En los últimos
meses han estado en el tapete los nombres de la Infanta Cristina de Borbón,
hija del Exrey de España, Don Juan Carlos de Borbón y hermana del actual
Monarca Don Felipe de Borbón; y María Gabriela Chávez, hija del difunto presidente
bolivariano, Hugo Chávez Frías.
CORONA DE PRINCESA |
Sus nombres han sonado en los medios de
comunicación social, por estar presuntamente involucradas en actos de corrupción administrativa contra los dineros
de sus respectivas naciones, quienes habrían aprovechado las influencias que
tienen en el gobierno para presuntamente realizar negocios y obtener jugosos
dividendos. Una es de sangre azul nacida en España y la otra plebeya nacida en
Venezuela.
En España el juez
José Castro imputó a la infanta Cristina por dos delitos fiscales y uno de
blanqueo de capitales, también envió a juicio al duque de Palma, Iñaki Urdangarin, esposo de la Infanta Cristina,
por lo que en España llaman delitos contra la Hacienda. Pero la cosa no se queda
en esa imputación y en ese juicio, otros encausados que se mantienen son el
exsocio del duque, Diego Torres y su esposa Ana María. Sin embargo, el juez
instructor absolvió al secretario de la Infanta, Carlos García Revenga por no
haberlo encontrado culpable de nada.
Durante el
transcurso del juicio, Juan Carlos de Borbón, que para la fecha todavía era Rey
de España, nunca dijo una sola palabra para tratar de influenciar sobre el juez
y obligarlo a tomar una decisión a favor de la Infanta Cristina, solo se
limitaba a decir que la justicia debía cumplir con las leyes y Constitución
Española. Tampoco hubo pronunciamiento por parte de su hermano, Don Felipe de
Borbón, quien para la fecha era Príncipe de Asturias y mucho menos ahora que es
Rey de España.
En el mismo orden
de la corrupción con los dineros del estado, diarios de Argentina y Venezuela
han denunciado la presunta vinculación de la hija del fallecido presidente
venezolano Hugo Chávez Frías, en un caso de presunto sobre precio en la
importación de arroz, en combinación con el ministro de Planificación
argentino, Julio De Vido, el mismo que está involucrado en el caso de los 800
mil dólares que llevó Antonini Wilson en un avión de PDVSA hasta Argentina, con
el objetivo de financiar la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner.
El juicio de Antonini dio como resultado varios presos en EE.UU por lavado de
dinero, mientras que en Argentina y Venezuela nunca iniciaron juicio.
Los medios de
comunicación afirman que el sector arrocero de Argentina conoce la existencia
de una irregularidad en ciertas exportaciones a Venezuela, y dieron aviso a las
más altas autoridades del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero este
gobierno no ha hecho nada al respecto. Al parecer en los embarques de arroz
dirigidos a Venezuela, la única beneficiada es una firma desconocida en el
sector, que vende a precios muy inflados y cuyos dueños tendrìan trato directo
con el ministro argentino Julio De Vido, el embajador argentino en Venezuela
Carlos Cheppi y hasta con María Gabriela Chávez, hija del falleci do presidente
venezolano Hugo Chávez.
Ahora bien, los
parentescos son que a las dos les gusta el guiso y las diferencias son que,
mientras en España imputan a la Infanta Cristina de Borbón, hija del Exrey, Don
Juan Carlos de Borbón y hermana del actual Rey, Don Felipe de Borbón; en Venezuela la Fiscal
General de la Republica, Luisa Ortega Diaz, no solo tira los periódicos que
publicaron la información a la papelera,
sino que cuando le hablan del arroz
importado desde Argentina, se pone a contar las estrellas que hay en el cielo.
O sea, ¿impunidad
y complicidad?. No lo podemos afirmar,
lo cierto es que en Venezuela no hay ninguna investigación abierta.
Gerónimo Figueroa Figuera
@lodicetodo
geron2ff@hotmail.com
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