Es hora de rectificar en
lo político, económico y social, de gobernar con ética, calidad de gestión y
para los ciudadanos (el pueblo pobre es ciudadano) con menos oportunidades. Las
realidades de los últimos 30 años están demostrando que “la gente no quiere
dogmas totalitarios y doctrinas exóticas…, la gente quiere Paz, Trabajo y
Bienestar”, lo cual supone que la retorica y la dialéctica de concepciones y
doctrinas económicas vieja, no soluciona las aspiraciones de las grandes masas
humanas.
Los paradigmas existenciales “del socialismo, el liberalismo
económico, el bien común, la libertad y la democracia” están siendo
cuestionados por sus resultados empobrecedores y de permanentes crisis, lo cual
es el caso de Venezuela que se enterró en un fatal, fracasado y nefasto
comunismo (Socialismo del Siglo XXI) que robo, derrocho, regalo y endeudo por
millardos de dólares. Este régimen nefasto fue posible por las desviaciones
morales, éticas, políticas y la exacerbada codicia que se apodero en la década
de los 80 y 90 de las elites de dirección, liderazgo y autoridad a todos los
niveles. Se engendro una perversa estrategia contra la política, dando origen a
la antipolítica, la cual fue impulsada por medios de comunicaciones,
empresarios multimillonarios y oportunistas de toda calaña, frustración y
ambiciones, hubo una jauría de
opinadores de oficio que se confabularon con figuras de la
intelectualidad (acostumbradas al buen comer y beber) y se dedicaron a
acribillar una democracia de partido, cuando lo lógico hubiese sido que
fundaran partidos que fuesen todo lo contrario de los que estaban metiendo la
pata, el resultado fue que dinamitaron la fe del pueblo y los condujeron hacia
un aventurero, tosco, sin principio, con formación autoritaria, sin apego a
valores, principios y ética humana, lo demás lo hicieron unos zánganos
comunistas, marxistas y resentidos, que vieron la oportunidad de saquear a
Venezuela y crear una nueva burguesía “los robolucionarios” que en este momento
han triplicado a la “¿IV Republica?” en corrupción, abusos, injusticias,
perversiones, clientelismos y sectarismo; creando caos y miseria en todo lo que
está bajo su influencia directa.
Sin entrar en juicios de
valores y discusiones teológicas o filosóficas, es evidente que los políticos y
los líderes de hoy y mañana deben ser “inventivos, concertadores, creadores e
innovadores”. Ese es el camino más sólido y esperanzador para la gobernabilidad
productiva y el éxito socioeconómico; hay que demoler los viejos dogmas, tesis
fracasadas y concepciones inútiles, que sólo sirven para enseñanzas o
discusiones académicas, sin dejar nada tangible para el pueblo. El gran
problema es la pobreza.
La pobreza es el mal mayor
de Venezuela y del mundo; las consecuencias de este flagelo son devastadoras
desde todo punto de vista y lógica humana, en nuestro país son la primera causa
del analfabetismo –real y funcional-, la delincuencia y las injusticias
sociales. El hecho de que la mayoría de los venezolanos vivan en pobreza
extrema y pobreza crítica, es inmoral e
injusto; ya no podemos aceptar que compatriotas vivan sin o carezcan de oportunidades mínimas para
subsistir, o no cuenten con lo básico para un desarrollo humano justo. Nadie
puede aceptar que “viviendo en un país rico, privilegiado por dones y bienes
naturales”, el 80 % de los venezolanos viva en pobreza, esta realidad es
moralmente una aberración Republicana y una deuda democrática inexplicable e
indigna.
Tenemos claro y comprender
que la culpa fue de un liderazgo político, gremial, sindical, religioso,
vecinal, comunal y académico (con muy pocas excepciones), hemos fallado en
nuestro rol de ser los primeros pedagogos de la patria; tenemos que formar y
crear legiones de educadores, promotores y concertadores del bienestar en todos
los municipios; debemos reconocer que hemos dejado o permitido que la ética y
la moral la encierren en un cuarto oscuro. Sería bueno analizarnos y
reflexionar sobre nuestra conducta ante esta realidad; si se sigue o se permite
actuar sin valores morales, sin responsabilidad social y con desviaciones
corruptas, seguirá la cadena de resultados infames y nefastos. La pobreza
existe, porque hasta hoy (2012) los gobiernos (Presidentes, Ministros,
Gobernadores y Alcaldes) de los últimos 30 años (con un criminal derrape en los
últimos 13 años) han tenido desviaciones o son: corruptos, ineficientes, malos
gerentes, conservadores en planificar e impulsar, demagogos contumaces y
populistas clientelares; su mal actuar ha permitido una educación pésima “no
hay formación para el trabajo y el cogobierno social”, lo cual nos condujo a
una Nación-Estado señalada como uno de
los más corruptos e ineficientes del mundo. ¿Cómo pudo ser esto posible? si
poseemos muchas fuentes naturales de desarrollos industriales, agropecuaria,
mares, ríos y zonas para el turismo.
El hecho de tener un
déficit “inexplicable” en construcción de viviendas, equipamiento de barrios y
caseríos destartalados, sistemas de trasportes arcaicos y una criminalidad
incontenible, demuestra el fracaso de los gobiernos (unos más que otros); pero
fracasos son fracasos. En especial las Alcaldías son paquidérmicas, malas
emprendedoras y deficientes en su accionar de políticas y servicios públicos.
Resultandos son de gobiernos (gestión) pésimos y culpables de la mala calidad
de vida; nuestros Alcaldes son nulos promotores de riquezas, no captan, ni
atraen o saben emprender iniciativas exitosas de desarrollos empresariales,
agrícolas, emprendimiento sociales y fórmulas de erradicación de la pobreza, no
captan o buscan a inversores de grandes proyectos u emprendimientos
económicos-sociales. Nuestras alcaldías y gobernaciones –Alcaldes y
Gobernadores- no saben concertar,
promover, impulsar, unificar, dialogar e integrar a los ciudadanos en el
cogobierno social “modo único y moderno de promoción humana fructificadora”. Si
toda la sociedad civil -organizada o no-, no se concientiza para el logro del
exitoso del bien individual y común, la riqueza social colectiva y personal y el
bienestar visible de cada familia y habitante del Municipio o estado, se
volverá a fracasar y de nada vale la deseada descentralización democrática o
federal. Obvio, de esto son responsables los líderes y en especial los
políticos. El Municipio debe ser la base de un nuevo, sostenido y proactivo
esfuerzo promotor, emprendedor y creativo de riqueza ¿Qué no hay dinero en los
presupuesto? ¿Y para que tiene que financiar esto el erario público? En el
mundo sobran los inversores y los financistas de proyectos de nuevos
emprendimientos de emporios de riqueza, industrias, puertos de aguas profundas,
complejos turistas y todo lo que tenga lógica de buenos resultados económicos,
puestos de trabajo bien remunerados, generación de riqueza y progreso
sustentable. Es hora de Gobiernos Fructificadores.
La economía peruana es hoy
una de las más dinámicas de la región. El presidente Húma¬la (hasta hoy un
militar humanista) ha tomado la decisión co¬rrecta de continuar en la línea de
un modelo exitoso y generador de riqueza, con un Perú abierto al mundo y que
atrae a los inversores como po¬cos países en la región. Sin caer en populismos,
apostando a la seriedad, construyendo sobre la base de la inversión privada y
garantizando la eficiencia en la gestión pública. Los datos positivos de la
eco¬nomía se siguen acumulando. Su moneda, en lo que va del año se ha valorado
0,7%. La inversión extranjera en 2011 fue de 7.659 millones de dólares, lo que
constituye otro récord his¬tórico y una señal inequívoca de la confianza
externa. También las exportaciones reflejan la bonanza por la que atraviesa ese
país: en enero pa¬sado crecieron 21% respecto del mismo mes en 2011. El
res¬ponsable de esto ha sido el di¬námico sector pesquero, están preparándose
para poner a funcionar nuevos puertos de aguas profundas (¿por qué Venezuela no
inaugura 3 nuevos puertos de aguas profundas? si somos la puerta de entrada a
Sur América), en Perú hay solidez del flujo exportador del tradicional sec¬tor
minero. China se ha conso¬lidado ya como el primer com¬prador externo de
productos peruanos. Están aumentando también las exportaciones no
tradicionales, especialmente aquellas que tienen por desti¬no Estados Unidos.
El dinamismo de la economía de Perú se evidencia en el con¬sumo interno, lo que
es fruto de la mejora de los niveles de ingresos.
Hoy hay un camino en
Venezuela, ese camino debe abrirles las puertas a los inversores, a los
capitales foráneos y vamos a reindustrializar la Patria, nadie debe ser pobre,
vamos a enseñar a pescar a todos los que no tuvieron oportunidades, es hora de
ser un país verdaderamente rico, prospero e instruido. Darles pasó a los
Gobiernos Fructificadores es lógico.
Juan de Dios Rivas
Velásquez
rvjuandedios@gmail.com.
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Totalmente de acuerdo con los planteamientos de donJuan de Dios Rivas V. en especial con su asedto: "La pobreza es el mal mayor de Venezuela y del mundo", a lo que acoto. La mayor pobreza de todas es la pobreza de espíritu, aquella que nos acerca a la condición de animales.
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