidos.

La tasa de inflación promedio entre 1950 – 1959 fue apenas del 1,6%, mientras que en el lapso de 1960 – 1969 fue apenas del 1,1% y era la misma economía rentista que tenemos hoy. La inflación realmente es un problema de disciplina fiscal y monetaria si la inflación fuese estructural ¿para que tener un Banco Central? El País atraviesa por un proceso de Estanflación (Estancamiento Económico + Inflación) la única forma de salir es apoyar al sector privado del país, fomentar la productividad, generar confianza y revisar los controles que le han causado un daño muy fuerte a la economía.

CONTROLES NEFASTOS EN LA ECONOMÌA

Los controles han causado una mayor contracción y rezagos en los sectores transables de la economía (Petróleo, Minería, Industrial, Agricultura) muy por encima de de los sectores no transables (Construcción, Transporte, Comercio, Telecomunicaciones, Financieros y Seguros) los tratadistas lo denominan “La Enfermedad Holandesa”. El control de precios ha generado una fuerte inflación represada (escasez y desabastecimiento) y el control de cambio ha causado una sobrevaluación cambiaria muy importante en el país. La ultima devaluación fue en Febrero año 2005 donde la corrección fue del 12% pasando el tipo de cambio de Bs/$1.920 – Bs/$2.150 desde Febrero año 2005 hasta Julio año 2009 la inflación acumulada es del 143,4% esto indica la gran apreciación del tipo de cambio producto de los ingentes ingresos de recursos petroleros, al final los arreglos cambiarios culminan en recurrentes crisis en la balanza de pagos. Un control de cambio (aplicados a la movilidad de capital), minimizan la vulnerabilidad externa (Cuenta Corriente sobre el Producto Interno Bruto y el número de meses de importación que puede cubrirse vía Reservas Internacionales), pero el costo de la volatilidad del tipo de cambio incrementa vía política monetaria y política fiscal. Venezuela atraviesa dos shock: el primer shock es de oferta, motivado como se ha manejado el suministro de divisas preferenciales al sector privado y el segundo shock de demanda vía contracción del gasto público que ha causado una perdida en el dinamismo del Producto Interno Bruto. La contracción del gasto público en término real al cierre del 1T09 fue del -23,40% y el déficit fiscal del Gobierno Central al 1T09 por $4.502 millones de dólares, aunado a fuerte disminución de las Reservas del Tesoro en el 1T09 en $3.228 millones de dólares. Como dijo Platón 427 AC - 347 AC “La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.”

Profesor Jesùs Casique
ENVIADO A NUESTROS CORREOS RECOMENDANDO PUBLICACION
ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, MOVIMIENTO REPUBLICANO MR, REPUBLICANO, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO,POLÍTICA, INTERNACIONAL,