NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ |
Entre Venezuela y Colombia existe una vieja
manera de estafar conocida con el nombre de “El paquete Chileno”. El delito es
cometido preferiblemente en épocas navideñas, temporada en la cual
tradicionalmente el ciudadano contaba con más dinero, consecuencia de los
aguinaldos salariales.
La estafa consiste en dejar caer un rollo de
papeles que tiene la apariencia exterior de un fajo de billetes, que terminan
negociando con el transeúnte que se acerque a recogerlo.
Últimamente el gobierno venezolano tiene dos
años estafándonos con un paquete que tiene como objetivo hacer creer al pueblo
que las cosas van mejor. En las fechas de fin de año intentan crear una
impresión de bienestar, pequeños aumentos, regulaciones de precios, cuando no
abusos de poder, con el objetivo de provocar una cierta popularidad que se
refleje en los resultados de las siguientes elecciones.
Planificado en la Habana, el gobierno recibe
instrucciones para tomar medidas que creen una “sensación” de contar con
recursos para celebrar las navidades.
“El Paquete Cubano” del año pasado fue
bautizado como el Dakazo, del cual los comercios no se han recuperado todavía.
La orden gritada desde Miraflores autorizaba a “que no quede nada en los
anaqueles”, un año después, los anaqueles siguen vacíos.
Vimos por televisión, saqueos, negocios
arruinados, empleos desaparecidos, más escases y aumento de los precios el
resto del año.
Desde diciembre pasado muchos comercios no
pudieron reponer los inventarios. Este año con el nombre de “Navidad Feliz”, se
prepara un nuevo Dakazo.
Un mutación de los colectivos saldrá a
perseguir comerciantes y negocios, con franelas rojitas, carnets y cachuchas
bolivarianas, atacaran los objetivos que les han sido señalados con
anterioridad. Colocaran multas, anunciaran cierres, confiscaran mercancía,
expropiaran, remataran y en algunos casos llevaran a la cárcel, un “chivo
expiatorio”.
Paralelamente anuncian aumentos de sueldos y
de los cesta-tiques, sobre todo a los militares… uno nunca sabe.
Lamentablemente el ajuste decretado no pasará de una sensación de aumento, un
porcentaje que se convertirá en sal y agua, que jamás alcanzará a equilibrarse
con una inflación vecina del 100%.
No será más que un falso fajo de papeles con
apariencia de billetes que servirá para engañar sus víctimas, el venezolano
común, el más necesitado.
Constituye un delito de estafa a la esperanza
y necesidades del pueblo, quien desde hace 15 años espera que el régimen cumpla
lo prometido. La realidad es que Venezuela es víctima de un gobierno
extranjero, a quien hemos sido entregados por el régimen que nos gobierna.
Que poco a poco moldea nuestra realidad, para
instaurar el sistema implementado en la isla caribeña… el que tiene un pueblo
oprimido y en la pobreza desde hace medio siglo. Un país sumido en la escasez,
sin propiedad privada, sin libertad para decidir qué hacer de su vida…una
inmensa cárcel de la cual no puedes escapar sin comprometer tu integridad.
El Paquete Cubano como el Paquete Chileno es
un engaño, en primer lugar a la ingenuidad o a la estupidez de querer ganar
algo que no es nuestro. Encuentra su fundamento en lo más bajo del ser humano,
la codicia, la supuesta viveza, el dinero fácil sin trabajar, en beneficiarse
con lo que no es suyo… es así como ha funcionado este régimen, que trata de
inculcar dentro una gran parte de la población los antivalores que representa.
Una masa de personas incautas o demasiado
confiadas, que dejándose llevar por maniobras engañosas, han terminado
convertidas en víctimas.
Los delincuentes preparan su golpe entre
varios, detectan la víctima desde que entra a un banco, lo siguen después que
ha realizado su retiro y los cómplices fingen que se le cayó el paquete con la
supuesta suma. A partir del momento que el sujeto cae en la tentación de una
solución fácil para enriquecerse, está preparando su propio fracaso futuro.
De esa lección debe surgir el cambio que
necesita nuestra sociedad, determinar el origen del problema, reconocer en que
nos equivocamos, dejar de culpar al otro. El crecimiento que necesitamos cono
sociedad es educativo, es de valores.
Al inicio el régimen llegó al poder como una
consecuencia de los errores del pasado, del olvido de una parte de nuestra
sociedad que sufría abandonada. A su vez él se convirtió en la causa del
desastre actual.
Los problemas no se solucionaron por que ese
no era el objetivo. El Paquete Cubano necesita de esa masa pobre para
mantenerse en el poder y seguir viviendo, exportando y financiando la
revolución, con el dinero del petróleo. No somos más que una tierra
conquistada.
El estratega aprovechó las circunstancias,
exacerbó el odio y el deseo de venganza, culpó a una parte de la sociedad de
los problemas que la otra vivía y de esa manera logró sembrar posiciones
irreconciliables, evitando futuras posibilidades de entendimiento.
La solución no se quedará en un cambio de
gobierno, que por supuesto es ya una medida de supervivencia como Estado.
Necesita de un proceso de reconstrucción de instituciones, de educación de
valores y de la implementación de medidas económicas y sociales que permitan
satisfacer las necesidades, la participación y el desarrollo de los ciudadanos
por igual.
El Paquete Cubano es una estafa, de la
riqueza petrolera hizo un coto privado con el que mantiene al Gobierno Central
de la Habana y a los chulos que le hacen la imagen internacional.
Por eso vemos partir las divisas hacia otros
países, para financiar a los guerrilleros de las Farc, a los palestinos, a los
extremistas islámicos. Sirven para pagar periodistas internacionales,
productores de películas, abogados del terrorista Carlos.
Se utilizan para otorgar contratos a los
brasileños, a los rusos y a los chinos, por supuesto después que los Castro
toman su tajada. Están a la mano de los boliburgueses, de los miembros del
PSUVE, de los testaferros, de las hijas de Chávez… de los viajecitos de los
Ministros y sus familiares. ¿Y el pueblo?, que se quede con los falsos billetes
del paquete chileno.
El paquete diseñado en la Habana, es un
fraude por que con el discurso de la independencia económica, destruyo la
agricultura y la producción de leche y carne. Obligó a importarlo todo,
centralizó los dólares, permitió empresas de maletín entre los enchufados, los
containers de comida podrida, generó la escasez, la inflación y la dependencia.
En el más grande engaño realizado al pueblo
venezolano, porque lo hizo más pobre y necesitado, le arruino la salud, los
hospitales, le impide el acceso a los medicamentos. Acabó con la prensa libre
para solo transmitir su propaganda, interfiere en la educación de los niños
para continuar el lavado de cerebro y enfila sus baterías para destruir la
universidad autónoma. Su objetivo un pueblo, mediatizado, adoctrinado, inculto
y con poco acceso a la verdad.
El Paquete Cubano destruyó las fuerzas
armadas, las corrompió, las sometió a una ideología política vaciándolas de su
esencia. Para sustituirlas poco a poco por milicias, guardia pretoriana y
colectivos, quienes se disputan el poder de las balas.
Nos convirtió en el país de las colas, de los
huecos y de los asesinatos. El drama que vivimos es una escuela de la que
tenemos que aprender… y algo más… ¡llegó la hora de actuar!
Nelson
Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
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