“Como no sabía que era imposible lo hicieron” Anónimo.
Indistintamente de quienes, en definitiva, resulten los
candidatos de la oposición, están obligados a elaborar una propuesta
parlamentaria a cumplir una vez, que se obtenga la mayoría en la Asamblea
Nacional. La situación del país es crítica y eso obliga hablar claro al pueblo.
Estamos en la fase final del populismo y la demagogia, que instaló Chávez y que
continúa Maduro con resultados fatídicos. Violencia criminal, hambre, necesidad
y miseria, están a la vista. El país se cae por los cuatro puntos cardinales.
Hay que iniciar la reconstrucción. No hay tiempo que perder.
El obvio, que desde la Asamblea Nacional, no se podrá
cambiar al gobierno y mucho menos tomar decisiones en materia económica, que
reactiven el aparato productivo. Eso corresponde al poder ejecutivo, pero si se
pueden aprobar leyes, que establezcan reglas claras para la inversión nacional
e internacional, que garanticen el respeto absoluto a la propiedad privada y
cambien el concepto de la Ley del Trabajo de inamovilidad, por estabilidad, tanto
en el sector público, como privado. Leyes para iniciar el cambio.
La mayoría de la oposición en la Asamblea Nacional, debe
proceder sin dilación al nombramiento de nuevos funcionarios en las ramas del
poder público nacional, los cuales deben responder a los supremos intereses de
pueblo en general y no de parcialidades políticas. Verdaderos y auténticos empleados de estado, servidores públicos,
probos, eficientes e independientes. Eso
permitirá que tengamos justicia ecuánime y
un CNE imparcial y creíble, entre otros,
para el 2016, poder adelantar el referéndum revocatorio del Presidente y
salvar al país del colapso definitivo. Estamos a tiempo.
No escondamos las intenciones. El pueblo requiere ofertas
y compromisos claros y precisos. El guabineo, las medias tintas y la
ambigüedad, no ayudan a la credibilidad de las propuestas ¿Hay que derogar
leyes comunistas? hay que identificarlas y hacer pública la lista y una vez con
mayoría suprimirlas. El cambio empieza por las leyes y luego, repito, cambiamos
con la convocatoria del referéndum revocatorio, al gobierno. Esa debe ser la
estrategia ineludible para iniciar el cambio.
Bolívar en Pativilca se preguntó ¿Quién dijo miedo? En
este aciago momento que vive el país, la oposición, no debe tener miedo de
hablar claro a los electores. Los deseos de cambio son inmensos, pero se
requiere de una propuesta política, que enganche esos deseos. La Asamblea
Nacional debe aprobar las leyes, convertirse el foro político por excelencia y cumplir su competencia de controlar el gasto
público y denunciar los hechos de corrupción, malversación o irregularidades.
No se puede eludir el compromiso.
La propuesta parlamentaria para el cambio, debe ser un
compromiso de la oposición democrática asumido por los candidatos, que deben
unificar el discurso y ser coherentes,
para que pueda ser creíble ¿Es posible? Claro que sí, las condiciones objetivas
están presentes. No se debe continuar tirando palos de ciego.
José “Cheo” Salazar
sjose307@gmail.com
@Cheotigre
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