Allí están los actuales resultados trágicos y lamentables , que son la cosecha y frutos de quien al frente del poder durante 14
años, Hugo Chávez, fallecido en la Habana en el 2012 llamado por sus áulicos y palafreneros, “ el comandante
supremo”, bajo el control del régimen de los esbirros Castro, quiso imponer en este
país a la fuerza, un régimen comunista soportado sobre un modelo
económico y social socialista
fracasado en el mundo entero. Utilizando
el terror y la represión, que lo llevo a la destrucción del Estado, de las
instituciones políticas y jurídicas y de
la república misma, para desembocar en
este caos que vivimos los venezolanos.
Y, en su segunda etapa, durante estos 11 meses que lleva el impostor y
protempore Maduro al frente del Estado, elegido presidente mediante un inmenso fraude constitucional
y electoral montado en la Habana por
un contubernio falaz, que lo
califica como ilegitimo de origen y de ejerció en el cargo,
apoyado solo por unos cuantos
malos hijos de la patria, quien ha
querido mantener con represión brutal a
sangre y fuego el mismo régimen
destructivo con el solo propósito mantenerse
en el poder junto una elite
cupular combinada corrompida plenamente identificada que se ha dedicado
a saquear los dineros del pueblo, y para
ello no escatimado en encarcelar y reprimir a balazo limpio y a asesinar al
estudiantado como lo han hecho, que son la voz de un país que los quiere fiera del
poder y exige castigo a sus fechorías, y
crímenes de lesa humanidad y de
corrupción que jamás prescribirán de
cara a nuestro ordenamiento legal, así como del internacional.
Y fueron los estudiantes nuevamente como siempre, ante la inexistencia de un
liderazgo opositor, que salieron a las
calles de la patria a levantar la protesta de un pueblo, tal como lo hicieron en febrero de 1814 en la Victoria, como lo hicieron en abril de 1928 contra la feroz dictadura de Gómez, como lo hicieron en
febrero de 1936 contra el
neogomecismo de López Contreras y como lo hicieron en 1958 contra el régimen de
Pérez Jiménez, los que han salido a la
calle en forma valiente con la bandera
de la dignidad, ante la impavidez y el silencio cómplice y cobarde de la
llamada “clase opositora,” y los que están
refugiados en un parapeto antihistorico llamado
MUD,C.A que no representa a nadie y que lo que solo han hecho es cohonestar junto a los asesinos y ladrones de la patria, el sostenimiento de
esta tragedia y ahora lo hacen nuevamente
con este régimen sangriento, corrupto y opresor del actual ilegitimo protempore
presidente. Las últimas posiciones
asumidas en estos momentos por ellos, por
esa clase política “opositora” frente a
la tragedia que vivimos, así lo
han demostrado. Ya el pueblo los conoce y están plenamente identificados, que los hace
reos de los mismos delitos de lesa patria y de lesa humanidad, que el usurpador y sus acompañantes hacen en su aventura de perversa destrucción
del país.
Necesariamente tienen que haber responsables y
culpables para quienes han llevado a cabo esta forma demoledora
de desbastacion y
destrucción de Venezuela, de sus valores
morales, de su economía, de sus instituciones y de la entrega de la soberanía
en un acto ignominioso a los tiranos Castro, tiene que haber culpables señores del desmantelamiento y destrucción de PDVSA quien está plenamente identificado, y de las industrias de Guayana y de la agricultura. Tiene
que haber castigo para quienes saquearon los dineros del pueblo y lo hambrearon
y se lo entregaron a Cuba y a otros países. TIENE QUE HABER CULPABLES SEÑORES,
TIENE QUE HABER. Alea jacta est.
Eduardo Guzmán Pérez
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