Desde 2013  el crecimiento económico  ha disminuido su tendencia alcista comparado
con el 2,9% de 2012, cuyas expectativas reales acentúa su decrecimiento por la
grave crisis económica actual cuyos  pronósticos
no son halagüeños por el bajón de los ingresos peroleros que representan más
del 95% de los ingresos del país, en un escenario hiperinflacionario con
incidencia directa en el poder adquisitivo de los venezolanos por el alza
desmesurado de alimentos, insumos  y servicios
de todo tipo, situación drásticamente acentuado en  el 2014-2015 por la baja de los ingresos y la
conflictividad política.
En relación con
 la erosión ciudadana planteada por
Negrón y por muchos   expertos nacionales
y extranjeros, habría que señalar que este factor  atenta contra la tranquilidad y crea en la
ciudadanía un desasosiego incalculable manifestado  en su calidad de vida por no  poder atender los requerimientos básicos de
la canasta familiar, como alimentos, electrodomésticos, medicinas y servicios
médicos, transporte, repuestos, insumos en general y, lo peor , atender los
altos costos de las diferentes pólizas de HCM, automóviles, de vida,  y la totalidad de los servicios públicos
incrementados de forma exorbitante desde diciembre de 2012.
La vivienda
tiene un significativo valor para la población porque  su déficit de 
más de dos millones de unidades ( déficit de 2,735 millones para el
2011, según GMVV) y la restringida,  por
no decir casi inexistente, oferta de 
vivienda de alquiler y la baja tasa anual de construcción  en los últimos tres años, ha puesto a más de
la  mitad de hogares venezolanos  en una situación crítica al no tener donde
vivir para los que no disponen de 
vivienda propia  y necesitan
alquilar y para los que van a formar 
nuevos hogares, debido a la política nacional  negativa sobre el  inquilinato y precio  desmesurado de las viviendas. En caso de ser
ciertas  el número de viviendas construidas
y reparadas (2012-2015) por  el gobierno
nacional, se estima que todavía habría más de, 2,2 millones de familias que no
disponen unidades dignas. La  Cámara
Inmobiliaria  estima que el sector
privado no ha logrado construir más de   15.000  unidades habitacionales   el año 2014 (El Nacional, 17/10/2014), y  el gobierno no ha alcanzado sus metas
constructivas, además de la paralización de las 
ya iniciadas por falta de recursos y la escasez de los insumos
necesarios, situación aún peor para el 2015.
Todos estos
números apenas reflejan una parte de la realidad y  para que el 
lector se dé cuenta someramente  
de la problemática respectiva,  habría que agregar  la situación de los servicios públicos que
denotan una crisis acrecentada cada día 
más por problemas desmejoramiento del transporte público y  con un 
un sistema de metro nacional, en algunas de nuestras ciudades,  que no termina de solucionar los obstáculos
de operación, incremento de viajes  y
confort por desperfectos, falta de mantenimiento y de repuestos, aparte de la
vialidad urbana y extraurbana que  en una
proporción considerable requieren ingentes 
inversiones y desafíos  de  reparación de las calzadas, señalización,
equipamiento, mantenimiento, patrullaje y construcción de nuevas vías y
autopistas indispensables para garantizar un servicio eficiente y seguro,
cuando  las cifras por inseguridad,
siniestralidad de muertos, heridos y 
pérdida de mercancías son muy altas, además del colapso de la
circulación. 
Los otros
servicios que  completan esta
problemática infraestructural  y
equipamiento  se refiere a los problemas
graves de  electricidad, alumbrado
público, agua potable, recolección de aguas servidas y drenajes urbanos;  recolección, transporte y tratamiento de residuos  domiciliarios y urbanos, etc. 
En el orden
social y espiritual no es  menor la
conflictividad creada en nuestra población sometida constantemente por varias
horas por una hegemonía comunicacional publicitaria del régimen para imponer
una ideología y prácticas  reñidas con
su  idiosincrasia tradicional, religiosa
e ideológica , y lo más oneroso de esta situación que ha tomado cuerpo
cotidianamente, es que a ello se le une la conflictividad política con un discurso
cada vez más ofensivo, contradictorio, pugnaz, soez y procaz, entre el
sector  oficialista que subsume la casi
totalidad de los poderes públicos contra 
la  disidencia que trata a toda
costa de impedir que se elimine o desparezca totalmente las instituciones
democráticas de la nación. La crisis institucional nos  apesadumbra intensamente.
En este marco
devenido casi habitual en la última década, habría que agregar el altísimo
índice de inseguridad, protestas frecuentes por diversos motivos   y persecución política contra los disidentes
antigubernamentales lo que significa una hoya de alta presión que infunde
temor, miedo y desesperanza en gran parte de nuestra población que le impide  realizar normalmente sus actividades de
compra de alimentos, insumos y medicinas por la escasez y largas colas, en
mercados, abastos, farmacias, en hospitales y realizar sus actividades de
esparcimiento, turismo y deslazamiento por los espacios públicos, cines,
teatros, sobre todo en horas vespertinas y nocturnas.
Nuestras casas
y apartamentos  se están convirtiendo en
centros voluntarios de reclusión con rejas, sistemas de seguridad y adopción de
medidas para  impedir que el hampa, las bandas
criminales y delincuentes nos ataquen, roben y nos maten. Para nadie es un
secreto que la mayor parte  de
urbanizaciones y hasta en los barrios populares de los centros urbanos y
rurales, gran parte de  personas y
familias    se inhiban de salir en horas
vespertinas y nocturnas  y se adopten  medidas de seguridad para impedir  los ataques desbordados del hampa.
Las ciudades
grandes y medianas se están convirtiendo 
también en retenes como los    recintos
carcelarios  que están abarrotados por el
alto hacinamiento de seres culpables o inocentes que practican una vida llena
de conflictividad  extrema con el tráfico
de drogas, trifulcas, peleas y todo género de conflictos que siempre terminan
con saldos negativos de heridos, muertos y lesionados. Además de las cárceles
políticas donde militares y disidentes políticos están privados de su libertad
por osar reclamar sus derechos a la protesta política contra los desmanes de un
régimen que cada vez más nos recuerda las mazmorras  de los países comunistas, fascistas, franquistas,
nazistas, y castrista,   experiencias que
eran ajenas a nuestra vida nacional.¿ Cuántos venezolanos están privados de
libertad por razones ideológicas y políticas, y 
cuántos han sido asesinados en las protestas públicas?
A esto en forma
escueta  se refiere el maestro Marcos  Negrón en la práctica de su vida y de sus
escritos  dibuja someramente la aciaga
realidad de una nación a la que se ha puesto una camisa de fuerza física, espiritual
y estructural impidiéndole el  progreso
debido y sustentable de sus ciudades y frustrando una vida sosegada  de sus ciudadanos que están optando por
abandonar lo más preciado de la vida humano, su familia y amigos, sus tradiciones
y costumbres, y  su propia lar pleno de
belleza y de bondades brindadas por la beneficencia  de la naturaleza divina, por no existir
condiciones mínimas para su desenvolvimiento laboral, social, religioso y
familiar y para exiliarse forzosa y voluntariamente en otros países abandonando
su hogar y pasando por situaciones extremas de penurias y calamidades  (Recomiendo la lectura del OVV de 214).
Jesús
Rafael González Briceño
jesusrafael768@gmail.com
@jesusgonzalezbrEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD, VENEZUELA, INTERNACIONAL, NOTICIAS, ENCUESTAS,
 

 
 
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.