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sábado, 29 de noviembre de 2014

FERNANDO FACCHIN B., LOS CARICATURISTAS

FERNANDO FACCHIN B.
Un interesante, divertido y especial conversatorio con los caricaturistas Bozzone, Edo. Leo, Almarza y Fonseaca presentó El Carabobeño recientemente, lo que me hace recordar al maestro argentino de la caricatura Carlos Loiseau (Caloi), quien dijo: “La caricatura, el humor, tienen la particularidad que no necesitan una decodificación: son un lenguaje popular, fácilmente entendible.”

Los caricaturistas tienen la misión de criticar todo lo malo que sucede en la realidad social, política y económica del país, por tal razón no pueden ser amigos del gobierno de turno y la caricatura política ha sido, desde tiempo inmemorable, una expresión de lucha contra los vicios de los gobiernos y los políticos y su objetivo inmediato es agitar las conciencias sociales frente a los errores oficialistas. Es una clásica forma de “Libertad de Expresión”.

“Es difícil sentir la más mínima solidaridad con las turbas políticas que reclaman censura   contra los caricaturistas y su ejercicio de libertad de expresión. La libertad de expresión es algo sagrado y en el caso de los caricaturistas cuyo único fundamento en teoría es la autónoma acción constitutiva de los hombres,  merece el más alto grado de tolerancia, por eso cuando alguien dijo “Los caricaturistas son políticos y como tales serán denunciados…”, es necesario responderle que los políticos honestos y dignos, que denuncian los vicios y atropellos oficialista por medio de la caricatura, son ciudadanos valientes, mientras que los políticos que se amparan en la fuerza bruta, los insultos y la represión, representan la cobardía y la indignidad ciudadana.

La caricatura en Venezuela se ha identificado siempre con la idiosincrasia del venezolano, ese humor gráfico ha cumplido con una catalizadora función social. Lógicamente, para que la caricatura política se desarrolle exitosamente se requiere la existencia de la libertad de expresión sin cortapisas, sin controles excesivos, dentro de una verdadera libertad de expresiones se propicia la crítica, el ingenio y la ironía frente a los errores, faltas y omisiones de los políticos y gobernantes de turno, toda la actuación de los componentes sociales de un país sirven de motivación temática para el ingenio del caricaturista, así lo ha entendido.
 
El caricaturista pareciera que se riera de todo lo que acontece en el país, pero ese sentimiento está muy lejos del mensaje de la caricatura, que es un  mensaje de denuncia, de prevención o de sátira política producto de las desacertadas actuaciones de los hombres públicos, allí se refleja la torpeza política y social que afecta a la sociedad, retratada por un hombre o mujer, el caricaturista, de amplia significación moral, de verticalidad en su posición lo que le vale la autoridad moral suficiente para representar,  por medio de sus caricaturas, toda la sordidez política y los rasgos deformantes de ciertos personajes, la candidatura en si misms constituye un impacto superior a cualquier artículo de opinión debido a su limpieza intelectual, su ironía y la honradez que siempre ha estado presente en toda caricatura.

La caricatura política lleva un mensaje cargado de irónico humor con el que se ridiculiza a los personeros de la política, en especial a los del gobierno, la cual contiene implícita la información sobre situación real del país, emite juicios para la historia y forma opinión sobre el tema que trata.

El caricaturista es el máximo representante de la disidencia frente al autoritarismo, del falso caudillismo, por tal razón los caricaturistas son pueden ser amigos del gobierno y por ello los voceros oficialistas pretenden desvalorizarlos, por cuanto desprecian la importancia del mensaje que llevan.  La caricatura política despierta la inconformidad de los autócratas quienes inmediatamente toman medidas críticas contra esta forma de libertad de expresión y pensamiento, imponen la censura En definitiva, la caricatura, ha sido una válvula de escape por la cual la población expresa el descontento  hacia el poder.

Fernando Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin

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