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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

martes, 28 de octubre de 2014

AMÉRICO GOLLO CHÁVEZ, ROBERT: CRIMEN SÁDICO Y MANIPULACIÓN ABOMINABLE. (II)

Ayn Rand: "Se puede ignorar la realidad, pero no se pueden ignorar las consecuencias de ignorar la realidad".
        Desconocer la realidad es una enfermedad severa de la conducta humana, tal vez sea este desconocimiento, este síntoma, una de las expresiones  de mayor recurrencia que sirve para identificar la esquizofrenia. La OMS ha sido benévola al ampliar el universo de síntomas y hasta se ha recurrido a hablar  de esquizofrenias, pero, en todas ellas habría en común denominador,  desconocer la realidad. 


         La mitomanía no se incluye, que yo sepa, entre la “taxonomía” de las esquizofrenias, pero a mi me parece prudente afirmar que, cuando menos, son concomitantes.  Un buen mitómano es un embustero compulsivo  que tiene la realidad como  percepción básica, pero la muta en “ficción” en la cual cree y, en casos puede tener un hálito de verdad, quiero decir, se puede sostener en parte de lo real.  Un ejemplo muy especial es el  Barón de Münchhausen que podía, afirmaba, montarse sobre la bala de un cañón e infalible alcanzar al enemigo u otras hazañas, muy distintas, sea dicho,  a las de Don Quijote, que desde la ficción alcanza lo real, en cambio,  idénticas a las del comandante Chávez, una de cuyas aventuras mas reputadas será su hazaña de haber atravesado  a nado el  Arauca, totalmente desnudo, con una sola mano, pues, en la otra llevaba su morral, sus traje de campaña, sus botas, su fusil, su pistola, su espada, la cobija, chinchorro y su bayoneta. Alcanzada la otra orilla, concluida la gesta, lo hacen preso soldados colombianos, lo entregan al comandante, joven como él, con quien habla de Bolívar, comparten el ideario antiimperialista y se van a un bar de putas y las chicas terminaron en revolucionarias  bolivarianas. 

         Pero, Venezuela es Venezuela. Para el país la esquizofrenia y la mitomanía impiden  a sus líderes vivir los apagones, la inflación, el desabastecimiento, la crisis de la salud, la contaminación, la corrupción, la escasez, desconocer a miles (24 mil?) de asesinados/año, mientas  el asesinato de Robert es un crimen de la extrema derecha,  de cuya responsabilidad intelectual se acusa a Uribe en connivencia, conchupancia, con el imperio, mientras la “mano de obra”, la derecha fascista venezolana, todo ello en el camino de hacer de Robert  un mártir que ofrendó su vida por la revolución, la paz, la reconciliación, la tolerancia, la hermandad, y coronar los discursos con el amor, que pasa a ser causa de la acción “humanística” del proceso. Amoooor, repite Maduro y toda la jerarquía del régimen y luego se reafirma la inmensidad de la obra de Chávez, siempre por amor. El mismo, es decir, Maduro, no existe por sí mismo, su apuesta es ser un médium ejecutor de la voluntad de Chávez cuyas decisiones y acciones se las dicta un pajarito que habla, conversa, se le acerca, lo orienta y, naturalmente,  es él el único que lo ve, lo escucha. Por si fuera poco, sólo Tal Cual, El Nacional, La Verdad, y unos poquitos mas de medios impresos no están bajo la férula del gobierno, pero sí bajo la asfixia impuesta por el régimen al quitar el papel, imponer la censura… mientras todos los restantes son suyos y las cadenas de radio y TV son constantes, en todos los medios, que están en sus manos democráticamente por las malas.
A esta esquizofrenia y mitomanía se une el sadismo como “esencia” y sustento de todo autoritarismo. Vivir el placer de imponer el terror a fin de que el aterrorizado llegue a asumir, por efecto del terrorismo, el masoquismo como su conformidad y  felicidad. Una expresión común evidencia este aserto, “de esto no podemos salir” y en el más “consciente” de los casos se agrega “por vías normales”. El ostracismo y el nihilismo son, igualmente, expresiones de este reconocimiento al poder del terrorista. Pero si bien el estado de terror hace renunciar a toda acción libertaria, vale decir, a todo acto que involucre la conquista de la libertad, también el autócrata se aterroriza ante la posibilidad de perder el poder. Todo autócrata tiene pánico a la libertad tanto como derecho humano cuanto como ejercicio de la consciencia crítica. La prueba mas evidente de esta afirmación está en su esfuerzo por poner todos los medios a su servicio o recurrir a la censura o a su asfixia económica para cerrarlos, ahogarlos, mediatizarlos. En nuestros días la libertad de expresión, de investigación, la autonomía universitaria, la libertad de opinión crítica son el alma, el corazón y la vida de la democracia real, que decisiva contribuye a preservar y hacer crecer la libertad del individuo, la identidad y posibilidades de la sociedad toda, muy por encima del voto que, como se ha demostrado, se puede manipular con mucha facilidad. Dicho de otra manera, el voto se puede comprar siguiendo eso que llaman las reglas del marketing.
La vida del terrorista como  actor del crimen es casi indescriptible por la razón. Vive su tragedia en varias dimensiones, una, el placer de tener éxito de matar; dos, el placer de cobrar; tres, el placer de su propia aventura y cuatro, el placer de tener poder, donde se reafirma su prestigio. Cuando se trata del terrorismo como acción religiosa, su crueldad queda resuelta por el amor alienado a su dios, su ídolo, su fetiche. Y desde luego por la pseudomoral que sustenta su credo, llevado a los extremos de simplicidad, Dios, bien/Satán, mal; pero en ello radica su eficacia. Todo cuanto hace en nombre de su dios, su ídolo, es el bien y por el bien, y quien no se sume a este proyecto salvador queda condenado a desaparecer, por lo tanto, la muerte por asesinato o por cualquier otra forma de violencia está plenamente justificada, pues, con cada hereje muerto se acaba el mal, como del mismo modo el despojo, la defenestración, la expropiación, etc., a quien no se sume a este proceso de “salvación” quedan plenamente justificados. Se cultiva y afina el odio mediante el fundamentalismo. Y ese fundamentalismo llega a su máxima negatividad en el suicidi0o como inmolación, como ofrenda.
Nadie en sano juicio puede negar que este régimen es mitomaníaco y esquizofrénico, (ver supra) pero ha de tenerse cuidado con esto, como se verá. Ábrase la boca de Maduro y brotan las mentiras, no hay país en el mundo mejor que este, en todo! Ábrase la boca de Diosdado y sale fuego como en las imágenes del Apocalipsis, Abrase la boca de Merentes y verificará que nuestros Roñoquero y Mamblea son niños demasiado inocentes (Bueno, que me perdonen estos niños, sus mentiras buscaban hacer reír y no tenían fines perversos) y, para iluminar aun más el ejemplo, escuchemos a su ministro plenipotenciario, ayer amo y señor de PDVSA, hoy canciller, quien celebra que solo tengamos (así, nosotros los de abajo) que pagar apenas 1800 millones de dólares a una trasnacional petrolera por expropiación y empresa exigía 20mil millones.  Recordé la broma de un humorista argentino, uno de sus boxeadores competía por la corona mundial,  perdió, pero el titular fue “ganamos el segundo lugar”.
Pero, como previnimos, ¿de qué hay que tener cuidado?  De que tanto la mitomanía como la esquizofrenia, independientemente de ser una enfermedad real que ha sido propia de todas las dictaduras, de regímenes fascistas, nazi, gorilas, etc., puede ocurrir en el caso venezolano, que esa insania que, sin dudas, padecen los jerarcas de la revolución, en tanto que ser cada uno quien es y como es, empero halla en ello un componente de teatralidad, de manipulación oculto. (Lo tienen todas las dictaduras)  Como no se tiene una ideología al estilo nazi que, quiérase o no admitir, tiene diversidad de fuentes, (el racismo, el nacionalismo, teorías del estado, de la comunicación…) que permitieron cohesionar a parte muy importante del pueblo alemán bajo la jefatura y conducción de un ser francamente abominable como Hitler, en el caso venezolano, la dirigencia del chavismo ha logrado que sus militantes y buena parte del pueblo llano crea, de buena fe, que las afirmaciones del régimen son la verdad y por tanto  sus propios padecimientos (costo de al vida, inseguridad, salud, desabastecimiento, etc.) que si bien son reales, que están ahí, sin embargo tengan su  origen fuera del régimen, que la culpa esté fuera del régimen, y hasta tanto esos culpables no desaparezcan, se justifican los sacrificios y se justifican toda las acciones en contra de los acaparadores, los ricos, los invisibles generales que comandan la guerra económica, el imperialismo, las guarimbas y así.
Como soporte “espiritual”, como alma de la revolución y dado que la inmensa falacia del socialismo originario, indoamericano, bolivariano, robinsoniano, zamorano, cristiano, X-ano  jamás funcionó, ni podrá funcionar por incoherencia, se dejaron dos “paradigmas” vacíos y, por tanto, se puede echar en ellos cualquier cosa. Bolívar/Chávez, como una unidad. Bolívar el buscador, Chávez el conquistador. Bolívar el iniciador, Chávez el culminador. Bolívar el fracaso, (La Gran Colombia) Chávez el éxito. (Alba, Unasur…) Bolívar el bautista, Chávez el redentor. En este juego el régimen ha tenido éxito. Chávez  se ha deificado. Con el perdón de Jesús, El Cristo y de José Gregorio, mi paisano!, aquel salvador, éste médico de los pobres, falacias que han servido al Chavismo para la deificación de Chávez y, en esa deificación, como es obvio, está la infalibilidad. No hay chavista que no diga “como dijo, como enseñó el comandante eterno” etc. y como Chávez no dijo nada que sirva a la razón, la poesía, etc., entonces cualquier cosa que diga cualquiera jerarca es palabra de  Chávez, como quien dice, palabra de dios.
El régimen conoce bien que su fortaleza está en la difusión de ese discurso, de ese “evangelio”, en el cual ha encontrado excelentes aliados. La tolerancia irresponsable de la Iglesia Católica ha permitido que el chavismo tenga sacerdotes a su servicio y no de Cristo, a algunos obispos light que “coquetean” con el chavismo, a muchos sectores de esos llamados cristianos a quienes el régimen concede privilegios, con crecimiento exorbitante, posiciones de gobierno, y con jerarcas del régimen miembros de algunas de estas “tendencias”, el apoyo incólume a la santería al cubano estilo, del vudú, del marialionzismo, etc. y, para fatal desgracia, del silencio de las universidades autónomas, cuyo discurso crítico, científico, ético, como praxis académica, como su vida, se silenció y dejó paso única y exclusivamente al discurso de los gremios, sepulturero de la razón de ser de la universidad, la creación de conocimiento científico, estético, con orientación ética. Aliados en el periodismo “ponderado”, equilibrado, espacio de todas las tendencias, como Vladimir a la 1. O ese morboso estilo del “culpable somos todos”, la “oposición también tiene que ceder”…. Tal como si la oposición fuere la responsable de la violación de la Constitución, de la destrucción del país, etc.… Celestinaje sin eros ni poesía, mera cabronería decían en mi pueblo.
Pues bien enmárquese el manejo del régimen del asesinato macabro, abominable, de Robert, tanto como lo es el de cada venezolano asesinado, descuartizado, etc.… pero, desde luego no es Robert, y del régimen se puede afirmar que no hay peor ciego que quien no escucha.  El régimen intenta hacer de Robert un mártir y su martirologio al servicio del redentor Chávez. Después de Cristo, la Concepción griega de mártir, testigo, se enriqueció, ellos no testimonian son testimonio,  de modo que los mártires cristianos fueron y son quienes predican y se sacrifican para quitar la violencia al poder, lograr la paz y la paz, sentencia Marienbad, tiene su umbral de entrada y permanencia en la justicia, y el amor, la paz y la justicia son la forma de hacerse y ser la verdad.
La “beatificación” de Robert, es desde el punto de vista cristiano y en general desde el punto de vista ético, un verdadero sacrilegio a la doctrina cristiana, jamás un mártir cristiano detentó ni detenta el poder, ni anda armado ni tiene guardaespaldas. Tiene una doctrina. 
Quizá la tarea por excelencia de quienes desean y necesitamos salir de este régimen en función de la ética, de la justicia, de la libertad, que este régimen pisotea, sea la del diálogo abierto con el universo  de todos los venezolanos y sea nuestra única arma la verdad.
Nota. Muchas cosas mas deben señalarse, pero es –por ahora- suficiente y si desea recibir alguna bibliografía que le ayude, puede usted usar mi correo,  Gracias, Américo
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
@americogollo


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