"...Ellos quieren que purgues hasta el final tu osadía, tu desvelo por ayudar a que eclosione un país mejor, una sociedad más equitativa, una justicia más cabal." Mario Benedetti, Andamios
"Repetidamente, a mi hijo le dieron
descargas eléctricas y le metieron la cabeza en una bolsa plástica hasta que se
le acababa el aire, desmayándose una y otra vez". Así describía la madre
de un estudiante de 21 años de edad, detenido en el SEBIN en las manifestaciones
de marzo, las torturas a las que el joven había sido sometido. Varias jóvenes
denunciaron haber sido amenazadas de violación y revisadas indignamente en su
intimidad.
Golpes con tablas, encadenamiento por largas
horas en posiciones forzadas, violaciones, humillaciones, amenazas, han formado
parte de un menú inhumano de brutal represión contra unas 150 personas
individualizadas hasta ahora por Cofavic, que desde principios de este año han
protestado en manifestaciones callejeras su inconformidad con las políticas del
régimen.
Por su visibilidad internacional, presos
políticos como Iván Simonovis o Leopoldo López no son tocados físicamente, pero
las torturas emocionales y morales a las que son sometidos (incomunicación,
aislamiento, deterioro de su salud, cuidados médicos insuficientes) también
violan la Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada por la ONU
en 1948, que establece en su artículo 5 que ningún gobierno, autoridad o
persona alguna tiene derecho a torturarnos, ni a tratarnos de manera cruel e
inhumana.
Pretendiendo defender lo indefendible, la
Defensora ¿del Pueblo? echa mano de la Ley contra la Tortura aprobada por la AN
en 2013, para explicarnos que la tortura significa sufrimiento físico a una
persona para obtener una confesión, mientras que trato cruel se referiría a uso
excesivo de la fuerza, una pirueta legal que contradice la definición única
para estos delitos, establecida en la Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (ONU, 1984) de la cual
Venezuela es signataria.
De esa forma se crea un peligroso esquema de impunidad, que intenta ocultar la gravedad de las violaciones a los derechos humanos, así como proteger y encubrir a los autores, funcionarios del régimen.
En noviembre de 2014 el Comité contra la
Tortura (CCT) de la ONU revisará la situación venezolana.
Dado que el Comité recibe y examina denuncias
de particulares sólo si el Estado Parte, Venezuela, reconoce la competencia del
CCT para examinar dichas comunicaciones, ¿será la voz del régimen la que
prevalezca en las decisiones? El recelo se impone, para seguir sintiéndonos
desamparados.
TUITEANDO: Director del SEBIN incumple acuerdos asumidos con Provea al restringirle visita a detenidos en El Helicoide / AN sancionó Ley de Telesalud el 12-814 / Academia Nacional de Medicina se pronuncia sobre catastrófica crisis humanitaria en salud / En 50 días de guerra en Gaza, 2.140 fallecidos; en esos mismos 50 días en Venezuela, más de 2.300 homicidios.
Gioconda San Blas
gioconda.sanblas@gmail.com
@daVinci1412
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