CHARITO ROJAS, UNIDOS COMO SIAMESES

 “Solo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre así será”. Robin Williams (1951-2014), en el film La sociedad de los poetas muertos.

Y lo más bravo es que esta vida horrenda es la que viven todos los venezolanos, con sus acentos propios, pero en todos los niveles sociales, hasta el último rincón del país...  Entre los delincuentes, el desabastecimiento, la crisis económica y un Gobierno dedicado a ver cuál broma nos echa ese día, los venezolanos tienen la vida de cuadritos. Por eso no podemos entender cómo ese inmenso descontento no ha podido ser capitalizado por la oposición democrática. Tal vez los acentos políticos, el discurso corrosivo anti partidos y la mezquindad propias de algunos que cuidan solo de su propio medio metro de aire, haya bloqueado esa unión masiva que está esperando y aspirando el venezolano de a pie.

El discurso tiene un argumento sólido y es la vida de miér… coles que llevamos TODOS en Venezuela.

La sociedad civil está exigiendo a sus líderes bailar pegados. NO entre ellos, que lo saben imposible por la heterogeneidad ideológica de la dirigencia opositora, sino con una ciudadanía harta de abusos, segregación e injusticia.

“Queremos que la MUD, La Salida o lo que sea que se organice para dirigir las acciones baile pegado con nosotros, los consejos comunales, las asambleas de ciudadanos, los venezolanos todos que queremos democracia, paz, justicia”, me decía una dirigente vecinal cuya madre acaba de morir desasistida en un hospital bolivariano.

Y es que realmente no entendemos cómo este pueblo está aguantando tanto atropello. En las colas de las redes de abastecimiento los humillan, los marcan y hasta los castigan sacándolos de la fila que han hecho durante horas, si se atreven a protestar.

En los hospitales, duermen en las afueras en colchonetas y chinchorros para estar cerca de su familiar y salir a comprar en cualquier momento de la noche los insumos básicos. Deben llevar sábanas, agua, comida, todo. No se hacen cirugías electivas, solo emergencias y en condiciones reñidas con la asepsia médica. Los tiros se oyen con frecuencia en los recintos hospitalarios. Las mujeres hacen colas para parir y muchas son atendidas en camillas en los pasillos.

En los planteles, que nunca están acondicionados cuando comienzan las clases, la mayor parte del año falla el programa de alimentación de los niños; algunos sientan a los niños en el suelo porque no tienen pupitres; si hay pizarra no hay tiza o marcador y viceversa; pese a la propaganda oficial de que los institutos son totalmente gratuitos, las madres tienen que comprar detergentes, resmas de papel, alimentos, porque todo falla. En algunos colegios son los padres quienes limpian el colegio y cortan el monte, porque no hay presupuesto para hacerlo.

En los barrios y bloques populares se cobra peaje; en los estacionamientos y aceras aledañas a los mercados arrancan las bolsas de las manos de las señoras; en los buses atracan para robar vergatarios y el sueldito diario que apenas alcanza para comprar la cena.

La inseguridad hace de la vida de los venezolanos un infierno de terror. Ya no se puede disfrutar una salida nocturna, ni una ida a la playa o un paseo al interior. Todo es peligroso.

Y lo más bravo es que esta vida horrenda es la que viven todos los venezolanos, con sus acentos propios, pero en todos los niveles sociales, hasta el último rincón del país. Se acabaron los pueblitos sanos, donde no pasaba nada. Entre los delincuentes, el desabastecimiento, la crisis económica y un Gobierno dedicado a ver cuál broma nos echa ese día, los venezolanos tienen la vida de cuadritos. Por eso no podemos entender cómo ese inmenso descontento no ha podido ser capitalizado por la oposición democrática. Tal vez los acentos políticos, el discurso corrosivo anti partidos y la mezquindad propias de algunos que cuidan solo de su propio medio metro de aire, haya bloqueado esa unión masiva que está esperando y aspirando el venezolano de a pie.

El discurso tiene un argumento sólido y es la vida de miér… coles que llevamos TODOS en Venezuela. La llamada Salida abrió una espita a la presión acumulada y por allí brotó la protesta, la pacífica y la no tanto, pero ambas dieron visibilidad mundial al conflicto de los venezolanos, dieron la razón a ese vasto sector que grita desde hace años que estamos en dictadura. La represión brutal mostró al mundo la verdadera cara de la revolución.

Pero resulta que hay opiniones, que si mejor lo hacemos pacífico, que si las marchas, que si la guarimba, que si el diálogo. Y comienzan los enfrentamientos y esa moledora que tiene la oposición para acabar con sus líderes.

Les voy a decir algo, entre nosotros. Estamos en crisis total como país, con un gobierno que no da para más y un pueblo cansado de aguantar. Es la hora de aceptar todas las formas de lucha, bajo la misma bandera de la Unión. Y apoyarnos. Olvídense de parlamentarias, olvídense de dirigencias verticales. El Congreso Ciudadano promovido por María Corina Machado es un excelente foro de participación que moverá la gente en la calle, de donde jamás debe salir la protesta. La Mesa de la Unidad debe armar el proyecto político y dar soporte político a las iniciativas. Los estudiantes, periodistas, médicos, educadores, amas de casas harán lo que les corresponde.

Y los líderes deben actuar como los siameses: si se separan, mueren. Si están juntos, vivirán, aunque se den mazazos en la cabeza. A bailar pegados todos se ha dicho, un bailecito que se llama UNIÓN y que nos llevará a la pista de la democracia. No pierdan el paso, ya los ciudadanos tenemos puestas las alpargatas.

Aquí entre nos

*A partir de este mes de agosto, las facturas eléctricas se verán incrementadas. Por supuesto esto no es lo que dice el gobierno, cuya información oficial, habla de unas “bandas verdes” de protección ecológica, que otorga una tarifa de acuerdo a la categoría del consumidor, pero si se pasan de los kilovatios asignados la diferencia se paga a un precio mucho mayor. Esto permitirá a Corpoelec reducir el subsidio a la electricidad entre 10 y 40%, más o menos la misma cantidad que será recargada al consumidor. Habría que preguntarse por qué Corpoelec en lugar de aumentar las tarifas de un servicio pésimo que ocasiona pérdidas de equipos eléctricos por los continuos cortes y apagones, mejor no cobra la inmensa deuda que mantienen entes gubernamentales, que disfrutan electricidad gratuita. También sería justo que Corpoelec explicara cómo es que desde 1950 a 1989 la inversión en un sistema eléctrico que funcionaba fue de 84.000 millones de dólares, mientras que entre 1990 y 2013 se han gastado 148.225 millones de dólares en un sistema tan frágil que cualquier iguana provoca un apagón de la mitad del país. Corrupción e ineptitud se llaman las iguanas.

*Debut y despedida: la improvisación es el sino de este gobierno. En el Aeropuerto Internacional de Maiquetía tuvieron que echar para atrás el cobro abusivo de una unidad tributaria a los pasajeros, con el pretexto de brindarles ozono en el aire acondicionado. Resulta que tuvieron que cancelar la iniciativa porque los aires están dañados en vastas áreas y además, los entendidos alzaron la voz preguntando quién había aconsejado lo del ozono, pues hasta ahora nadie ha comprobado que sea bueno para la salud. Algún bolsillo aspiraba forrarse con el invento.

*Los historiadores Inés Quintero, Roberto Lovera De Sola y otros estudiosos han dado su opinión sobre la película “Libertador”, protagonizada por Édgar Ramírez y dirigida por Alberto Arvelo. Coinciden en que es de un esplendor excepcional, bien escrita y con la maravillosa música de Gustavo Dudamel. Pero que de ninguna manera es un film con rigurosidad histórica. Llaman “falacias” las sugeridas sospechas sobre una muerte no natural de Bolívar, la aparición de personajes fuera de años y escenarios verdaderos, la insólita salud de Bolívar 17 días antes de morir, la supuesta traición de su sobrino Fernando. Dicen los historiadores que la película es magnífica mas no apegada a los hechos reales en muchas de sus escenas. De cualquier forma, este film recaudó en una semana lo que ingresó el Bolívar de Roque Valero en toda su obligada exhibición comercial.

Charito Rojas

charitorojas2010@hotmail.com

@charitorojas

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