UNASUR es un instrumento de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo). Fue creada con este fin: 1) Asegurar la perpetuación en el poder de los presidentes que son miembros de la Internacional; y, 2) Chantajear a los presidentes que no son miembros para obligarlos a no actuar en contra de sus intereses.
Son miembros de la Internacional Comunista
los presidentes de Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Vota con ellos la presidenta de Argentina. En total, son 8 votos seguros de 12.
El presidente de Colombia no es miembro de la
Internacional pero está sometido a su chantaje por medio de las FARC, con las
cuales está negociando la paz. El presidente de Paraguay tampoco es miembro
pero ha escarmentado con la suspensión de MERCOSUR, que le impuso la
Internacional a su país por su rebeldía durante el gobierno de Franco.
El presidente de Guyana no pertenece a la
Internacional pero su voto está comprado con el regalo del Esequibo hecho por
el difunto, ratificado por el títere de Cuba. Surinam es socio de Guyana en el
CARICOM, por lo cual su presidente vota solidariamente.
Así, pues, Maduro cuenta con 8 votos seguros
de los 12. No les preocupa los cuatro restantes porque son alcahuetas, dos
están chantajeados y los otros dos comprados. Esto quedó demostrado cuando el
tema se tocó en la OEA. Los 12 votaron unidos para que no se nombrara una
comisión investigadora, paso previo a la aplicación de la Carta Democrática.
Si a lo anterior se agrega que el secretario
general de UNASUR es Alí Rodríguez Araque, venezolano de la mayor confianza de
los hermanos Castro (Fidel y Raúl), verdaderos dueños de Venezuela y máximos
jerarcas de VeneCuba, podemos deducir que los cancilleres de estos países
vienen con estos propósitos: 1) Sentar a los colaboracionistas de la MUD en la
llamada “conferencia de paz” de Maduro, dándoles la representatividad de la
oposición que ya no tienen y el pretexto que vienen buscando, el de atender la
invitación de UNASUR; y, 2) Amenazar con el desconocimiento del gobierno de
transición que surja de la caída de Maduro para engaño de los incautos, porque
no necesitamos de ellos. Ninguno nos compra petróleo, que es lo único que
vendemos. Son ellos los que necesitan de nosotros porque les compramos de todo,
además de negocios en los cuales Venezuela pone los reales y siempre pierde.
Por ello somos nosotros los que podemos poner condiciones.
Y la condición a poner es que la única
comisión con la cual estamos dispuestos a conversar es con la que envíe la OEA
conforme a la CARTA DEMOCRÁTICA DE AMÉRICA en vista de la violación descarada
de la Constitución y de los Derechos Humanos, precisamente para hacerlo el
gobierno se retiró del sistema interamericano de derechos humanos.
Así, pues, UNASUR viene a darle a los colaboracionistas la excusa para sentarse con Maduro como lo están deseando, creyendo tanto la Internacional Comunista y Maduro como los colaboracionistas que de este modo se acaba la resistencia en las calles. Están totalmente equivocados. Esto no tiene marcha atrás.
Jesús
Petit Da Costa
petitdacosta@gmail.com
@petitdacosta
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