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martes, 2 de junio de 2015

JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ, SUCRE, MILITAR HUMANITARIO

Gran Mariscal de Ayacucho.
Aquel hombre que se dirigió la mañana fatídica del 4 de junio de 1830 por los tortuosos caminos de: "aquellas montañas infernales" en el sitio de Berruecos, acompañado por una pequeña comitiva, marchaba sin saberlo hacia su hora final, serena la conciencia, recta su trayectoria, dispuesta el alma y la conducta para enfrentar con dignidad el juicio de los hombres, el examen severo e imparcial de la historia.

Nadie pudo imputarle con razón actos innobles como soldado y magistrado, el gesto cruel hacia sus enemigos, el atropello infame contra las poblaciones, bajas ambiciones y hechos vergonzosos como los de quienes se sirven del poder para su beneficio burlando los sagrados deberes del honor y las exigencias del verdadero patriotismo; seres incapaces de pasar como él sin faltas por la vida, temerosos de cuanto adeudan a los otros a la hora del balance definitivo. Grande, inmaculada, superior es su obra y ante su ejemplo acude con respeto la patria, su nombre, Antonio José de Sucre.

Si algún rasgo distinguió al Mariscal fue su humanidad. Sus ejecutorias como hombre y como gobernante dieron muestra de generosidad, respeto y protección a los desvalidos, a las viudas, a las esposas, a los hijos, a los enfermos y a los presos. Sucre se ennoblece por la manera como supo reconocer en una época de luchas los derechos de otros como principio irremplazable de virtud republicana.

Examinemos para nuestro honor o nuestro oprobio conforme a nuestros actos, sus disposiciones para el célebre Tratado de Regularización de la Guerra (1820) dedicado en su mayoría a los prisioneros de guerra, señalando que el mismo: "... sea tan liberal, que se extienda el canje... hasta los espías, conspiradores y desafectos: que ningún pueblo, ningún ciudadano sufra jamás por sus opiniones...". Tal es pueblos olvidadizos, gobernantes incultos, hombres indiferentes, sin excepción, unos y otros, todos, la lección apremiante del Gran Mariscal de Ayacucho.

Jose Felix Diaz Bermudez
jfd599@gmail.com
@jfd599

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