Los paramilitares del régimen
-asesinos y destructores- conocidos al comienzo como círculos bolivarianos y
ahora como colectivos, no son nada nuevo en el mundo, aparecen en los regímenes
dictatoriales sin distinción de izquierda o derecha. Los motorizados del terror
y la muerte del régimen castro-comunista venezolano, se asemejan a los crueles
Tonton Macoute del dictador haitiano Francois Duvalier (Papa Doc) que
asesinaron y desaparecieron a más de 60 mil personas, civiles y militares. Nacieron inspirados en los camisas negras del
fascismo italiano. A estos Tonton Macoute criollos los venceremos, como con el
tiempo han sido vencidos los paramilitares en todo el mundo.
Tonton Macoutes |
Los Tonton Macoute no recibían
remuneración por su macabro trabajo, pero en compensación estaban autorizados y
protegidos para hacerse de ingresos propios por la vía de la extorsión y el
crimen, constituyendo así el caos social.
Tonton Macoute es, en el cuento
popular haitiano, el “hombre del saco” que se roba a los niños que se portan
mal, es el “coco” que aterroriza a los infantes. Este cuerpo de pavor y
represión, junto a una especie de religión y adoración a Duvalier, fueron los
dos soportes tanto del gobierno de Papa Doc como el de Baby Doc. El viejo
Francois cambió su imagen, su vestido fue el traje y sombrero negro, y su
nombre Papa Doc, quien pasó a ser el “inmortal”, que nos hace recordar en
versión moderna y criolla al “Comandante Eterno”, “Jefe Supremo de la
Revolución” y “Gigante Latinoamericano”. “Papa Doc es uno de los loas”, se leía
en las escuelas y edificios públicos. Las loas son los espíritus grandes según
el vudú, y a Papa Doc se le pintaba sentado, teniendo de pie y a su lado a
Jesús de Nazaret, pudiendo leerse: “Este es el elegido”.
Los Tonton Macoute poco a poco suplen
la Fuerza Armada, cuyos oficiales son apartados, presos o asesinados. Piense el
lector en Venezuela y en la versión criolla y actual de los Tonton Macoute que
silenciaban con sangre las manifestaciones de los opositores. Duvalier fue
electo presidente por el voto popular, tornándose luego en dictador y
presidente vitalicio. Constituyó un
terrorismo de Estado y controló todos los poderes; torturaban públicamente para
que sirviera de escarmiento. La juventud haitiana, particularmente los
graduados universitarios, emigraron del país en busca de libertad.
Los Tonton Macoute eran protegidos del
Estado, como ocurre con los colectivos armados que actúan en coordinación con
la G.N. y la P.N., y cuando estas se retiran, los violentos motorizados queman,
destruyen y asesinan. Los Tonton Macoute pasaron; pasarán los colectivos; el
hijo de Papa Doc huyó en 1986, frente a las sostenidas y prolongadas
manifestaciones de protestas en todo el país, y quien se proclama hijo de
Chávez debe mirar con seriedad la protesta popular. Maduro, no es serio que califiques de
“multiplicadores de la paz” a los colectivos motorizados asesinos, que el
Vicepresidente Arreaza afirme que el comportamiento de ellos “es ejemplar”, o
que la Defensora del Pueblo los exculpe de cualquier agresión.
El camino es de calle y de protesta
pacífica sostenida, no se trata de cambiar de rol, de víctima a victimario. La
historia de dictaduras, como la que hoy enfrentamos, aconseja la resistencia
pacífica, la calle sostenida, la denuncia constante. No más silencio, calle y
más calle. Que la calle no calle.
Paciano
Padrón
E-Mail:
pacianopadron@gmail.com
Twitter:
@padronpaciano
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Los Tonton Macoute eran algo similar a los Miliciano de la Guerra Civil Española, aunque aquellos eran más sanguinarios. Pero por algo se empieza...
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