En todas partes hay gente con pésima memoria
o se hacen los desmemoriados. Ponen cara
de yo no fui a la hora de hacer y decir barbaridades y, como dijo Uslar Pietri
un par de veces, creen que los demás somos pendejos. A esos hay que recordarles de vez en cuando
que la Fitina todavía se encuentra en ciertas farmacias.
Uno de esos desmemoriados es Gustavo
Cisneros, el hombre de “Venezolana de Venevisión” y del estruendoso pacto con
Hugo Chávez. El hombre que después de haber formado parte de las manifestaciones
populares del 2002 y de haber organizado reuniones que el teniente coronel no
vaciló en calificar de conspirativas, se presentó en el despacho presidencial
acompañado por Jimmy Carter.
“No hubo pacto”, decía y repetía
Cisneros. Lo cierto es que dejó a la
oposición agarrada de la brocha y puso sus radioemisoras y el Canal 4 al
servicio del autócrata. ¿Mala memoria? Que lo digan varios periodistas, entre
ellos Napoleón Bravo. Los principales
programas de opinión fueron cancelados y hubo despidos. Chávez lo tenía agarrado por ahí, con aquello
de unas armas que encontraron en una casa aledaña a Venevisión.
Ricardo
Escalante
ricardoescalante@yahoo.com
@ricardo04410868
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