ALFREDO MICHELENA, MADURÓ CON CARBURO, BITÁCORA INTERNACIONAL

Maduro arrancó mal. Comenzó dando tumbos, vociferando que ellos son los que mandan y amedrentando al país. Está preñado de ilegitimidad. Y lo sabe el mundo.

Primero aceptó que se abrieran todas la cajas, pero le advirtieron: cuidado que podemos perder todo con este arranque de democracia- quizás Raúl Castro o/y Jorge Rodríguez, quien conoce al monstruo por dentro. Mandaron a jugar cerrado y salieron las alfiles a defender las elecciones. El argumento: el voto es electrónico y está en la máquina. Ya se contó. El comprobante que se mete en la caja no es el voto, por lo que su conteo no compromete legalmente. Es como si cuando usas la tarjeta de crédito y tu comprobante dice 100 y te cobran 200, y el banco te dijera que lo que cuenta legalmente no es tu comprobante sino lo que diga su computadora.

Lo justifican recordando lo de “acta mata voto”. Otrora los partidos supervisaban al CNE y no al revés, y se controlaban unos a otros permanentemente. A pesar de las críticas, los pequeños partidos comenzaron a ganar local y regionalmente, hasta ganar nacionalmente con el chiripero de Caldera y luego con Chávez. Ahora de forma no transparente: “maquina mata voto”. Y las máquinas las manejan los “técnicos” del régimen.

Al grito de ¡abran todas la cajas! salimos con Capriles a defender nuestros votos en unas elecciones que, solo sin el abuso en el uso de los recursos públicos, habría ganado cómodamente. Y se han presentado pruebas de un fraude, que por pequeño que fuera puede modificar un resultado oficial tan cerrado.

El régimen cedió ante la presión de las cacerolas y de la comunidad internacional.“Serán auditadas el 46% de las cajas que no fueron verificadas". Capriles lo acepto. E insistió en revisar los cuadernos de votación y actas. Ahora vienen los detalles, donde se complican las cosas.

Esto facilitó el acuerdo de la reunión de Unasur y la presencia de más presidentes a la toma de posesión. Claro, los miembros del “club de los tírame algo”, iban a venir de todos modos a asegurar que la “regaldera” siga con Maduro.

Maduro perdió su gran oportunidad al vacilar y no ponerse al frente del recontéo, lo que habría desarmado a la oposición y  ganado un reconocimiento masivo internacional. Pero prefirió tratar de imponerse, mostrar sus garras y amedrentar. Pero no pudo. Arrancó con plomo en el ala y con el mal sabor de lo “madurado con carburo”.

Maduro fue  proclamado en un concierto de cacerolas  y asumió la presidencia sin la anuencia de medio país y “salceroleado”. Lamentablemente, no escogió el dialogo como salida sino continuar con la imposición de un modelo abiertamente rechazado, como se vio el 14A. Si esto presagia un futuro problemático para esta “tierra de gracia”, también abre las puertas para una pronta vuelta de la democracia. Somos mayoría.

alfredomichelena@gmail.com

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