BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta SAÑA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SAÑA. Mostrar todas las entradas

sábado, 8 de agosto de 2015

JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO), TORTURA, SAÑA E INDOLENCIA

Que la Fiscal Luisa Ortega Díaz asegure, otra vez, que en Venezuela se erradicó la tortura, no nos toma por sorpresa. Si fue capaz de sostener semejante mentira en la ONU, aquí, en su territorio, debe resultarle más fácil repetirla. 

La escuché -hace pocos días- jactarse de eso en su programa de radio. Dijo –e incluso así lo reseñaron algunos medios impresos- que “la tortura en el país se erradicó, como parte de los avances del Gobierno en la política de respeto y protección a los derechos humanos”. 

Obviamente, dicho por ella, suena a un gran logro de su gestión y, por supuesto, del régimen que la puso a ocupar ese cargo. Pero, no importa la cara, el tono o la emoción con la que diga “su verdad”. Decir que en Venezuela no hay torturas, es como decir que no hay escasez, inflación, saqueos, muertes o asesinatos a granel. 

Esa verdad de la Fiscal, que se cae por sí sola, no aguantaría jamás un careo con esos valientes venezolanos que todavía hoy se encuentran detenidos injustamente, y en cuyos recuerdos prevalecen los golpes, el maltrato, las violaciones, vejaciones y torturas que les han infligido, para sacarles confesiones a la fuerza, y sustentar las invenciones que solo existen en las mentes de sus cancerberos.

Decir que no hay torturas es negar, por ejemplo, los horrores que ha vivido Araminta Gónzalez, la joven químico presa política de este régimen, a quien sus torturadores le arrancaron el cabello para hacerla admitir delitos que jamás cometió. Es más, me pregunto, ¿acaso no es una forma de tortura tener a Araminta detenida en el INOF, desde hace un año, sin que se haya celebrado aún su audiencia preliminar? 

La Ley lo establece: 48 horas después de la detención –a más tardar- debe realizarse la audiencia preliminar para imputar los cargos. Araminta tenía prevista su audiencia para el pasado 23 de julio, un día antes de cumplir un año privada de libertad; pero, fue diferida de nuevo por razones tan necias como falta de vehículo para trasladar al juez hasta el tribunal. Insisto: ¿eso no es una manera de tortura o violación de sus Derechos Humanos? 

La psiquis de cualquier individuo sometido a estas situaciones de zozobra, estrés y ansiedad, sumados a las condiciones infrahumanas en las que sobreviven en estos centros de reclusión, son, a mi juicio, una modalidad sádica de tortura. Una práctica tan cruel como someterla, a la fuerza, a “entrenamientos militares”, que en el INOF llaman “orden cerrado” y que consiste, según relató Araminta a sus abogados, en entrenamientos de 4 o 5 horas, cantando himnos, repitiendo frases o loas de marcado tinte político. Y como se negó a decir que amaba a Chávez, la obligaron a pararse firme, bajo el sol, durante varias horas, mirando un retrato del difunto presidente… eso ¿cómo se cataloga?

Pero, los alegatos de la Fiscal para decir que en el país se erradicó esta práctica -característica de los regímenes totalitarios y dictatoriales- se basan en la ausencia de denuncias formales ante el Ministerio Público. Según ella, de haber torturas, habría denuncias. Y aquí nadie denuncia. Y las que llegan son procesadas inmediatamente. Incluso, se vanaglorió al decir que “sólo” 6 de los 43 fallecidos que hubo en febrero de 2014, habían sido por excesos policiales. Y que, por supuesto, esos policías habían sido detenidos.

No es difícil imaginar la presión y el temor que deben sentir los fiscales del Ministerio Público cuando, para mala suerte de ellos, les llega una acusación formal de tortura: con nombres, apellidos, cédulas de identidad y demás señas de los torturadores. Con sus direcciones y cargos bien detallados en los escritos. El “efecto Afiuni” inmediatamente se apodera de ellos. Por eso, los retardos procesales. Por eso, las escusas. Por eso, el miedo a tomar las decisiones que se deben implementar y actuar apegados a lo que dictan las leyes. Conocen las consecuencias. Saben lo que ocurre cuando se le lleva la contraria al régimen.

Por eso las declaraciones de la International Bar Association′s Human Rights Institute; agrupación internacional que asocia a los juristas, y que abiertamente expresó su preocupación por la persecución que sufren los abogados y defensores de los Derechos Humanos en el país; así como por el deterioro evidente del estado de derecho y la administración de justicia.

Conozco de fuente confiable los vejámenes, persecuciones y amenazas que reciben los abogados que se atreven a asumir la defensa de los llamados presos políticos. Incluso de las detenciones arbitrarias a las que son sometidos para doblegarlos, asustarlos y obligarlos a renunciar a esos casos. He visto las marcas de las esposas en las muñecas de abogados aguerridos a quienes, sin mayores explicaciones, privan de libertad para hacerlos desistir de la causa que defienden. 

Pero, también he visto la integridad y el apego no solo a la ley, sino a la justicia, a sus ideales y sus valores. Algunos abogados, incluso, sin dejarse intimidar por el tamaño y poderío del Estado, se atreven a seguir denunciando con nombres, apellidos, direcciones, cargos e instituciones en las que trabajan, a quienes con saña e indolencia, pero amparados por la impunidad que impera en este régimen, se afincan con odio y resentimiento en la humanidad de quienes, en su momento, se atrevieron a alzar la voz, protestar contra este desgobierno y exigir cambios.

José Domingo Blanco (Mingo)
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, TERCERA VIA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD NACIONAL, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, ACTUALIDAD INTERNACIONAL,

martes, 7 de mayo de 2013

LILIANA FASCIANI M., EXTREMISTAS EN LA CUERDA FLOJA

El nuevo régimen, además de ilegítimo, actúa fuera de la Constitución y de las leyes, emplea métodos fascistas y se comporta de manera brutal. Arremete contra la oposición con todo el poder del Estado, desde los órganos del Poder Público hasta la Fuerza Armada Nacional, cual si cada uno de éstos perteneciera a una fracción del país y no a toda la Nación.
En apenas quince días se han desatado los demonios que hibernaron durante casi quince años en las vísceras de los individuos más irracionales del chavismo, que ahora en desbandada persiguen, hostigan, amenazan, excluyen y atacan con odio y saña a quienes consideran enemigos, es decir, a más de la mitad de los venezolanos. No cabe duda de que lo hacen impulsados por el miedo a perder sus privilegios y la oportunidad de seguir incrementando sus fortunas a expensas de los recursos del Estado. El socialismo es la mampara de su interés mercantilista y de su desmedida ambición de poder.
Un hecho puntual es el acoso sistemático, público y notorio por parte de algunos funcionarios del Estado a los empleados públicos de quienes se sospecha que votaron por el candidato de la oposición Henrique Capriles. No parece importarles que es un crimen de lesa humanidad la "persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos" (art.7.1.h. del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional).
El carácter extremista de las posiciones del funcionariado se muestra sin tapujos sobre la cuerda floja donde hacen sus maromas el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello: "Como hay personas que no quieren reconocer al compañero Nicolás Maduro como Presidente de este país, en esta Asamblea Nacional, mientras yo sea presidente, no tendrá derecho de palabra ningún diputado que no reconozca al compañero Nicolás Maduro"; el Ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina: "Me importa en lo absoluto lo que dicen las normas laborales"; las rectoras del Consejo Nacional Electoral, Sandra Oblitas: "Para el CNE el evento electoral culminó. No hay auditoría que cambie los resultados electorales", y Tibisay Lucena: "Es imposible aprobar la solicitud [hecha por Capriles] en los términos planteados"; y hasta la Presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estella Morales, que sin haber recibido aún ninguna acción ni recurso, declara por anticipado que: "En Venezuela, el sistema electoral es absolutamente sistematizado, de modo, pues, que el conteo manual no existe, se ha engañado a aquellas personas que han pensado que realmente esto podía realmente producirse".
Esa cuerda ha de romperse más temprano que tarde, si no por el peso de las tremebundas acciones y omisiones del régimen espurio, sí por la presión de nuestras protestas pacíficas, de nuestras denuncias contra las violaciones de los derechos humanos, de nuestra oposición contundente y firme a sus decisiones arbitrarias y a sus tácticas fascistas de criminalización de nuestros derechos a manifestar, a pensar, a expresarnos, a elegir y a disentir libremente.
Los opositores sabemos muy bien qué podemos esperar y qué no de las instituciones del Estado, desde hace casi quince años al servicio exclusivo de una revolución que las ha puesto de rodillas ante el poder omnímodo, antes de Hugo Chávez, ahora de unos cuantos oportunistas detrás de la figura de un presidente cuya legitimidad es dudosa y cuya capacidad es más que cuestionable. También sabemos qué esperar y qué no de la comunidad internacional, en la que se sientan a la misma mesa demócratas y dictadores, todos más interesados en hacer negocios que en defender los principios democráticos. 
Los opositores somos militantes de la Democracia. Que seamos pacientes no significa que estemos conformes con cuanto sucede; que seamos pacíficos no significa que estemos pasivos en medio de este caos político-institucional. Los opositores, a diferencia de los oficialistas, respetamos la Constitución, acatamos las leyes y nos servimos de ellas para invocar nuestros derechos, defender nuestra causa por la Libertad y exigir Justicia. Será con estas herramientas con las que romperemos la cuerda floja de la impunidad.
lilianafasciani@yahoo.es
@lilianafasciani

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,