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domingo, 18 de marzo de 2012

JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ: ECONOMÍA, EDUCACIÓN Y DESARROLLO. (CUARTA PARTE)

La visión de la educación, en horizonte sobre la dinámica económica y un modelo de desarrollo, se orienta al análisis de la situación del capital humano alcanzado como consecuencia del apuntalamiento ejercido por el sistema educativo (incluida la instrucción, la capacitación, el entrenamiento y el adiestramiento); lo cual es condicionante para elevar la productividad del trabajo hasta convertirla en motor del crecimiento y acelerador del desarrollo en su accionar hacia una acumulación del capital humano, como requerimiento que posibilita la elevación de los niveles del producto nacional; tal como se establece en el Artículo 15 de la Ley Orgánica de Educación (LOE), en lo que se refiere a los fines de la educación: “Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática basada en la valoración ética y social del trabajo liberador……”.
 Puede afirmarse entonces, que el crecimiento y posterior desarrollo ha de sustentarse en la calidad y acumulación del capital humano, en complemento con la capitalización económica-financiera y la elevación de las tasas de escolaridad, las cuales no son resultado del desarrollo sino su antecedente y condición. En este sentido, el Artículo 102 constitucional señala: “La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo.”
Es por demás evidente, que la educación es un instrumento clave en el proceso de construcción y cambio del orden social, ocupando el espacio de vanguardia para hacer posibles dichos cambios, desempeñando un papel preponderante en el marco de una sociedad del conocimiento. De igual modo, y dado que la planificación del desarrollo implica detectar necesidades, tiene que configurarse un modelo de desarrollo a efectos de enfrentar variados problemas, tales como: (1) la polarización del ingreso; (2) la pobreza; (3) la descomposición social; (4) la demanda de servicios sociales; etc.  Tal modelo  debe asumirse como principio rector de la sociedad, apoyado sobre la participación del Estado, de la sociedad civil, del sector público y privado, en interrelación colectiva e intersectorial con otros actores. La LOE, al referirse a las Competencias del Estado docente señala en su Artículo 6 su compromiso de planificar, ejecutar, coordinar políticas y programas para la inserción productiva de egresados universitarios y egresadas universitarias en correspondencia con las prioridades del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación.
Complementariamente, la educación ejerce un rol determinante en cualquier acción que procure alcanzar mayores niveles de equidad, justicia social y reducción de la pobreza (observada como una falta de dominios por parte del individuo para poder insertarse en sociedad). En razón de ello, se hace necesario que los conocimientos y aptitudes adquiridos y elevadas por intermedio de la educación (en sus distintos Niveles y Modalidades), se correspondan con los requerimientos de un Plan Nacional de Desarrollo en lo que respecta a la demanda potencial del mercado por una fuerza de trabajo capaz de responder a las exigencias del cambio; hecho determinante para acelerar el ritmo de aumento del crecimiento económico impulsado por el capital humano. Resulta oportuno citar el Artículo 58 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA), cuando se refiere al vínculo entre la educación y el trabajo: “El sistema educativo nacional estimulará la vinculación entre el estudio y el trabajo. Para ello, el Estado promoverá la orientación vocacional de los y las adolescentes y propiciará la incorporación de actividades de formación para el trabajo en la programación educativa regular, de forma tal que armonicen la elección de la profesión u oficio con el sistema de enseñanza y con las necesidades del desarrollo económico y social del país”.
Vale la pena reafirmar, que la inversión en educación, por sí misma, no es suficiente para apalancar un crecimiento económico; el cual será sólo posible si esa inversión se enmarca dentro de una estrategia de desarrollo, donde la política educativa se corresponda con una política general de desarrollo que refleje una clara política económica (de múltiples entradas), a la luz de una visión de un proyecto de país: ¿hacia dónde queremos ir?
Una sociedad comienza a adquirir una conducta democrática sustentada en el trabajo, cuando aprende a deliberar en la búsqueda de acuerdos que convenga y comprometa a las partes, y muy especialmente en lo que a un Plan Educativo se refiere. Esta verdad, se sustenta en un principio que se remonta al nacimiento mismo de la democracia en la Grecia Antigua (año 540 a.c.): “El orden de los hombres no depende de los dioses, depende de los hombres”, principio que permite afirmar que las relaciones que se dan en sociedad no son naturales, pues este orden y estas relaciones es construido para personas y por lo tanto se pueden transformar, ya que tal orden se rige por principios y no por reglas o fórmulas. La instrumentación de cualquier modelo económico –social ha de estar supeditado a la existencia de un sistema democrático, en un escenario que propicie equidad e igualdad de oportunidades en un contexto de libertad, con un Estado moderno, un gobierno eficiente e instituciones sólidas al servicio del ciudadano (entendido como la persona que es capaz, en cooperación con otros, de construir o transformar las leyes y normas donde el mismo quiere vivir y quiere cumplir), y donde no se haga presente la incertidumbre relacionada con un indefinido modelo de Nación y de sociedad.
El Artículo 299 constitucional señala: “El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país…..”. L os modos de producción, son la forma como los hombres se organizan para producir, distribuir y consumir los bienes que satisfacen sus necesidades, siendo que en una economía de mercado puede conferírsele a la producción un carácter social (sin que ello implique la presencia de una dirección centralizada).
A tenor de lo anterior, puede expresarse que en la Venezuela actual, donde el gasto público está más orientado a fines políticos que económicos, en rechazo pleno a  consideraciones sobre economía política, se generan contradicciones jurídicas en materia de planificación, cuando no se cumple cabalmente con lo establecido en el mismo Artículo 299 constitucional, que al hacer referencia a la soberanía económica del país, indica: “…….garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta.” Todo ello,  por una parte, altera el rol de la educación como factor de crecimiento y desarrollo económico social, en correspondencia con la imposibilidad de alcanzar la calidad del sector educativo, y por la otra, induce una muy baja eficiencia en el uso de los cuantiosos ingresos petroleros, que para el período 1999-2011 se situaron en unos 640.000 millones de dólares USA (sin incluir la deuda interna y externa, la deuda del Banco Central y los pasivos laborales).
Tal cantidad de recursos, propició el establecimiento de un tamaño de Estado en la economía, donde el gasto total del gobierno como porcentaje del PIB representó para  2011 un 39% (a manera de referencia en China fue de un 23%), hecho que ha configurado un evidente capitalismo de Estado, con pretensiones por alcanzar un indefinido socialismo petrolero.
De la conclusión anterior, emerge una interrogante: ¿habiendo recibido el país tantos recursos (fundamentalmente en los últimos 12 años), cual es el motivo para que no se observe  una elevación del bienestar general del venezolano?
Jesús Alexis González
observatorio2012@gmail.com

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