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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
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martes, 29 de diciembre de 2009

La fuerza de la constancia para el logro de la UNIDAD Carlos R. Padilla L.Domingo, 27 de diciembre de 2009

La unidad de los factores políticos para el logro de la unidad democrática debe buscar compromisos políticos, programáticos, electorales y de gobernabilidad.

Esta unidad es un proceso; inspirada por los principios de equidad, proporcionalidad, amplitud, inclusión y sentido de responsabilidad; iniciado con fuerza y claridad con el objetivo de alcanzar para Venezuela una plena y real democracia.

La suma de voluntades y experiencias representadas por los diversos factores democráticos debe confluir en una realidad que se haga tangible con la derrota electoral de quienes hoy pretenden llevarnos a la barbarie y a la violencia guerrerista interna y externa.

La constancia será el instrumento que, una vez tomada la decisión unitaria, nos permitirá alcanzar las metas ante dificultades externas o internas sustentando el trabajo en una fuerza de voluntad sólida que nos lleve a un esfuerzo continuado para pasar a la acción venciendo las dificultades y venciéndonos a nosotros mismos.

La Mesa Política de la Unidad Democrática esta integrada por los dieciséis partidos de mayor presencia nacional que en política de cohabitación incluyen tendencias socialistas, socialdemócratas, socialcristianas, de centro democrático, republicanos y liberales. Su presencia existe en Mesas Políticas Regionales y en múltiples comisiones nacionales y regionales. Ya circula profusamente en todo el país la Propuesta Programática que bajo el titulo de “La decisión es tuya, una nueva Venezuela es posible” produjo la Comisión de Propuestas Programáticas y se trabaja en las propuestas legislativas de los sectores democráticos.

Quienes asistimos a las reuniones de dicha mesa hemos encontrado en ella un carácter positivo para el entendimiento y la amplitud en medio de una constancia que aspira a cumplir aquí y ahora para culminar el trabajo unitario sin desalentarse ante las dificultades, de mantener el máximo esfuerzo de principio a fin, de ser constantes en los propósitos, evaluando constantemente y aplicando situaciones remediales cuando encontremos discrepancias.

Cuenta la Mesa de la Unidad Democrática con la equilibrada y talentosa coordinación de Ramón Guillermo Aveledo, como Secretario Ejecutivo, quien conduce las deliberaciones y acuerdos con un tino que se corresponde con la magnitud del objetivo planteado. Lo acompaña un efectivo equipo técnico en el cual resaltan por su efectividad Marino Gonzales, Diego Bautista Urbaneja, Caterina Macario y José Luis Cartaya.

El reto más próximo serán las elecciones para una nueva Asamblea Nacional integrada por 170 diputados con sus respectivos suplentes. Para ello la Mesa de la Unidad Democrática ha generado dos reglamentos, aprobados por consenso, relativos a la designación de candidaturas mediante el acuerdo político y elecciones primarias. El principio de equidad equiparado al de lo justo proporcionará para aquellos factores políticos con mayor presencia nacional y regional el derecho para la presentación de candidatos en una proporción equivalente y proporcional a su fortaleza demostrada. Acompañando a la equidad están los principios de amplitud e inclusión que garantizan a todos los incorporados a la Mesa de la Unidad Democrática y presentes en Consejo de la MUD una participación en candidaturas y responsabilidades también amparadas por el principio de equidad y justicia de la cual no serán ajenas personalidades independientes y de la sociedad civil organizada.

Si ello continua de esa forma, el éxito será el resultado que nos dará la fuerza de la constancia, traducido en un significativo numero de diputados a la Asamblea Nacional para impedir la marcha hacia el desastre que nos propone el actual desgobierno.

Carlos R. Padilla L.
carlos.padilla.carpa@gmail.com
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viernes, 22 de febrero de 2008

*CARLOS R. PADILLA L. ESCRIBE PARA ESPAÑA LIBERAL: "LA DEUDA DE CADA UNO DE LOS VENEZOLANOS"



LA DEUDA DE CADA UNO DE LOS VENEZOLANOS
España Liberal (Enviado por: Anónimo) , 20/02/08, 03:37 h
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Por ello no dudamos de calificar, usando el lenguaje de los economistas, a la deuda venezolana como una deuda odiosa de la cual los venezolanos no somos responsables y que a todas vistas se esta usando para enriquecimiento personal, para cubrir déficits de otras naciones, para el armamentismo y para organizar la represión social y política contra la población que se le enfrente. Deuda odiosa contraída contra los intereses de la población y, para mayor gravedad, con el completo conocimiento del acreedor de que esos dineros no se usarían para fines de un desarrollo autónomo y sostenido, puesto que nuestro país vive de una economía de puerto importando ms del 95% de lo que consumimos.
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LA DEUDA DE CADA UNO DE LOS VENEZOLANOS
Carlos R. Padilla L.
Dólares más, dólares menos; la deuda externa venezolana asciende a la astronómica cifra de 86.000.000.000,00 de USD. Esta deuda odiosa traducida en Bolívares reales, no en la de esas moneditas que se convierten en anillos, alcanza 184.900.000.000.000,00 de bolívares venezolanos calculados al cambio oficial que impone el gobierno de 2.150,00 por dólar.Si sumamos a dicha cantidad los 12.000.000.000,00 de la demanda de la Exxon Mobil Corporation, las obligaciones del pueblo de Venezuela con sus acreedores extranjeros alcanza la suma de 98.000.000.000.000 de dólares que al restarlo al capital declarado de PDVSA de 106.000.000.000,00 deja un saldo a favor de Venezuela de tan solo 8.000.000.000,00 de dólares USA. Agreguemos a ello que en CADIVI estan represados mas de 12.000.000.000 de dolares USA de compromisos adquiridos y ejecutados por importaciones del sector privado.



Ello indica que antes de estar buscando apoyos ante tan tremenda irresponsabilidad administrativa debiéramos estar más que preocupados ante la quiebra del país. Las reservas internacionales de Venezuela, al 06 de febrero del 2008, bajaron a 33.292.000.000,00 USD.
Estas casi incomprensibles cifras determinan que cada uno de los 26.000.000 de venezolanos tenemos una deuda que no hemos disfrutado ni autorizado y que ha sido contraída a espaldas de los intereses de un pueblo acogotado por el desabastecimiento, el alto costo de la vida, la inseguridad social y personal, así como del despilfarro de los dineros que por ley le pertenecen a todos los ciudadanos nacidos en este territorio que limita por el norte con el mar de las Antillas, por el sur con Brasil y Colombia, por el oeste con Colombia y por el este con la Guayana.Esa deuda externa, que es la suma de las obligaciones que ha contraído Venezuela con entes financieros del exterior, es un serio problema para el desarrollo económico del país y compromete su autonomía.


El endeudamiento se torna en problema cuando no se utiliza realmente para lo que fue solicitada o bien cuando las condiciones de devolución se robustecen manteniendo el subdesarrollo. El gobierno no puede salir de ese circulo de vivir del fiado sobre todo cuando sus políticas determinan una fuga de capitales que le quita una fuente de ahorro los cuales pudieran ser usada para desarrollo autónomo y sostenido.


En muchas ocasiones los apoyos financieros recibidos terminan en cuentas privadas de bancos extranjeros. Si sumamos a ello la mala administración de esos fondos, lo cual produce pérdidas ruinosas impulsoras de buscar más recursos externos para suplir ese déficit, es lo que nos esta conduciendo a una crisis económica de inconmensurables consecuencias.


Por ello no dudamos de calificar, usando el lenguaje de los economistas, a la deuda venezolana como una deuda odiosa de la cual los venezolanos no somos responsables y que a todas vistas se esta usando para enriquecimiento personal, para cubrir déficits de otras naciones, para el armamentismo y para organizar la represión social y política contra la población que se le enfrente.



Deuda odiosa contraída contra los intereses de la población y, para mayor gravedad, con el completo conocimiento del acreedor de que esos dineros no se usarían para fines de un desarrollo autónomo y sostenido, puesto que nuestro país vive de una economía de puertos, importando ms del 95% de lo que consumimos.



Lo vergonzoso es que el culpable del despilfarro cree tener derecho a exigir al pueblo a que a cualquier costo y sin importar las consecuencias, bajo la premisa rallada del nacionalismo, sea solidario con él. Cuando lo que la lógica e inteligencia establecen es la corresponsabilidad de habérselo permitido por lo que debe exigírsele una cesación en el cargo y las sanciones establecidas en las Leyes por sus acciones contra el pueblo y la Patria de Bolívar. Ello, que de no estar incapacitado por otras razones, su proceder debe evaluarse como definitivamente contrario a ley y al buen juicio administrativo.


Venezuela debe proceder a revertir la carrera armamentista, el fortalecer economías foráneas a costa de la nuestra y la política de confrontación por una estrategia firme y sostenida de educación, salud, trabajo productivo, seguridad y sentido de pertenencia en una patria para el bienestar y la equidad social, con total respeto a la propiedad privada bajo una irreductible seguridad jurídica y personal.


19 de febrero de 2008