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domingo, 25 de mayo de 2014

PEDRO R GARCÍA, FRENTE LA AUSENCIA DE LA CONTUNDENCIA DE LOS INTELECTUALES VENEZOLANOS EN ESTA ETAPA DEL DEBATE POLÍTICO: TERCIÓ FERNANDO MIRES…

Una acotación necesaria

“Siempre hemos diferenciado el contenido social de la forma política de la democracia burguesa; siempre hemos denunciado el duro contenido de desigualdad social y falta de libertad que se esconde bajo la dulce cobertura de la igualdad y la libertad formales, y no lo hicimos para repudiar a éstas, sino para impulsar a la clase obrera a no contentarse con la cobertura, sino a conquistar el poder político para crear una democracia socialista en reemplazo de la democracia burguesa, no para eliminar la democracia”. Rosa Luxemburgo.
INTELECTUALES VAPORIZADOS
Algunos amigos hemos comentados en estos días de acentuadas preocupaciones reflexivas y coincidimos en haber topado con varias perlas escritas por el señor Fernando Mires. Creo que le pasa como a muchos que ayer fueron contundentes polemistas, pero debemos dejar pasar ese descomedimiento. Se aprovecha Fernando que producto de la vaporización militante de los intelectuales venezolanos no hayan mediado con profunda radicalidad en los diversos temas que  provocan turbación en el país, y pudiera tener explicación en que esos pensadores  venezolanos dejaron su traza sobre el tema en escritos que no pueden "desfacer" independientemente de que en el presente se ubiquen en el borde contrario, pero que fue un argumento suficientemente desafiado, en lo ideológico, y lo político y  lo jurídico, con bastante amplificación, ya desde el mismo parlamento en el que se cogobernaba con Medina Angarita, nos topamos con expresiones que fueron volcadas de los labios de los parlamentarios  de ese entonces, entre quienes destacaron Andrés Eloy Blanco, Juan Pablo Pérez Alfonso y Luís Beltrán Prieto Figueroa. Seguirá una fase que tendrá su Cota mas alta en la Asamblea Nacional Constituyente del llamado trienio Adeco, donde los constituyentes anteriores, reforzados con la presencia de Domingo Alberto Rangel, Gustavo Machado, Rafael Caldera y otros y después, bajo el olor a pólvora, durante la violenta década de los años sesenta del siglo próximo pasado, en el que participaron entre otros, Simón Sáez Mérida, Jesús María Casal, Pompeyo Márquez. Todo sin olvidar los antecedentes históricos que es alfa de la nacionalidad, desde el corazón mismo de la Sociedad Patriótica (dónde Miranda representaba la derecha revolucionaria girondina, Bolívar el centro revolucionario y Francisco "el Coto" Paúl la izquierda revolucionaria (jacobino) como también desde el Club de los Descamisados éste último dirigido por un cura de mayor radicalismo que el primero, que en términos en auge hoy se le pudiera ubicar en lo que se conoce en expresiones como la ultraizquierda en ambas primeras formaciones políticas que conoce nuestra historia, lo que a lo mejor exagerando al referirnos a ellos como los primeros partidos políticos (el bipartidismo de la independencia, el primer bipartidismo de nuestra historia (En el Bloque de Los Independentistas Soberanos) y por ley de polaridad en el bando realista, (El Bloque de los Súbditos Restauradores),  en cuanto a las tendencias, simplificadas en el lenguaje del presente en la ultraderecha, la centroderecha y la derecha propiamente tal. Recordemos que ya en esa época se podía hablar propiamente de estas tres ubicaciones político-espaciales porque ya se había confirmado la realidad de la revolución francesa, cuya Asamblea Nacional, conforme a la ubicación que adoptaron los representantes en su ubicación en los asientos de dicha institución y por las posiciones que adoptaron frente al hecho revolucionario, legaron los tres términos como bagaje de la ciencia política, aunque ya el filósofo griego el Estagirita hablaba de ello y de las clases sociales, por lo que esos conceptos, y algunas categoría gramatológicas, no es un invento de marxistas, leninistas, socialistas, comunistas de anarquistas, ni de trotskistas. Pero la mayoría de los intelectuales venezolanos hoy, los traban sus ubicaciones de ayer, existen tres autores, que bien pueden ser ubicados en el campo de la oposición como la conocemos hoy, y que son la contestación mas categórica frente a los intelectuales tipo Fernando Mires, y a los cuales se le puede rebatir con facilidad, entusiasta de lo Chicago Boys, si se le contrasta con el pensamiento de la derecha inteligente venezolana es desbordado con creces en sus limitaciones. Rebatirlo desde su mismo ángulo, con el pensamiento de nuestra derecha e izquierda autóctona, criolla dirían otros, en la cual dos ya fallecidos. Oponerlo a la manera del viejo Marx con su mismo método. Me refiero en primer término a Rafael Antonio Caldera Rodríguez, quién difundió sus reflexiones en sus discursos constituyentitas durante el trienio, y luego en el Congreso Nacional de la democracia representativa de 1958-1998, como en sus libros "Moldes para la fragua" (1962), "Especificidad de la Democracia Cristiana" (1972) y "Los causahabientes, de Carabobo a Punto Fijo" (1999), que contendrán las bases ideológicas de lo que será su apreciación firme el 4 de febrero de 1992, cuando reunido por vía de emergencia el Congreso Nacional, le tocó pronunciar la frase política distinta de lo que conocemos como locución en el lenguaje regulado por la Academia de la lengua que le reabrirá paso de nuevo a Miraflores, en la que sentenció lo siguiente: "Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer" dándole continuidad a lo ocurrido con anterioridad en el Caracazo en 1989, al cual le dio su apoyo tácito. El segundo, Tomás Enrique Carrillo Batalla, también fallecido, quien se consagró en el tema con la publicación de su libro "Historia crítica del concepto de la democracia" publicado en dos tomos por Monte Ávila Editores en 1983. Y el tercero, desde lo que se ha llamado la izquierda democrática, Teodoro Petkoff, que en una intervención ante la Comisión Nacional de Propaganda del MÁS, acerca del problema de la Autogestión, que fue transcrita y divulgada por ese partido bajo el título de "Autogestión. Gobierno del Pueblo, Por el Pueblo y para el Pueblo". En las primeras palabras de su proemio rotuló: "Con el paso del tiempo he ido encontrando que la mejor definición socialismo es la democracia: Gobierno del Pueblo, por el pueblo y para el Pueblo. Es una fórmula muy sobria que define los propósitos y de algún modo también los medios para alcanzar aquellos planes. Si el socialismo significa demoler la dualidad típica de una sociedad capitalista en la cual una minoría piensa, toma las decisiones que afectan a la vida de la inmensa mayoría, sin que esta  pueda ejercer ningún control sobre las decisiones tomadas, es evidente que, eso no obedece a otra cosa que decir, crear la posibilidad que el pueblo se autogobierne, o sea, que el gobierno sea del pueblo: Obviamente, si es del pueblo, el propósito de sus actos de sus actos de gobierno, tienen como destinatario justamente al pueblo, o sea, es un gobierno para el pueblo, puesto que se ha liquidado la situación según la cual una minoría ejerce el gobierno, se trata entonces de un gobierno por el pueblo. Se ha dicho de otro modo, en el socialismo o la socialización de una determinada sociedad es el único modo de hacer realidad esta democracia, si entendemos por ésta justamente lo que Lincon decía." He trascrito ese el texto, pese a que intuyo que debe estar en todas las bibliotecas, de quienes pertenecieron en alguna oportunidad al MAS. Su alter ego en estas formulaciones, el jesuita Luís Ugalde, desde el Centro Gumilla, escribía a manera de complemento: "Democratizar el poder no significa quitarle a la clase capitalista y pasárselo a una burocracia que se perpetúa. Democratizar es socializar, es
decir hacer que el poder no se concentre sino que se reparte en las diversas instancias sociales. Hay que crear un equilibrio dialéctico entre este poder descentralizado efectivo y el poder central creado por delegación de las entidades descentralizadas" Y recordaba, refiriéndose al ejemplo de la revolución rusa, que "Con dolor, años más tarde contemplaba Trotski la ausencia total de la vida democrática que había conocido en los primeros tiempos. En "La Revolución Traicionada" de 1936 decía él: "De la democracia del partido no quedan sino recuerdos en la memoria de la antigua generación. Con ella se han desvanecido democracia de los soviets, de los sindicatos, de las cooperativas  y de las organizaciones deportivas y culturales. La jerarquía de los secretarios domina todo y sobre todos. (Léase aquí vice-presidentes territoriales). El régimen había adquirido un carácter totalitario varios años antes que la palabra viniese de Alemania"
 Pese a que he expuesto un número reducido de autores, para confrontar y contrastar al exégeta de periódicos, no podemos negar que en este país nuestro, de cada día, se ha contendido hasta la saturación sobre el tema de la Democracia. Frente a países ubicados al sur de nuestro subcontinente, como Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, tenemos los venezolanos
ventajas comparativas inigualables. La democracia discutida en esos países tiene otros contenidos a los que se escenifican en el nuestro. No es presunción fatua lo que se ha considerado en el mundo, desde mucho y largo tiempo atrás, que no hay algo más constitutivo del venezolano que la democracia que lleva en su pecho, en su alma, en su corazón y en su mente, en sus entrañas, desde los mismos orígenes de la gesta emancipadora. No pretendo en esta oportunidad al aludir el tema, “democracia”, dejar a un lado lo extenso que  enunciaron y escribieron Andrés Eloy Blanco, Rómulo Gallegos y Luís Beltrán Prieto Figueroa, porque si bien que en época pasada  pertenecieron al patrimonio político y cultural de AD, que profundas contradicciones los alejaron de él, en un demarcase en su impronta tuvo para con ellos este partido, dejando de referirse a su legado teórico, en un desolvido manifiesto e intencional. Ha tenido que ser parte del ala iluminada del Opus Dei al cumplirse los 60 años del lamentable accidente que segó al político, juglar y venezolano de excepción que nos, dedicarle charlas y foros para resaltar su legado, que nos arrancó  lágrimas, en la persona del teólogo Rafael Tomás Caldera Pietri y de José Rodríguez Iturbe mostrando un talante y honestidad intelectual, esa otra parte de la derecha que intenta revelarse es millánastraísta". Como oposición irracional, y torpe que son, siendo cultores convencidos sus limitados como estándares facilitaron, el desarraigó, salvando desde el bipartidismo convertido en diarquía, hacia Chávez, quien en su marcha se transportó entre sus efectos esa tradición popular y la cristianizaron en propiedad del pueblo chapista y de Chávez, que hoy por hoy siguen como actores políticos que le han rendido reconocimiento y les utilizan como guía para su acción. Estos son hechos reales, y registrados, incluso históricamente, no se si esta en capacidad de hacerlo un intelectual como Fernando Mires.
Muy probablemente porque desgranándose los sesos y quemándose las pestañas leyendo y releyendo los voluminosos tomos de los diversos autores venezolanos, no creo que lo este haciendo de la Doctrina y Teoría democrática escritos por ese tortuoso pensador que mientan Roger Noriega. Y la referencia tiene mucho que ver con los bienes que utilizó el norteamericano como mercancía en que la historia ha conocido como el escándalo "Irán-Contras". Pero es fácil adivinar que Mires "está descaminado". Porque su imposibilidad descansa en su experiencia de vida. Baste con ver su entorno medioambiental. 
En él cabe perfectamente lo que señalara el filósofo español José Ortega y Gasset: "Yo soy Yo y mi circunstancia" Fernando Mires, al pretender injerirse en el tema de la historia nuestra que tiene sus particularidades, actúa, bajo el uso de líneas escritas, respecto a la democracia, con un cultismo ostentoso y inelegante, habla generalidades sobre "temas importantes" pero no muestra nada en concreto.
Pedro R. Garcia M.
pgpgarcia5@gmail.com
@pgpgarcia5

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2 comentarios :

  1. No entiendo porque un intelectual venezolano calificando de "vaporización" la expresión de la intelectualidad nacional, acerca del acontecer del país, le dedique un escrito documentado si pero pesado, difícil, creo que mal trascrito, para sin mayor argumento, señalar de ¿Ignorante? ¿No calificado? ¿Extranjero???? a Fernando Mires.
    Como venezolana de a pie, pero que vive y convive en este país, los escritos de Mires que se leen muy fácilmente, me ha ayudado a reflexionar, entusiasmarme, y finalmente reconocerme, en su mirada de los sucesos.
    nacibeomana@gmail.com
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