La palabra DERROTA pone a temblar a muchos, principalmente a los políticos que andan en estado de negación constante durante un proceso comicial y por tanto jamás consideran diseñar una estrategia mediática a fin de no perder a sus seguidores que depositaron la confianza en ellos bajo la promesa de lograr el triunfo.
Precisamente esto es lo que acaba de suceder en Venezuela, donde la oposición democrática se encaramó en un “triunfalismo evidente y ciego”, tal como lo expuso una amiga periodista venezolana, quienes no quisieron ver la realidad que enfrentaban a un adversario formidable que contaba con todas las de ganar, ya que era el que imponía la reglas del juego; y tal como menta el dicho “el que hace la ley hace la trampa”.
Tanto a nivel empresarial como político, los clientes, en el caso de la empresa privada, como los votantes, en el caso de los partidos, mantener la confianza y fidelidad de ellos es vital para asegurarse una proyección a futuro. Pero luego de celebrarse las elecciones los seguidores del candidato opositor venezolano, Henrique Capriles Radonsky, no sólo se ven compartiendo el amargo sabor de la derrota sino también la decepción y confusión.
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| Marianella Salarzar: |
Ahora la oposición venezolana no sólo enfrenta a una adversario sobre fortalecido luego de vencer en las urnas, sino por igual la crítica fulminante de sus propios seguidores. Tal como lo expone la periodista Marienella Salazar: “Las explicaciones sobre lo que pasó suenan como palmaditas de consuelo en la espalda, mucho menos convencen esos argumentos pueriles de que no hay derrotados, que ganó Venezuela y otros lugares comunes e infelices, como si estuviéramos en una democracia real.”
Entonces la pregunta obvia es ¿en que falló la oposición, no tanto en las urnas, sino no perder la confianza de sus seguidores? Simple, no tenían ningún plan alterno para encarar una derrota.
Contrario a concepciones generales, las crisis de confianza son pronosticables con bastante tiempo previo. Con un plan bien estructurado estas crisis pueden ser mitigadas o reducidas al mínimo si se toman las prevenciones correctas. Pero al parecer la oposición nunca estructuró este plan y les será muy difícil volver a levantar el entusiasmo generado durante las elecciones presidenciales.
· Identifique y debata
Una vez que se identifique una derrota o crisis deben reunirse los principales actores a fin de identificar los posibles escenarios negativos. Deje que todos expongas sus principales temores y comience a elaborar una estrategia que implemente de inmediato una vez que surja la crisis.
Al parecer la falta de celeridad con que la oposición respondió a la derrota demuestra que no se cumplió con este plan. Tan solo a los diez días el candidato Capriles Radonsky apareció en un programa de televisión para decir que no se podía dejar perder el entusiasmo, cuando ya la tristeza y la congoja se habían apoderado de sus seguidores.
El silencio fue tal que se sentía como un sólida masa que se cernía sobre la sociedad. Carlos R.Padilla, editor del Blog venezolano "El Republicano Liberal" lo expuso de la siguiente forma; "La ciudad estaba sumida en el más profundo silencio y estupor, para lo que no pueden requerirse pruebas porque está a la vista incluso de quien no quiera verlo, porque la densidad del ambiente podía tocarse con la mano".
· Estructure sus mensajes
Una vez que identifique los escenarios, tanto los posibles como improbable, inicie la lista de sus mensajes para cada uno de ellos. Este proceso ayudará a valorar las diferentes implicaciones.
¿Cuáles mensajes emanó la oposición tras la derrota aparte del discurso de Capriles reconociendo la victoria de Chávez? Todo se resumió a comentarios individuales a través de las redes sociales que aumentaron la amarga sensación de la derrota.
· Atento a los diálogos
A medida que comiencen a surgir los diálogos, ya bien sean cara a cara, publicaciones o a través de las redes sociales, al contar con respuestas ya diseñadas de antemano le ahorrará tiempo y podrá responder de manera inmediata a las críticas.
A los días después de la derrota la oposición no emitió ningún mensaje contundente y dejó que creciera el tono negativo en las redes sociales.
· Acepte la realidad
A medida que diseña el plan acepte la posibilidad de que pueda ser derrotado y que las críticas lloverán, no tanto del bando contrario, sino de sus propios seguidores que sienten defraudados. Al aceptar esta realidad podrá contrarrestar la carga emocional sobre su equipo de trabajo a la vez que evitará que entre ellos se levanten dedos acusatorios, resquebrajando toda la estructura partidista que tanto trabajo costó levantar.
De nuevo Marienella Salazar lo puntualizó muy bien: “si hubiéramos exigido mejores condiciones, a lo mejor no estuviéramos en esta esquina lamentándonos y en este estado de desolación, desconcierto, incredulidad.”
Hecrtor Hereter Latouche
hhereter@yahoo.com
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