La DGI cubana (servicio de inteligencia de los comunistas) tiene diferentes clasificaciones para los que colaboran o simpatizan con la Revolución Cubana fuera de Cuba.
Están los agentes activos, los agentes dormidos o sembrados, listos para “despertar” cuando los comunistas requieran sus servicios y entre otros más, están los llamados agentes de influencia,
Sobre estos quiero centrar mis observaciones.
Los agentes de influencia deben ser intelectuales, profesores universitarios, periodistas, políticos, artistas etc., personas que tengan la posibilidad de llegar a la opinión pública a través de la radio, TV o la prensa escrita o cualquier otro medio.
El agente de influencia es aquel que defiende los intereses de la tiranía castrista, que sirve como caja de resonancia a la propaganda oficial, que repite las consignas del régimen casi siempre desde una cobertura de persona demócrata, amante de la libertad, respetable, con nombre, condiciones estas que hacen mas efectivo el trabajo del agente de influencia.
Los agentes de influencia no cobran por sus servicios a la Revolución. Son muchas las motivaciones que inspiran esa decisión de colaborar con los comunistas: frustraciones políticas que compensan ” pasándole la cuenta “a la sociedad norteamericana (el caso de McGovern) frustraciones personales, simpatías por la revolución, en fin muchas son las razones.
Como no cobran, el régimen cubano tiene atenciones con ellos. Pueden visitar Cuba sin problemas; los invitan a congresos, les publican artículos en Granma y Juventud Rebelde, y como inconmensurable y sublime orgasmo, le permiten a los pocos elegidos, saludar al tirano octagenario.
Quienes en el exterior defienden esos intereses supremos de la revolución cubana, tales como el levantamiento del embargo económico, que piden quiten a Cuba de la lista de países terroristas, que liberen a los cinco espías y criminales cubanos que cumplen prisión en EEUU ,que se eliminen las restricciones de viajes a los norteamericanos. Los que plantean eso, son absolutamente, sin duda alguna, lo que la DGI cubana llama AGENTES DE INFLUENCIA. No tienen un carnet ni han pedido de manera oficial trabajar para la revolución, ellos mismos se clasifican por el trabajo que realizan. El agente de influencia, brota espontáneamente.
Por eso quiero decir que el ex-presidente de EEUU Jimmy Carter es uno de esos agentes de influencia del gobierno comunista de Cuba.
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