Está clara la hegemonía comunicacional del régimen Castro comunista venezolano, recordemos que mediante una medida administrativa se le confiscó la señal a RCTV, también la compra forzada de otros canales de TV, de los cuales Globovisión es un icono; la clausura, la privación de licencia de radio emisoras, de las cuales el Circuito Belfort es otro icono; la compra de medios impresos como son la oscura compra de El Universal precedida por la compra de la Cadena Capriles y, el arrinconamiento de los pocos medios impresos que todavía se mantienen independientes a pesar de los obstáculos casi insuperables para la compra de papel. El jaqueo de las medios electrónicos, todas las limitaciones que se le pretenden imponer a los usuarios de las redes sociales son demostraciones de la condena a muerte a la libertad de expresión.
La realidad es que la información, opinión, análisis, criticas, humorismo, espectáculo, propaganda cualquiera que sea el material a publicar se enfrenta al tamiz oficialista y en muchos casos tienen que apelar a la autocensura para tratar de alargar su vida por un tiempo más.
La libertad de expresión es ejercida por pueblos que partiendo del respeto al derecho a recibir una educación de buena calidad les permita escoger ideología política y religión, formar una opinión y elegir lo que desean. Este derecho está en contradicción con el Castro comunismo, por esta razón las verdaderas universidades venezolanas son un objetivo para el régimen Chávez/Maduro cuyo propósito es destrozar sus plantas físicas, sus estudiantes y profesores; sus bibliotecas están siendo atacadas ferozmente por parte del régimen. El programa de educación ha sido cambiado por adoctrinamiento e impuesto desde la escuela de párvulos hasta el último año del bachillerato. El Cardenal Jorge Urosa lo ha dicho muy claramente “No podemos tener una educación entubada en un pensamiento único”, lo cual no es educación.
Por si esto fuera poco está la deformación de la historia patria, que ha pasado a ser la historia según “Chávez” entiéndase bien lo que a los Castro les conviene. Un ejemplo claro es que todas las razas son iguales, pero se pretende negar que Bolívar era blanco, aun cuando partió de nuestro Libertador darle la libertad a los esclavos.
De acuerdo con la analista Rocío San Miguel: “En Venezuela intentan consolidar un Estado militar”, con “la Ley de Alistamiento se vulneran derechos sociales como una desviación completa de una mente que insiste en enrolar a los ciudadanos bajo la autoridad militar en todo el país.” “Es el retorno a la ley sapo, Preocupa que termine utilizándose para reprimir a disidentes, opositores y críticos”
¿Es esto libertad de expresión? ¡NO! ¡Es su negación!
Mercedes Montero
Mercedes Montero
mechemon99@yahoo.co.uk
@Mechemon
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