Profesora
universitaria jubilada, de dilatada trayectoria académica a lo largo de 35
años, con trabajos meritorios de reconocimientos diversos, mi amiga la “profe”
Sofía me mira con tristeza: “Hoy fui a mi supermercado de siempre, donde he
hecho mis compras domésticas por décadas. Un anaquel más ha sido retirado
porque según el gerente, es preferible vaciar el espacio y dejarlo como una
pista de baile, y no enfrentarse a la desolación de unas estanterías desnudas
porque no hay con qué llenarlas”. De todas formas, el local tiene hoy poca
afluencia porque no han llegado productos regulados, que tampoco Sofía habría
podido comprar porque hoy no es su día, según su número terminal de cédula.
De repente, su tristeza da paso a la rabia: “Compré medio cartón de huevos, medio kilo de jamón y otro tanto de queso blanco, algunas galletas y un paquete de cereal y esa minucia sumó más de Bs. 2.400, dos millones cuatrocientos mil de los de antes, los de verdad, monto con el que compré mi casa hace unos 30 años”. “¿Cómo hago para comprar todo lo que necesito para cubrir la canasta alimentaria básica (Bs. 44 mil o 6 salarios mínimos) o peor aún, la canasta familiar básica (Bs. 60 mil u 8 salarios mínimos) cuando mi jubilación apenas sobrepasa 2 salarios mínimos?”.
Compre
productos regulados o no, Sofía se indigna a punto de infarto cuando al llegar
a la caja es obligada a dejar las huellas de sus dos pulgares en la máquina
captahuellas que ahora ha sido conectada a todas las redes de supermercados,
farmacias y otros establecimientos de consumo masivo, como mecanismo definitivo
de control y supervisión sobre sus gastos y rutinas domésticas; con esta
tarjeta electrónica de racionamiento, el Gran Hermano sabrá cuándo impedirle
comprar más de dos paquetes de arroz o pasta a la semana (cuando lo consiga)
donde quiera que vaya, así como qué más y cuánto compra de lo mínimo exigido para
un nivel decente de vida… si lo encontrara a disposición y tuviera el dinero
para adquirirlo. Todo esto al mejor estilo de la dictadura cubana, a cuyos
designios el régimen nos ha conducido.
Entonces
la rabia de la “profe” Sofía se torna en desespero, al comprender por qué su
hijo ha decidido llevarse lejos a su familia, a un país que aprecia su
experiencia profesional y a una universidad de prestigio que está dispuesta a
pagar por sus conocimientos. Con el sueldo que él ahora ganará, no sólo podrá mantener
a su familia inmediata con dignidad y sin ahogos sino que además podrá mandar
un sobrante que convertido en bolívares “fuertes” hará posible una mejor
subsistencia para ella. Sofía, madre al fin, se alegrará del bienestar de su
hijo mientras se conforma nostálgica con ver crecer a sus nietos por Skype.
Le
pregunto a mi amiga la “profe” Sofía por qué no se va con su hijo, lejos de
tanta ruina material y espiritual a la que nos ha llevado este régimen en más
de tres lustros de agobios gubernamentales. Haciendo gala de la sabiduría que
inspira su nombre, Sofía me dice: “Quiero estar aquí para dar mi modesta
contribución al cambio hacia una Venezuela decente; para meter toda esta rabia,
toda esta frustración, en esa urna donde depositaré mi voto, luego de haber
marcado mi preferencia (bien abajo y bien a la izquierda) en el tablero
electrónico; en estos dos meses que faltan para el 6D quiero convencer a unos
vecinos que habiéndose desencantado de su filiación roja, todavía deshojan la
margarita pensando si van a quedarse en su casa sin votar, o votar por terceras
postulaciones sin sentido, cuando lo único que cabe como salida en esta
encrucijada es el voto unitario”.
“Y
para celebrar quiero, querida amiga, invitarte el 7D a comer conmigo ese dulce
de lechosa que todos me alaban, salido de mi fogón, de mis manos y mi corazón,
aunque tenga que pagar Bs. 300 el kilo o más por la fruta y otro tanto por el
papelón y los toques secretos de mi receta”.
Cuenta
conmigo, mi querida Sofía, comeremos dulce de lechosa hasta el hartazgo.
Gioconda
San Blas
gioconda.sanblas@gmail.com
@daVinci1412
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, TERCERA VIA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD NACIONAL, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, ACTUALIDAD INTERNACIONAL,
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.