El
Presidente exhibe una recurrente batalla contra la verdad. El político se sirve
de la demagogia, también es cierto que ciertos prejuicios republicanos marcan
la distancia entre aquella y la mentira, sobre todo, cuando a esta última se le
utiliza recurrentemente para justificar lo injustificable. Maduro rompe esos
límites, corre el riesgo y queda descolgado fuera de lugar como en el football.
Maduro dijo que la inflación es por “sobrecalentamiento del consumo”, y lo dijo
sin parpadear, sabiendo que ello no es cierto. Expliquemos.
EL
PRESIDENTE ENTRE LA MENTIRA Y LA RESPONSABILIDAD
La
economía comenzó su desaceleración en camino a una severa contracción en el
último trimestre del 2012, cuando se encontraron la crisis de balanza de pagos
y la crisis fiscal. En Venezuela si escasean los dólares, escasean los bolívares,
los gobiernos compensan los últimos imponiendo al BCV a imprimir todo lo que el
fisco requerirá, el mecanismo monetario utiliza el by pass de PDVSA para
financiar el déficit fiscal, en la calle el impacto es inflación, lo que sumado
al control de cambio y a la escasez de dólares se produce esa simbiosis de
inflación con escasez.
El Presidente debe saberlo, o lo esconde y
miente, o sus ministros le mienten; aunque también es probable que en el
gobierno exista un serio problema de conocimiento e información dado que el
mantra de los ministros y asesores es el marxismo, y este no puede explicar ni
la inflación ni la escasez, por el contrario, lo promueve y justifica. A Maduro
o no le explicaron o le escondieron que la economía entre el último trimestre
del 2012 y el 1er trimestre del 2013 es una brutal desaceleración de 5.5 puntos
porcentuales, la contracción comienza a mostrarse.
En
ese entorno, de fuerte desaceleración y contracción, no es materialmente
posible un “sobrecalentamiento del consumo”, todo lo contrario a lo dicho por
el Presidente, la inflación y la escasez, y la contracción imponen una caída en
el consumo y en la inversión, y un crecimiento del desempleo, lo contrario a lo
que él dijo, el país se hunde en una contracción severa.
EN
UN RÉGIMEN DE LIBRE MERCADO, NO HAY NI ESCASEZ NI INFLACIÓN
Cuando
un gobierno controla precios inmoviliza los mercados y detiene el proceso de
creación de riqueza y conocimiento requerido para que los consumidores y
quienes ofrecen, productores y comerciantes, cooperen distribuyendo a través de
los precios la riqueza producida. En un
sistema de precios libres, el incremento de estos indican una caída de la
oferta o un aumento de la demanda, independientemente que el consumidor conozca
la causa de ese incremento en el precio, su comportamiento transmite la idea
–conocimiento- que la demanda (en este nuevo precio, más alto) caerá
irremediablemente. Los consumidores que continúan adquiriendo ese bien a
precios más altos, le están dando al bien mayor utilidad marginal. Esto de
inmediato induce a una corrección natural del mercado, es lo que se denomina
cataléctica, o economía!
Cataléctica
es la teoría praxeológica que explica la manera como el sistema de libre
mercado forma las relaciones de intercambio y los precios a los cuales esas
transacciones se efectúan. Su objetivo es conocer a través del cálculo
monetario y la formación de los precios el punto en el cual un agente realiza
sus opciones en el mercado. Explica los precios tal como son y no como deberían
ser. Las leyes de la cataléctica no son juicios de valor, sino que son
postulados objetivos y de validez universal; es decir, el orden provocado por
el ajuste mutuo de muchas economías individuales en un mercado..
En
régimen de precios controlados: escasez, racionamiento con inflación
Por
el contrario, en un régimen de precios regulados, estos son establecidos por el
gobierno, las señales que emiten y envían los precios ya no son confiables, los
consumidores y productores pierden los caminos de sus acuerdos, equilibrios. La
reacción de la demanda y la oferta ya no se relacionan bajo su natural lógica.
En razón de ello, se forman fuertes desequilibrios entre oferta y demanda
causando de inmediato escases, -o sobreproducción y derroche de recursos-
interrumpiendo el proceso de creación de conocimiento que es fundamental para
que consumidores sean agentes vivos en la creación de los precios.
En
esas condiciones se establece un régimen artificial incapaz de producir u
ofrecer bienes suficientes a la demanda. El fenómeno económico creado por
reacción de los agentes es lo que conocemos como escasez, y si este se hace
sistemático, lo que estaría en ejercicio es un mecanismo de racionamiento, que
el gobernante presupone, es la administración ordenada de la escasez; los
regímenes comunistas ignoran esto, y convierten la escasez en racionamiento
sistémico. La gente ya no investiga ni sale al mercado, simplemente espera a
que el agente que raciona, el gobierno, avise y comunique la disponibilidad del
bien, pero en condiciones decontrol y racionamiento.
LA
ESCASEZ Y EL RACIONAMIENTO DE HOY
Cuando
Chávez impuso el control de cambio en Febrero del 2003, afirmo sin complejos,
“el control de cambio y los controles de precios son políticos”, con ello
eliminó el sentido de provisionalidad de los controles, los que en la historia
económica contemporánea, Venezuela conoce. El venezolano común, el empresario,
propios y extraños, no tomaron esas palabras en serio. En esos días, opinábamos
y escribíamos que la agenda del socialismo que Chávez había proclamado, traía
los controles de cambio y precios, incluida las tasas de interés. Tomo diez
años para que la gente terminara aceptándolo y con resignación, esperando solo
el término del gobierno, para retornar la senda de la normalidad económica.
La
Asamblea Nacional –la fábrica de leyes de la revolución- comenzó a legislar sobre
cada sector de la actividad economía, leyes, decretos leyes, fueron rápidamente escritas y aprobadas, la
economía terminaría al cabo de algunos años, totalmente maniatada, los
mecanismos de formación de precios, penalizados, el ejercicio libre de la economía
terminaría regulado por leyes de naturaleza penal. Así los controles
administrativos, pasaron a ser administrados por leyes y decretos, con lo cual
se le introducía a la actividad económica privada grandes restricciones.
DESCAPITALIZACIÓN
DEL SECTOR AGRÍCOLA Y AGROINDUSTRIAL
La
Ley de Tierras, por ejemplo, es la guadaña con que se decapita el sector
privado en el campo, ganaderos y agricultores se han descapitalizado
considerablemente, el número de vacuno en pie se ha reducido en casi un 40%, la
agroindustria ha sido sacrificada por el gobierno con el ingreso al Mercosur;
el Estado venezolano (PDVSA y asociados)
son los únicos importadores de productos agroindustriales y materias
primas para la agroindustria por volúmenes superiores a los 3500 Millones de
dólares. Decenas de acuerdos bilaterales con países del Caribe, el gobierno
canjea petróleo por vitualla agropecuaria, pollos, leguminosas, aceites, para
abastecer los mercados de PDVSA y asociados.
Todo
esto se ha administrado con un curioso concepto de “soberanía alimentaria”, el
cual, se entiende finalmente como unos mecanismos administrado por el gobierno
para “independizar” del productor privado venezolano la dieta alimentaria del
venezolano. Un ejemplo para ilustrar el comportamiento del gobierno comunista
venezolano. República Dominicana canjea petróleo por caraotas, estas son
compradas por el gobierno dominicano en Asia, para enviárselas a Venezuela a
cambio de petróleo. Con esta operación, el gobierno empobreció a pequeños y
medianos productores de caraotas y otras leguminosas.
El resultado neto de estas políticas de
estatización de vastos sectores agrícolas y agroindustriales, en conjunto con
cadenas distributivas, abastecidas por productos importados, afectando, no por
intermedio de esquemas competitivos en procura de mejores precios para el
consumidor, sino forzando la descapitalización, desinversión y cierre de
empresas del sector. Fenómeno que solo han podido resistir algunos grandes,
Polar entre ellos. Todos esos volúmenes de alimentos procesados, materias
primas, y productos agroindustriales
provenientes de Mercosur, de socios
de PDVSA en el Caribe y América Central, así como otras regiones, son
adquiridas con divisas o con petróleo, que para los efectos de PDVSA es lo
mismo.
UN
GOBIERNO METIDO A EMPRESARIO QUEBRADO
Imaginémonos,
entonces como operaria esa extravagancia estetizante en la importación de
alimentos, materias primas, etc., en condiciones de una crisis de balanza de
pagos por caída no solo de las exportaciones de petróleo, sino por la caída del
ingreso petróleo y valores de exportación. A ese efecto agregamos la crisis
fiscal consecuentemente producida por caída del ingreso fiscal petrolero; por
las mismas razones que determinan el menor ingreso de divisas. Ambas crisis de
pagos, la de balanza de pagos por brusca caída de reservas internacionales
–menos ingreso de petrodólares- y la fiscal, desde hace varios trimestres
gobierno y BCV entraron en la ecuación fiscal financiando el déficit fiscal, el
efecto neto inflacionario de ese mecanismo de financiamiento inflacionario del
déficit fiscal está a la vista, la inflación promedio anual esperada estaría en
el 45-50%.
La
caída en las reservas internacionales colapsó a CADIVI, y a las vías alternas
para la adquisición de divisas a precios mayores que la tasa de cambio oficial,
el fiasco de las subastas del SICAD, y la explosión del dólar off shore del
llamado mercado paralelo.El impacto neto de esa crisis de pagos no se hizo
esperar y se expresa crudamente en escasez severa de alimentos, medicinas,
bienes diversos, y en deficiencias en servicios públicos –electricidad y otros.
El gobierno quedó literalmente limpio en divisas, -crisis de balanza de pagos
por drenaje de reservas internacionales- la escasez escaló, lo que obligó a Maduro
a viajar al Mercosur en un curioso viaje de “búsqueda de comida” pero con la
chequera sin fondo, como la había dejado Chávez.
La
escasez: sin dólares, no hay remedio. Salida ? La hiperinflación y la calle
En
un entorno político y social que se fue tornando violento, comenzando por la
violencia del gobierno que trae a los militares a las calles, por temor de
disturbios sociales y como instrumento del miedo al país que aun cuestiona la
legitimidad de Maduro. La situación política es realmente precaria, cruzada con
escasez e inflación, y entrando en un umbral hiperinflacionario, el gobierno no
parece darse cuenta que su piso político se ha fundido. Escasez, inflación,
desempleo y contracción económica, no son fenómenos que garantizan estabilidad
política, todo lo contrario, la tormenta perfecta.
El gobierno en los hechos se
deshace en medio de ineficiencias en servicios públicos, electricidad, en
corrupción, y en su rol de empresario del sector que produce y mercadea
alimentos y materias primas de origen agropecuario.
Esta
situación de escasez, sintetizada en inflación, crisis de pagos, ha limitado
severamente el acceso a los mercados de deuda, dada las continuas negativas
calificaciones de riesgo que han
encarecido los costos financieros a Venezuela, a niveles que luce
financieramente criminal emitir títulos de deuda en esas condiciones. Ello
desde luego limita la acción de gobierno; fenómeno, el cual el gobierno no
pareciera comprender. Es protuberante la presencia, no solo de ineficiencia,
ingobernabilidad, sino de lo básico, conocimiento e inteligencia para resolver
una crisis política que ha coincidido fatalmente con el actual descalabro
económico que ha puesto al gobierno en un entorno de inestabilidad
político-institucional, perdiendo peso político y apoyo en la calle, la
posición del gobierno es mediocre, pero no tienen agenda de acuerdo nacional,
la única solución posible!.
EL
EMPOBRECIMIENTO DEL CAPITAL ANTE EL ACOSO DE LA IDEOLOGÍA: LA ESCASEZ COMO
CONTROL SOCIAL
El
aparato productivo privado, respondió
descapitalizándose, cae la inversión bruta fija, no se acumula capital,
fábricas y empresas de todo tamaño, privadas nacionales y multinacionales cierran y/o se mudan a otros países, otras son privatizadas, expropiadas,
secuestradas, y estatificadas o nacionalizadas, ello ocurre en todos los
sectores, petróleo, acero, aluminio, cemento, cerámicas, vidrios, centrales
azucareros, torrefactoras del café, industrias lácteas, fábricas de harina
procesadas para arepas. Lo que es normal en el mundo moderno, sociedades y
empresas multinacionales privadas es perseguido por la legislación y los
controles, solo se privilegia la asociación del Estado/Gobierno con empresas
extranjeras, -el modelo cubano.
Los
controles de precios y de cambio, y la legislación que rompe los derechos de
propiedad han reducido a Venezuela a un espacio donde pese a la presencia de
materias primas no ingresa capital extranjero. Los indicadores de
competitividad a atandadores internacionales colocan a Venezuela como el país
de menor competitividad en el mundo. El control de cambio ha sido utilizado
como un instrumentos militar para demoler la posibilidad exportadora de la
economía nacional. El objetivo, explicado hasta la saciedad por el sempiterno
Ministro de Planificación, J Giordani es crear pobres para que ellos dependan
del Estado, el mantra del Ministro, el socialismo y nacional-socialismo cubano
o hitleriano, cuyos objetivos fueron esos.
alex102@movistar.net.ve
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