FERNANDO FACCHIN B., EL TRUEQUE DE PRESOS POLÍTICOS

«En estos días sólo pueden ser optimistas  los cínicos». M. Kundera (1929)

FERNANDO FACCHIN B

El trueque de presos políticos  ha sido lanzado al escenario recientemente por el régimen dictatorial de Maduro, al solicitar el chantaje de Leopoldo con un terrorista extranjero, convicto y confeso de crímenes de lesa humanidad. López y los presos políticos han sido sometido a tratos y manipulaciones que hasta ahora sólo se habían aplicado al caso de rehenes en manos de organizaciones criminales, hoy tenemos el canje, hecho propuesto por  primera vez en nuestra historia, convirtiendo al estado en un grupo fuera de la ley como protagonistas del trueque de humanos como si fueran esclavos en siglos pasados. Leopoldo no pasa de ser un secuestrado de Maduro en trance de canje Quienes unas horas antes eran simples procesados sin delito, se convierten, de golpe, en secuestrados, en monedas canjeables. Si esto progresa, todo consistirá en cobrar o en pagar, de acuerdo con las tarifas del mercado de rehenes.

Existe también otro peligro que puede involucrar a la conciencia individual y colectiva porque muchos piensan aún, con razón, que casi cualquier sacrificio es valedero cuando se trata de que alguien recupere su libertad.  Pero este proceder puede inducir a otros muchos individuos o instituciones de buena voluntad, como ocurre precisamente en torno de  López, a estimular negociaciones de Estado a Estado, en la comprobación, quizás, de que ya hay Estados que no son más que bandas de forajidos.

El Canje de presos políticos, es inaceptable bajo cualquier óptica. Para comenzar López no está en prisión por delito alguno, sino por discrepar de un gobierno ideológica y pacíficamente. Solo en sociedades carentes de derechos puede alguien purgar prisión por sus ideas. Existe además otra cuestión y es que en EU el gobierno no controla el sistema judicial como sucede aquí por lo tanto el gobierno ni de Obama ni de nadie puede ordenar la liberación un preso  que ya han sido juzgados en un tribunal independiente y con todas las garantías de la ley que no tienen en el país los presos políticos.

Detrás de toda esta maraña propagandística se huele algo fecal y tiene que ver con ideas que salen del “balbuceante” Maduro, no es posible esperar otra cosa.

La liberación de los prisioneros políticos y de conciencia es una cuestión incondicional, un asunto de esencial respeto a los más elementales derechos humanos, un asunto ético y moral, pero aquí es algo supeditado a los caprichos y cálculos estratégicos propagandísticos de Maduro y Cabello; ante esto, la respuesta de todo demócrata debe ser un 'NO' en mayúscula y contundente. Su delito es ser aguerrido demócrata en un territorio hostil,   el objetivo es destruirle como persona y sujeto político.  Es una situación insostenible e inadmisible que no van a poder terminar ni con la solidaridad y constante denuncia, ni con la dignidad que muestran los presos políticos. ¿Por quién irán a canjear a Scarano, Lucchese y Ceballos? ¿Será por “Petróleo crudo”? Legitimar lo ilegal, dentro de ciertos patrones de comportamiento ahora reconocidos en nuestra vida diaria, canjear presos políticos por delincuentes, las autoridades con el pasar el tiempo han penetrado hasta el tuétano de las estructuras de las instituciones. Para nadie es desconocido, es estamos acostumbrados a encontrarnos con que la verdadera fuente del poder son las ilegitimas. El régimen manda y desciende hasta el paroxismo de la violencia, mientras Maduro obedece, impávido, como un “recordman” del autismo político.

Fernando Facchin Barreto

ffacchinb@gmail.com

@fernandofacchin

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