|  | 
| RAFAEL RODRÍGUEZ MUDARRA | 
   Con
motivo del torcimiento de posturas  hacía
el lado del entendimiento entre el gobierno 
Comunista de la república de Cuba y el gobierno, Capitalista e
Imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica, que hace posible la
cohabitación para el logro de la coexistencia pacifica entre dos regímenes,
enfrentados e ideológicamente contrapuestos, es 
menester, por obligatorio recuento de 
historia en la vida doméstica, republicana  e institucional de Venezuela, dar testimonio
de lo que  hubo de suscitarse  en 
el   desarrollo  del documento firmado por los grandes lideres
políticos de los partidos, Acción democrática, Social cristiano Copey y Unión
Repúblicana Democrática (URD), Rómulo Betancourt,  Rafael Caldera y Jóvito Villaba el 31 de
octubre de 1958, después de la  privación
de los oficios de dictador, mediante el cual se ejercitaba  el general Marcos Pérez Jiménez, acuerdo de
poca duración conocido como “El Pacto de Punto Fijo”, centrado en  establecer el respeto a la nueva
institucionalidad, a los resultados electorales inmediatos, el
establecimiento  de un gobierno de Unidad
Nacional, la aplicación de un programa de gobierno entre todos los factores que
lo suscribían para el quinquenio comprendido de 1959 a 1964.
  
El  1º de enero de 1959,  con la derrota del  dictador Fulgencio Batista, se abre camino
para la llegada al poder en la república de Cuba, lo que se ha dado en conocer
como la “Revolución Cubana”, considerado en tal circunstancia  como el triunfo  del pueblo sobre los seguidores de éste
corrupto militar. Tal acontecimiento hubo de tener  acato 
de receptividad en el mundo y muy especial en el pueblo
latino-americano, se entendió dado el programa esparcido por los milicianos
que  bajaron de la Sierra Maestra,  como la conducta de un pueblo empeñado,
decidido a superar las formas tradicionales de la organización del Estado,
mediante una justa  distribución de las
riquezas. Era la época de la existencia de gobiernos indeseables  en la región, comandados por los  Somoza 
e Idígoras Fuentes; pero también de demócratas: Quadros, López Mateos y
Velazco Ibarra aferrados  en impedir que
se aplastase  el proyecto cubano, todo
daba a pensar que la revolución se mantendría dentro del lineamiento  acertado 
de la convivencia 
latinoamericana. Castro  fue
a   New York y luego a la Argentina en
busca de ayuda para Cuba, no existía relación alguna con los países socialista,
tal intento careció de receptividad, luego se producen reacciones y los Estados
Unidos, se dice que por influencia  de
algunos inversionistas a quienes le tocaron sus intereses monopólicos, con
deseos de favorecer a éstos incurre en la aventura de propiciar la invasión
de  “La Bahía de los Cochinos”, cuyo
fracaso evidenció una compactación anti 
norteamericana en el pueblo cubano.
 El 31
de enero de  de 1962, la OEA convoca  a la Sexta reunión de Consulta,  donde se aprueba la Resolución mediante la
cual se expulsa a Cuba  de la
Organización de Los Estados Americanos , la resolución contó con un voto en
contra México,  y cuatro abstenciones:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador, en cuyo contenido se puede leer
entre otros, los siguiente: “Que el gobierno de Cuba identificado con el
marxismo- leninismo es  incompatible con
el sistema interamericano y el alineamiento de tal gobierno con el bloque
comunista  rompe la unidad y Solidaridad
del Continente”.
 IGNACIO
LUIS ARCAYA, firmante del llamado acuerdo de PUNTO FIJO, asiste como canciller
de la república de Venezuela;  por lo que
enterado del dispositivo   de la
resolución, y recibiendo órdenes de partido URD al cual estuvo afiliado, vota
en contra de la misma, lo que trajo como consecuencia, su destitución por el
presidente Rómulo Betancourt, reemplazado de inmediato  por 
Falcón Briceño, quien le dio aquiescencia  a la resolución en comento, hasta aquí,
pues  la duración del   susodicho Pacto , que paso en lo sucesivo a
llamarse  la “GUANABANA”. 
El doctor Jóvito Villaba, en consideración a
lo suscitado: la expulsión de Cuba y la separación  de URD del gobierno de Coalición,  en declaraciones dadas  al Diario “EL NACIONAL” se expresa en los
siguientes términos: “Nuestra conducta es la de siempre en la política
nacional: reducir los problemas a sus justos términos y hacer lo posible  para salvar la unidad y la estabilidad de las
instituciones democráticas”  “ URD no
respalda la declaración de San José 
porque iban envueltas muy serias cuestiones de principio”. Añadió “que
la resolución constituye para el hemisferio una reedición de la doctrina  Monroe, no aceptamos ninguna formula política
que pretenda justificar ninguna intervención 
en la soberania del pueblo cubano, creemos que la conferencia no tuvo
para con el gobierno cubano la deferencia amistosa  que tuvo para el de los Estados Unidos. Y con
la misma amplitud que juzgamos al pueblo 
norteamericano, debemos ver la parte negativa de la política de ese país
con Latinoamérica; en esa política está inspirada la declaración de San José.
Ni si quiera es una actitud amistosa hacia 
Norteamérica  el no oponer firme
resistencia a todos los proyectos encaminados a mantener esa política “. “Si
esa política no cambia, las relaciones entre Estados Unidos  y América Latina se deteriorarán  más y todo el orden hemisférico acabará por
hundirse. La resolución de San José está inspirada en  esa idea”. “Es propósito de URD no hacer
política sectaria en un problema como éste. Mi conferencia con el
presidente  Betancourt discurrió en un
ambiente de reciproca consideración y respeto. Reitero que URD y el Canciller
Arcaya  hicieron lo que era su deber en bien
del país y de los principios que informan la doctrina de esta organización”
Cincuenta y cuatro años hubo de transcurrir
para que el principio de la autonomía de los pueblos se impusiera: Se revierte
la situación, se logra el dialogo, quedando firme  la posición sostenida por el partido Unión
Republicana Democrática, de que: “Las relaciones diplomáticas no son  solidaridades de contenido, sino maneras de
convivencia. La política internacional de URD no pude  perseguir otra cosa que un mundo de respeto,
dentro del cual  ningún país puede
aplastar a otro; ninguna  ideología  ser  pretexto
para que un Estado intervenga  en los
asuntos de otros. Repúblicas y monarquías, países capitalistas y socialistas,
tienen que convivir en el mundo de hoy”. Sin duda el presidente  Barak Obama, como dijo Maduro ha actuado
valientemente. Es indudable que los cubanos se beneficiaran en materia
económica y en la restitución de la institucionalidad. 
Rafael Rodríguez Mudarra
rodriguezmudarra@cantv.net
@Ramudarra
Presidente de Unión Republicana Democrática (
URD)
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
 

 
 
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.