La  que fue 
una de las más grandes empresas petroleras  del mundo, 
con  una pulcra administración
donde  desde  su nacionalización predominaba  la meritocràcia heredada  de las administraciones  extranjeras y perfeccionada al  paso 
de los tiempos, donde prevalecía 
el máximo de rendimiento  horas
hombres, la rivalidad por la seguridad, dedicada a  la exploración, extracción, refinación y
mercadeo, no había posibilidad de politiquerías 
de ninguna índole, alcanzar  una
superintendencia o una gerencia era  un
camino largo a base de demostrar capacidad, inteligencia a través  de los diferentes  cursos 
que se impartían  continuamente,
luego la  competencia  en los diferentes campos  incluido 
en forma  muy especial  el mantenimiento de equipos, sin dejar  en ningún momento de lado el factor humano
base primordial de la industria, todo esto hacía de PDVSA una industria en
constante  crecimiento y factor   de admiración para el mundo. Existía
una  separación total entre el Ministro
del entonces Ministerio de Minas e Hidrocarburos y el Presidente de PDVSA.
Hoy es una sola persona en ambos cargos creando una dualidad de funciones donde no se sabe donde comienza una o termina la otra, lo que da pié a mayores actos de corrupción, no solo se tenía la presencia y control de la Contraloría General de la República, también existían las contralorías internas o Gerencias de control de daños y pérdidas.
Hoy es una sola persona en ambos cargos creando una dualidad de funciones donde no se sabe donde comienza una o termina la otra, lo que da pié a mayores actos de corrupción, no solo se tenía la presencia y control de la Contraloría General de la República, también existían las contralorías internas o Gerencias de control de daños y pérdidas.
Para
el año 1999 la deuda  total de PDVSA
ascendía a la suma de 5.000 millones de dólares con el precio del barril del
petróleo a 9 dólares, para el 2012 la deuda externa sin incluir  los proveedores  nacionales 
llega a los 60.000 millones de dólares 
con el precio del barril a 100 dólares, la producción era de 4 millones
de barriles diarios con un personal total 
que llegaba a  43.000 personas, al
año 2012 se producen apenas 2.300.000 millones de  barriles diarios  con un 
personal de 130.000 entre obreros y empleados, sin esperanza de aumentar
la producción a pesar de las grandes reservas probadas existentes, por el mal
estado de los equipos huérfanos  de
mantenimiento, la imposibilidad de hacer inversiones  que 
son necesarias por falta de recursos y de no conseguir nuevos prestamos,
se han vendido  equipos valiosos a precios
de miseria en el exterior, tal es el caso de las refinerías  en Alemania de Beba oíl, negociadas a
Bielorrusia, refinerías  que eran
vitales  para el crudo  pesado y súper pesado de la faja del Orinoco,
ya es comentario general  que se
pretende  vender las refinerías y
estaciones de combustible  que se tienen
en USA (Citgo).
Por
culpa de las políticas erradas de PDVSA, Venezuela  ha tenido 
que enfrentar una serie de demandas de arbitrajes internacionales  que han sido todos desfavorables para la nación
lo que ha obligado a desenvolver  grandes
pagos, lo último  que tenemos  es lo de la empresa CONOCO PHILLIPS que
alcanza la suma de 10.000 millones de dólares, es tal el descalabro  que 
atraviesa  PDVSA  que 
como ya lo hemos indicado en otras 
oportunidades el Banco Central se ha visto obligado a emitir miles de
millones de  bolívares  inorgánicos 
para apuntalar   los flujos de
caja de la empresa que se ve agobiada 
por los cobros de los proveedores venezolanos, muchos  son los casos 
de enfermos  que no son
aceptados  por clínicas debido a la  fuertes sumas 
adeudadas  a las mismas y la
casi  imposibilidad de lograr  el pago.
Los
dos últimos grandes descalabros  donde ha
quedado la credibilidad 
internacional  de PDVSA en muy
bajo nivel ha sido los casos  de la
refinería de Pernambuco  en Brasil y la
refinería del Pacifico en  Ecuador,
países  que se vieron obligados a  romper las negociaciones de asociación  con Venezuela debido al incumplimiento en las
cantidades  que se tenía  que aportar y nunca  se hicieron, Brasil asumió  ella sola 
la construcción y Ecuador  se
asoció  con China,  pero existen 
promesas que  jamás van a ser
cumplidas de construir refinerías en Vietnam, Uruguay, Siria, Bielorrusia y
Jamaica, en el caso de la deuda  de
Venezuela  con China, llamada  Fondo Chino, el dinero lo recibió el régimen
pero lo tiene que  pagar PDVSA, ( no se
incluye esta deuda  en la  de PDVSA), hipotecando  parte de la producción, de tal  manera 
que se le debe entregar  
diariamente a China 700.000 barriles de crudo al miserable precio de 40
dólares, deuda  que  se hace difícil  cancelar a mediano plazo debido a los intereses  que se acumulan y los nuevos préstamos que se
solicitan. Las tales exploraciones 
gasíferas de costa  afuera han
sido otro gran fracaso a pesar de las inmensas reservas probadas, pero hay que
hacer grandes inversiones  y falta  dinero para ello y ninguna empresa se
atreve  a asociarse  con PDVSA debido a la inseguridad
jurídica  en lo referente  a sostener 
las  cláusulas de los
contratos  y lo de la repatriación de
capitales punto de vital importancia 
para las empresas extranjeras, hay un total clima  de desconfianza entre las posibles  empresas inversionistas.
Hay
un punto que la mayoría de los  
analistas económicos  suelen pasar
por alto, es la  enorme deuda acumulada
durante  varios  años por PDVSA  con los 23.000 trabajadores  que fueron botados  en el 2002, a 
los cuales  no se les dio  legalmente 
calificación de despido, no se le han pagado  sus prestaciones sociales, se les han
retenido  sus ahorros y no se  rinde cuenta del fondo de jubilaciones, como
no se les han cancelado sus prestaciones, estas 
han venido  acumulando intereses
además  está la situación  sobre salarios  caídos y acumulados, aportación legal  a las cajas de ahorros y al fondo de
jubilación,  amén de las posibles
demandas personales por daños y perjuicios por la persecución y falsas
acusaciones a que se han visto sometidos 
estas personas, lo que se convierte en una  enorme cantidad de dinero que  viene 
acumulando  en deuda  PDVSA 
con  estos trabajadores.
El
estado actual de las refinerías  es
caótico,  todas en general  están presentando graves  problemas 
generados   por la falta de
mantenimiento en las mismas y falta de personal idóneo (Amuay  aún sigue 
sin operar al 100%, y las empresas 
aseguradoras  tampoco han
cancelado  los  siniestros ocurridos), aunque han tratado de
ocultarlo, la realidad es que estamos 
importando gasolina, gas, gasoil y fueloil, es una vergüenza  ya que 
fuimos  un gran exportador de
estos renglones y que ahora los estemos comprando a quienes antes se los
vendíamos, en el caso del Zulia  es
emblemático, a Colombia se le vendía 
electricidad y gas doméstico, toda la región de Maicao  en la frontera era  abastecida 
por Venezuela, ahora  es
Colombia  la que nos vende  gas 
doméstico e industrial, las plantas de la petroquímica del tablazo funcionan
con gas colombiano, de igual  manera es
colombiano el gas  que  consumen las amas de casa  en Maracaibo, como es colombiano parte de la
electricidad  que  consumen.
Pero  mientras todo esto  sucede 
se empeñan  en seguir
convirtiendo  a una empresa  petrolera  
en sembradora de yuca y legumbres, constructora  de viviendas (pero no para  sus 
empleados), sostenedora de  toda
clase  de misiones, compradora de
alimentos (PDVAL-PUDREVAL), crean una súper gerencia  que  se
llama  PDV-La estancia, que maneja miles
de millones de bolívares para poner al frente de la misma  a la esposa del ineficaz  Rafael Ramírez, esta   gerencia 
lleva  casi tres años  haciendo y deshaciendo  el 
Boulevard de Sabana Grande  en
Caracas
Lamentablemente
la situación  económica  de Venezuela es totalmente caótica, no se
ven  esperanzas de una recuperación  ni siquiera a mediano plazo de la misma, con
el agravante  de que este país  siempre 
ha dependido  en su mayor parte de
la industria petrolera, pero están los  facinerosos  que nos desgobiernan dirigidos  por los invasores cubanos que la han
llevado  al  colapso, casi a la quiebra   al igual 
que a las  industrias básicas de
Guyana, las carboníferas, las  cementeras
y eléctricas, Venezuela es un país  en
crisis, crisis  económica,  de gobernabilidad, de  seguridad (se calcula  que para este año  se llegue a los 25.000  homicidios), con unas fuerzas  armadas 
cuyos miembros se cubren de condecoraciones  y hacen el ridículo ante el mundo cuando se
arrodillan ante los invasores cubanos, pero se envalentonan cuando  arremeten 
contra periodistas o manifestantes 
indefensos, se les olvida  que el
mundo los mira  con estupefacción por
permitir  que  Venezuela sea invadida  por Cuba 
con el beneplácito  de ellos.
NO
A LA PRESENCIA DE INVASORES CUBANOS 
EN  VENEZUELA, NO A LA ENTREGA DE
NUESTRA SOBERANÍA  A LOS CASTROS.
hjmrodriguez@gmail.com    ///  
Twitter:@Hmarcanor
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