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Sin
embargo, la mayor debilidad de Maduro está en la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, su actuación para dirimir un grave problema generado por los
hechos acontecidos en el edificio Manfredi, sede del colectivo liderado por el
difunto Odreman, demostró que como presidente de la República no tiene mando en
la institución castrense ni controla los servicios de inteligencia, que lo han
mantenido desinformado. Rodríguez Torres no le consultó; como militar activo
pidió autorización a sus superiores.
Según
nuestra fuente militar, cuando el colectivo tomó como rehenes a tres efectivos
del Cicpc durante el allanamiento, Rodríguez Torres consultó las acciones para
liberarlos con el general Padrino López, y este a su vez con el Alto Mando
Militar. Según la fuente, Rodríguez Torres fue autorizado a “echarles plomo”.
Sabían que entre las consecuencias por el ajusticiamiento podría estar su
destitución. Era un escenario previsible. Sin embargo, el Alto Mando Militar
aprovechó la remoción del general Rodríguez Torres (que siempre estuvo en la
mira de los cubanos por ser ficha de Diosdado Cabello) para salir de una vez por
todas de la ministra de la Defensa, Carmen Meléndez – alias la Cubana–, a quien
repudiaron desde su designación en el despacho, no por ser mujer, sino por
tener línea directa con Raúl Castro, que la impuso. Por eso, los militares que
rechazan la subordinación al régimen castro-comunista, jamás la obedecieron.
Como
había un interés de sacarla del Ministerio de la Defensa, negociaron la destitución de Rodríguez Torres para
mandarla al Ministerio de Interior y Justicia, de donde saldrá quemada, y, al
mismo tiempo, sacar del juego a Freddy Bernal, candidato in péctore de Cilia y
Maduro para Relaciones Interiores. Maduro tuvo que aceptar las condiciones para
evitar que le estallara una crisis militar, sabe que hay un gran descontento
que no se apaciguará con el aumento de 45% de los salarios militares.
En
el seno de la FANB hay chavistas que quieren sacarlo y pedirle la renuncia,
también hay sectores radicales que creen están dadas las condiciones para tomar
el poder, no les importa una condena de la comunidad internacional, esgrimen
que el gobierno está apoyando oficialmente a la delincuencia organizada
representada en los colectivos, unos 6.000 en todo el país, que mantenerlos
apertrechados con armas de última generación y provisiones cuesta unos 2.000
millones de dólares anuales –según la fuente– que se sacan de la partida
secreta del Ministerio de Relaciones Interiores.
Además,
está la incompetencia manifiesta del “heredero” y de su equipo gubernamental
para resolver los grandes problemas económicos, agravados por la succión de
nuestros recursos por los cubanos y por gobiernos ideológicamente afines. Lo
que viene no es precisamente joropo sino enfrentamientos entre grupos de poder.
Léase: colectivos vs FANB.
Marianella
Salazar
marianellasalazar@cantv.net
@AliasMalula
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los militares tienen que aprender a subordinarse al poder civil. Por eso muchos prefieren darle un golpe a Maduro antes de arriesgarse a tener que obedecer a un nuevo régimen fuertemente institucional que haga valer la separación de poderes
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