Cuando transito por las calles o acudo a
algún acto público muchas veces me tocan en el hombro y de forma compasiva me
dicen: Por qué eres tan optimista, esa posición no tiene ningún fundamento.
He aquí mis razones:
1. “Si un gobierno tiene el control de todo:
los ingresos fiscales, los jueces, los fiscales, los diputados, la fuerza
armada, buena parte de las industrias y los medios de comunicación. ¿No cree
usted que está en condiciones de imponer lo que quiera, el colectivismo, el
trueque, el comunismo, la comuna, el endogenismo, etc. etc.?”
La pregunta que tenemos que hacernos es la
siguiente ¿Si este gobierno tiene tanto poder por qué no ha impuesto el
comunismo que es su gran aspiración? Y la respuesta es: No somos hoy un país
comunista porque los venezolanos no lo hemos permitido y cada día somos más los
que nos oponemos a ello, aunque el grupo en el poder tenga triunfos aparentes.
Analicen a fondo las estadísticas electorales y verán quién crece y quién
decrece (a pesar del CNE)
2. “Es imposible que nos recuperemos, la
economía está en el suelo, vivimos de las importaciones de los bienes de
consumo y además regalando nuestros recursos. La producción por habitante ha
decrecido a menos del 1%, mientras el consumo lo ha hecho a un 3.1% y las
importaciones 7.5%. Todo es un tinglado de falsedad.”
Para recuperar a Venezuela solo hay que dar
un giro de 180º a la estrategia económica, es pura voluntad. Garantizar la
propiedad de los ciudadanos en todos los niveles, formales e informales,
micros, pequeños, medianos y grandes, como lo asienta nuestra Constitución.
Respaldar la seguridad jurídica de todo el que quiera invertir en Venezuela.
Promover a todo el que quiera producir, trabajar, crear y sobre todo respetar a
los empresarios y a los trabajadores. ¡No es imposible!
3. “PDVSA y las empresas básicas, la
industria eléctrica, las cementeras, la agroindustria estatizada todo está
destruido, es imposible recuperarse en menos de 50 años. Dependemos más que
nunca del petróleo de cada. Hace unos años, de cada 100 dólares 93-94 venían
del petróleo, hoy de cada 100 dólares 96-97 vienen del petróleo”
Por qué no pensamos más bien en transferir
ese monopolio público a los ciudadanos y que ellos administren, como están
haciendo los mejicanos, los suecos, los brasileños y los peruanos. Acabemos con
el mito de la bondad de los monopolios públicos y liberemos la fuerza económica
de los venezolanos. Combatamos los monopolios, los oligopolios y hagamos una
Venezuela fértil, creadora de riqueza. Si otros lo hacen y tienen éxito
nosotros también podemos.
4. “Todo está en ruinas, lo que se construyó
en medio siglo está en el suelo, hospitales, vías de comunicación, escuelas,
las universidades están acorraladas”.
Aquí se trata sólo de manos a la obra. De la
misma forma que se construyó la red de hospitales, universidades, escuelas y
vías de comunicación podemos dedicarnos a rescatar todo este gran patrimonio,
tenemos los técnicos y los recursos, una vez más sólo falta voluntad para
salvar lo único que tenemos.
5. “La fractura es demasiado grande, lograron
dividirnos, somos un país donde una parte odia a la otra”.
Entonces, porque ganamos en Petare, en
Guasdualito y en las grandes ciudades. No es por odio que vota la gente, es
vivir sintiéndose dependiente del Estado como única forma de sobrevivir. En
gran parte de nuestro territorio no hay una sola empresa, una industria que
ofrezca formas de ganarse la vida distintas a la de servir al Estado. ¿Podrá la
oposición mostrar que la gente puede depender de sí misma, que las empresas
crean trabajo, mejores salarios, condición básica para la autonomía personal,
como sucede en cualquier país donde predomine el Bienestar y donde el Estado
está allí para ayudar y no para aplastar al ciudadano?
6. “La violencia se ha apoderado del país, no
podemos salir a la calle, la policía no protege, hay impunidad frente al
delito”.
Entre 1998 y este año la tasa de homicidios
en Venezuela se ha cuadruplicado al pasar de 19 a 79 fallecidos por cada
100.000 habitantes, de acuerdo a las cifras del Observatorio de la Violencia.
Recuerden a Colombia, hace 10 años. Véanla ahora. Tiene actualmente una tasa de
38 homicidios por cada 100.000 habitantes. La violencia puede ser dominada como
sucede en la mayor parte del planeta.
7. “Estamos en manos de los cubanos y de los
chinos, ellos son los que nos gobiernan”.
Bueno, si alguna tradición tiene Venezuela es
la independentista. Se trata ahora de hacer nuevos y decentes convenios con los
chinos y acordar reglas de juego con Cuba: no te ayudo si no liberas los presos
y si no vuelves a la democracia. Este es un problema de nuestro liderazgo
democrático.
8.”Es que la gente se fue, todos los mejores
se han ido, los médicos, los investigadores, la gente con más formación y
valor”.
Peor fue en Chile que sufrió el éxodo masivo
de sus profesionales, intelectuales y científicos. Ahora están allí de nuevo
porque hay libertad, pueden trabajar y continuar sus obras. No es distinto para
más de un millón de venezolanos que están afuera que ansían volver con sus
familias, sus amigos de la infancia, sus compañeros de estudios y todo aquello
que forma parte de la vida de una persona.
9. “Esta gente nunca va a entregar el poder,
fíjese en el Dakazo, prefirieron arruinar el comercio antes que perder las
elecciones”.
Sin embargo y a pesar del Dakazo no ganaron
donde querían, se repliegan allí donde la gente es más vulnerable, donde se
necesita con más fuerza un gobierno distinto que acabe con su postración
política. Ya sabemos que si votamos masivamente y sin miedo ganamos porque
somos mayoría.
10.”La Venezuela de la amistad y la
cordialidad se acabó, hoy sólo hay reconcomio y venganza”.
El espíritu nunca muere, es intangible, está
adentro de nosotros, tenemos que vencer el miedo, no temer a las amenazas del
presidente de la Asamblea y sus compinches, estamos obligados a buscar nuestro
propio camino, como lo han hecho la mayoría de los países de este continente.
No somos diferentes a los otros seres humanos
que vencieron las dictaduras, el militarismo, el comunismo, el nazismo, el
fascismo, el populismo y todo lo demás. La historia demuestra que esos
gobiernos tienen fecha de vencimiento. Todos caen, sin excepción.
Por todas estas razones, y porque creo en el
espíritu de la gente soy optimista. En el 2014 nos corresponde mostrar que
podemos ser esa patria que añoraba Pérez Bonalde y que vale la pena luchar por
ella. A unirse en la lucha por la libertad de Simonovis.
isaper@gamail.com
@isapereirap
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