YONNY GALINDO MARÍN, FORMAS DE HACER POLÍTICA, TRIBUNA DE LA DISIDENCIA

Dos formas de hacer política: una que formó parte del pasado aun cuando persiste en algunos dirigentes que integran los partidos democráticos de hoy y otra que practican estos comunistas que, para desgracia, nos gobiernan.

A los primeros les cuesta mucho creer en la gente, valorarla en sus capacidades de opinión y participación. Ellos tienen un sentido utilitario de la gente. De ahí que hicieran que el ejercicio de la política generase mucho rechazo.

Muchos de ellos, “sobrados” haciendo política, o mejor decir, creyendo que la hace. Jamás usted los ve con la gente, propiciando, fomentando, organizando, ideando, planificando, no. Aparecen cuando afloran los eventos que ocurren a propósito de otros. Ah, pero eso sí, saben aparecer en los momentos cuando ya todo está hecho para la protocolar foto o la cámara y el micrófono, para decir sus pistoladas politiqueras.

Porque se sienten con la capacidad de decidir por los demás, es que ningunean e invisibilizan hasta a sus propios partidarios. Ellos mismos se erigen en candidatos para lo que sea, no les importa la opinión de los demás ni siquiera la de los suyos. Son graduados de “político” que la ejercen solos, solitos, solos, cual “Narcisos” viéndose y oyéndose a sí mismos, por eso para cualquier cosa son candidatos, menos para la lucha social.

A estos, del primer tipo, Ignorantes, y hasta analfabetas funcionales, se los consigue usted, pero eso sí muy sabihondos, de todo hablan, de manera superficial, con muletillas y frases hechas, pero hablan. Para ellos lo importante es hablar, que no lo haga más nadie sino ellos, no importa que haya otro que lo pueda decir mejor.

Este es uno de los personajillos de marras que hacen política. Ahora lo dejo para ocuparme de esta claque comunista, fidelista y militarista que hacen política desde este gobierno. Se acuerdan de esas capsulas blandas que lanzaban en el aula, el famoso “peo líquido”, algo así de podrido y asfixiante es esta clase política que gobierna.

Bueno, pero lo que quiero significar son las distintas formas de hacer política, tanto  la de ayer como la de hoy. Los primeros descritos, hicieron posible que llegara la antipolítica con el finado expresidente y ahora esta despreciable casta que tiene sitiado al país desde las instituciones de poder. Ahora bien, resulta que esa suerte de caricatura de político que aquí he venido describiendo, podrán ser muy malos, pero no se manchan las manos de sangre, ni hacen del ejercicio de la política un acto de abominación. Si bien es cierto que aquellos son engañadores de oficio, una suerte de “gigolos”: enamorando pueblo y chuleándolo, no llegaban sus acciones a la perversión y abyección.

Trataré de explicarme. De esa forma de hacer política que se practicó en el pasado  y que se manifiesta en el olvido del ciudadano, de ignorarlo e invisibilizarlo, pasamos a esta que practican estos del poder de hoy, que saca lo peor de su condición humana para el servilismo y el “jalabolismo”, para empobrecer al ciudadano y someterlo;  para acallar voces, amedrentando, utilizando el poder judicial y el de las armas para matar, silenciar y encarcelar al pensamiento contrario. Por supuesto que las dos formas de practicar la política que aquí he señalado, ninguna de ellas es posible ni lícito, éticamente, emularlas.

Hay que encontrar  formas y actitudes donde la ética y la  política se re-encuentren, y es con la gente donde se fusionan esas dos entidades del ser, acompañándola, organizándola, sembrándoles sueños de progreso, guiándolas en la consecución de ellos, empoderándola, valorándola; en fin es hacer política con, para y desde la gente, porque el que hace política con la gente lidera.

                                                                

Yonny Galindo Marín

yonnydg@gmail.com

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