La
oposición no sólo está dividida, sino que está también desarticulada. El
gobierno ha venido triunfando en esto; a propósito de su intención de
eternizarse en el poder; pero basado en unos métodos, como es la persecución y
la represión, que no tienen justificativo en el mundo de hoy; tanto más si se
parte del hecho de que estamos en una sociedad democrática, y los procesos de
democratización, en especial, de los pueblos occidentales a la hora actual
parecen irreversibles.
¿Equivocado
Leopoldo López cuando se lanzó con la ofensiva de “La Salida”, que es lo que lo
tiene en la cárcel, y en el cual había un cierto afán de conspiración; por
aquello incluso de crear comités en las diferentes localidades del país; unos
comités, que saldrían de asambleas de ciudadanos, y que prepararan el terreno
para “la salida” de este gobierno, claro, desde un punto de vista
constitucional? ¿En las narices de estos caimanes, que no tienen ni el menor
respeto por lo que se ventila, públicamente, a propósito del cerco que han
venido creando en torno a los medios de comunicación, para cercenar la libertad
de expresión? Es aquí donde uno observa que la figura de Leopoldo López para la
víspera de su detención aparecía como impertinente: “No era el momento de
discutir acerca de liderazgos”.
Porque
la verdad es que hay salidas constitucionales para un gobierno que, no sólo ha
retrocedido a su pueblo hacia el anacronismo más absoluto en el marco de los
procesos de democratización, de los que hablaba atrás; sino que nos ha venido
aislando del concierto de naciones que ya se rigen por un sistema político de
alternancia de partidos y de economía de libre mercado; aparte de que se ha
buscado unos amigotes, que representan lo más ruin de la humanidad; fósiles que
aún perduran en la política mundial; cadáveres insepultos, siendo el caso más
patético Fidel Castro; que cuando se muera habrá que meterlo en una urna, con
todos los libros que se ha leído, y lanzarlo al mar Caribe; para que no se sepa
más de él, ni de su circunstancia, y así, sucesivamente: con la causa de la
mala fe, que es lo que mueve a esta gente, el autoritarismo, la idolatría; eso
que en nuestro tiempo se ha conocido como los enemigos de la sociedad abierta.
En
su momento, digamos, cuando estaba en su cénit la famosa Crisis de los Misiles;
involucrada Cuba en el asunto, y Castro dispuesto a inmolar la isla, si medimos
las consecuencias que le traía el instalar esa arma de guerra letal en su
territorio, dispuesta hacia EEUU, por su temeridad, éste daba pena ajena;
Maduro hoy produce repulsión: no es que Obama no quiere portarse mal con el
gobierno venezolano, a raíz de esto de posponer las posibles sanciones a sus
más conspicuos funcionarios, como lo aprobó el congreso de ese país; es que no
se quiere saber nada del mismo, porque eso es alborotar “le merde”.
Desde el mismo momento en que se le allana la
inmunidad parlamentaria a María Corina Machado, sin derecho al pataleo, como
decimos en criollo, se viola en una forma flagrante la Constitución, y eso
desencaja en el mundo moderno, sólo que el derecho internacional se puede
considerar que sí priva para un país pequeño como El Salvador, mientras que
para un país como Venezuela no, ¿o la excepción confirma las reglas?
Porque este gobierno no sólo ha vulnerado
nuestro hilo constitucional, sino que también con esa tolerancia y hasta
conchupancia con la cual, sobre todo, nuestros vecinos del continente han visto
esta situación, a excepción quizás de un país como Panamá, vulnera sus
respectivos hilos constitucionales; cosa que le saca en cara la oposición de
estos gobiernos allí en sus instituciones, si partimos del hecho de que han
sido naciones que han firmado algo que se conoce como la Carta Democrática de
la Organización de Estados Americanos.
Claro, mejor papel hacía Leopoldo
preparándose en estos momentos, para lanzarse como diputado en las elecciones
legislativas; que ahora comienzan a verse más cerca, que hace dos meses, cuando
él llamó a la insurrección, y el G-2 cubano difundía la especie de que Leopoldo
iba a encabezar un gobierno cívico-militar de transición; con motivo de una
reacción del sector institucional de las fuerzas armadas, que es el argumento
que aduce el gobierno para tenerlo tras los barrotes, y que en cierto sentido
fue lo que marcó el deslinde ya definitivo de su figura de la MUD; seguido un
tanto por María Corina Machado y Antonio Ledezma, y sobre los que han caído
numerosas críticas, sobre todo, en un momento en que al sector que juega al
largo plazo dentro de la oposición, parece como si la historia le comienza a
dar la razón, ya que la protesta que vimos hace dos meses terminó cocinándose en
su propia salsa; aunque la misma sirvió para que, al menos, el gobierno cediera
en lo que respecta a ir a un diálogo, y donde resultó una pelea de burro con
tigre, tomando en cuenta que hasta el propio Diosdado Cabello reconoció entre
dientes la experiencia parlamentaria que exhibía allí un hombre como Henry
Ramos Allup, frente a un grupo de personas de escasa formación, en ese sentido;
razón, por lo demás, para que el gobierno abandonara dicha mesa; no cediendo en
las peticiones que le formulaban del otro lado, y las que implicaban
precisamente la libertad de Leopoldo, además de la de Simonovis; una raya más
para el tigre, y la que terminó por completar con una represión brutal y
descomedida contra la protesta pacífica, sobre todo, estudiantil; que el mundo
mira con indeferencia, pero que tarde o temprano cobra.
Enrique
Melendez O.
melendezo.enrique@yahoo.com
@emelendezo
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