Este
pareciera la orden de los represoras de
lo que los venezolanos hemos vivido a partir
del 12 de febrero pasado, unas
trágicas y sangrientas jornadas
estudiantiles generada sin que
quepa la menor duda, allí están los videos y las plenas pruebas, debido a la
brutal y criminal represión del
régimen dictatorial, con el respaldo de los dictadores cubanos mediante una agenda dictada desde la
Habana, que a todas luces ya la opinión internacional de la naciones
civilizadas tienen forjada, para sostener lo que Hugo Chávez dejo de herencia al
protempore Maduro, luego haber instalado
en contravención a la Constitución y al
sentir del pueblo, un régimen
dictatorial comunista represivo y corrupto
una vez que inicio las arbitrariedades
inmediato a que asume el gobierno
en 1999.
Pero
lo lamentable de esta tragedia que vivimos como sociedad, ahora sin alimentos y con un país desabastecido de
todo lo necesario para sobrevivir, y en bancarrota económica y fiscal.
Es que esa disparatada, arbitraria, represiva, corrupta e ineficiente forma de gobernar,
condujo finalmente a lo que todos los venezolanos esperábamos: La destrucción de la república, de sus
instituciones más importantes, el desmantelamiento del Estado, la entrega de la
soberanía a Cuba, la destrucción del
aparato productivo, agroalimentario, la destrucción de PDVSA y las industria de
Guayana y el pisoteo
de la dignidad de los venezolanos,
una tragedia de dimensiones históricas,
bajo la segunda etapa de este régimen ahora bajo la gobernabilidad ilegitima del verdadero hombre de los Castro,
el protempore Nicolás Maduro y su camarilla
quien trata a duras penas de sostenerse en el poder, ahogando en sangre el
país, con el solo apoyo de unos cuantos malos hijos de la patria que más temprano
que tarde serán llevados ante la justicia ordinaria para que paguen las fechorías
cometidas en estos quince años de oprobio y de anarquía y la orgia de
sangre en que han envuelto al país.
La
sangre que como ríos ha corrido por las calle de la patria debido al asesinato de 34 jóvenes que solo gritaban armados de una bandera: “Basta
ya queremos libertad, no sigan
destruyéndonos”, generada por esa brutal represión militar jamás
vista ni cuando las peores dictaduras que hemos padecido bajo bota de los chafarotes militares del
pasado, no tiene parangón en los anales
de nuestra historia republicana. Y ella no será en vano, sus nombres quedaran inscritos en las mejores
y heroicas páginas de nuestra historia,
y los de ellos también, ya lo hicieron,
ya lo hicieron. Dictadura que separa se cae. Alea jacta est
Jose
Eduardo Guzman Perez
guzmanperez@gmail.com
@guzmanperez1
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