JOSÉ RAFAEL AVENDAÑO TIMAURY, 37 % VS. 63 %

Estos porcentajes se refieren a cifras dadas por el Director de Datanálisis donde manifiesta que el presidente Nicolás Maduro solo tiene un 37 % de popularidad por lo que uno infiere que un 63 % opina lo contrario, es decir, lo cuestiona. Así mismo afirma que la oposición debe preguntarse "por qué, a pesar de la crisis, 4 de cada 10 venezolanos apoyan" al Jefe de Estado. Acotó que "no existe nadie del otro lado que capitalice el desplazamiento del presidente Maduro".

Estas cifras, la pregunta y la conclusión del declarante deben hacernos reflexionar a pesar del engolosinamiento sentido por algunos voceros de la MUD que han definido como una gran victoria electoral la obtenida el domingo 25 de mayo.

Evidentemente a estas alturas del partido que 37 de cada 100 venezolanos apoyen al régimen violenta una tradición político-electoral a nivel mundial: las crisis económicas severas como la que padecemos ocasiona un derrumbamiento colosal a los responsables del desaguisado y propician el cambio de gobierno por las buenas, si se producen elecciones, o la caída súbita y algunas veces cruenta. Si le agregamos al explosivo ingrediente la represión con saña inédita para con opositores mayormente jóvenes, la inseguridad, el desabastecimiento, lo inútil en que se han convertido todos los servicios públicos, el asalto a saco roto del erario público etc., etc., no resulta disparatado aseverar que estamos sentados sobre "un barril de pólvora" con fumadores en su entorno. Entonces debemos preguntarnos el por qué de esa conducta sin caer en apreciaciones fáciles y burdas como que "son masoquistas", "resentidos", etc. La dirigencia política organizada opositora tiene que determinar a qué se debe esta fluctuación que se ha repetido en otras ocasiones y destinar sus esfuerzos hacia ese sector que persisten, con "fe de carbonarios",  y aún cree en las bondades del régimen.

Lo anterior sería la respuesta a que "no existe nadie del otro lado que capitalice el desplazamiento del presidente Maduro". Inferimos entonces que la MUD, órgano opositor y operador político por excelencia organizado desde hace varios años, no ha podido implementar políticas tendentes a procurar el cambio de ese sector importante de venezolanos. Los planteamientos y ejecutorias con el proceso unitario y participativo en contiendas electorales con desventajas ostensibles ante el adversario gubernamental, siempre insaciable para todo tipo de malas e ilegales prácticas, aunque importantísimas no han sido suficientes para lograr el cambio deseado por la mayoría.

Soy de los que aún piensa que muchas de las individualidades y partidos que conforman la MUD actúan de buena fe, aunque persisten en errores conductuales, al darle preponderancia a los aspectos electivos. Seguramente se han planteado la posibilidad de cambiar las políticas que no han traído el resultado esperado ya que como lo hemos afirmado, estamos alejados en el tiempo de competencias de esta índole. Por ello me permito sugerirles tomar la iniciativa en esta nueva etapa, con una nueva praxis e innovadora óptica, para la creación del Gran Frente Nacional contra la Opresión donde necesariamente debe dársele cabida a todos los sectores nacionales que por alguna razón no se sienten representados en ese aparato porque piensan que nos encontramos inmersos en otros aspectos que exceden lo electoral; para que intervengan en forma directa con ellos en la planificación y ejecución de nuevas políticas necesarias para lograr el cambio esperado por la ya gran mayoría nacional; pero, debo insistir, buscar el acrecentamiento de nuevas voluntades, inclusive de las provenientes de los sectores aún simpatizantes del proyecto político que nos gobierna.

Por qué no iniciar un gran debate nacional con agenda abierta para luego concretar aspectos puntuales, de manera adecuada para discutir estas perspectivas sobrevenidas, fundamentalmente a la que se refiere la encuesta en comento en este mes. Ese diálogo entre la MUD y los sectores organizados o no de venezolanos que deseamos un cambio real y de nuevas acciones no electorales pero siempre democráticas es un compromiso serio que se debe asumir porque estamos en el tiempo, en el sitio y en condiciones propiciatorias para intentarlo y lograr el éxito.

Hacer una gran reunión con la dirigencia estudiantil representados orgánicamente; con los sectores de trabajadores a través de sus organizaciones sindicales; con los profesionales por intermedio de sus Colegios y Federaciones; con las ONG, organizaciones gremiales y asociaciones de vecinos y de barrios procurando una interacción viable entre ellas.

Que este mes que se inicia nos permita, alejados de todo tipo de obnubilaciones y prejuicios establecidos a priori, discernir con el corazón caliente y con la cabeza fría para encontrar las formas y los modos de remediar la agobiante e insoportable vida que padecemos.

José Rafael Avendaño Timaury

cheye@cantv.net

@CheyeJR

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