Hace
apenas una semana referíamos sobre el colapso de la vialidad nacional,
ejemplificando con la caída del llamado "Puente de Cúpira" y sus gravísimas consecuencias socioeconómicas.
En ese corto intermedio ocurrieron en Venezuela tres nuevos eventos de gran
relevancia nacional por su particular gravedad, pero de una causa común: el
socialismo. Veamos.
Inició
el fin de semana con otra matanza en el
Centro Penitenciario Yare I, localizado en el estado Miranda, donde 26
venezolanos -según cifras oficiales- perdieron la vida en una reyerta, nuevo episodio del descontrol ya habitual en
el régimen penitenciario vigente. El último informe de la ONG Observatorio
Venezolano de Prisiones, dirigida por el destacado especialista Humberto Prado,
señala que desde 1999 hasta el 2012, 5.370 presos han sido asesinados dentro de
los centros penitenciarios del país. Agrega, que en el primer trimestre de este
año 2012 ya han sido 304 los prisioneros asesinados. Indica además que en
Brasil, con una población carcelaria de 513.802 internos, se reportaron 125
muertes el año pasado, mientras que en Colombia con 85.000 presos se
registraron 24 asesinatos y en México con 222.947 internos sumaron 58 muertes.
Ya
para el lunes 20 de los corrientes le correspondió el turno a los trabajadores
de las empresas socialistas del estado Bolívar, quienes luego de "30 meses
esperando la discusión de su contrato colectivo", aprovecharon la
oportunidad de una cadena de radio y televisión del teniente coronel Chávez
fijada para anunciar la unión de Pdvsa y la CVG en varios proyectos, y tomaron
la palabra, exigiendo que se proceda con
la mayor prontitud a la discusión del precitado contrato. Ante el hecho
consumado, el militar que gobierna dio la orden conducente: negociar.
Y a
la hora de escribir estas líneas, sábado 25 de agosto, se mantiene la conmoción
nacional ante el más reciente de los desastres: Ya suman 41 las personas
fallecidas por incendio en Amuay desde el Centro Refinador de Paraguaná, en el
estado Falcón. La información difundida por el régimen en gobierno indica que
en horas de la madrugada, tuvo lugar una fuga de gas desde una de las esferas,
éste hizo ignición causando la explosión que propagó el incendio hasta los tanques
contentivos de petróleo y nafta.
A
través de un comunicado hecho público en esta misma fecha, la Asociación Civil
Gente del Petróleo, objetivo político N 1 del socialismo acá gobernante en todo
cuanto refiere al negocio petrolero, tuvo a bien afirmar: "Cabe recordar
que desde 2003 a la fecha, los medios de comunicación han informado, sin
incluir el de esta madrugada, de 79 accidentes graves en el Centro de
Refinación de Paraguaná (Cardón y Amuay), con 19 trabajadores fallecidos y 67
lesionados". Vale destacar que estas cifras trágicas son inéditas en la
historia petrolera venezolana, muy a pesar de lo declarado el día de hoy por el
presidente de la Central Bolivariana Socialista Will Rangel ante Radio Nacional
de Venezuela, cuando afirmó: "... el accidente en la refinería de Amuay,
en Falcón, está en márgenes aceptables en las operaciones de las
refinerías...".
Y
referíamos al socialismo como causante primario de esta cadena de eventos en
razón del conocido paradigma que lo distingue conforme al cual todos los medios
de producción económica deben estar bajo el control del colectivo, representado
acá por el Estado, única forma de garantizar según ellos la distribución justa
y equitativa de la riqueza nacional, etc.
Debido
a ello, y por no concentrarse en ejecutar las competencias inherentes a un
Estado Nacional eficiente, entre las que destaca la política penitenciaria, el
derecho laboral y por supuesto la política de prevención, condiciones y medio
ambiente de trabajo, tenemos en su lugar a un Poder Público Nacional que
despoja a los gobernadores de sus competencias en mantenimiento y
administración de la vialidad, dando pie a su colapso; un Estado Nacional que
"negocia" con los prisioneros el gobierno de las cárceles; contamos
también con un régimen político cuyo Ministerio Público, el mismo que imputó a
Patricia Poleo por el asesinato de Danilo Anderson, y que también acusó a los
comisarios Simonovis, Vivas y Forero por la masacre de El Silencio, es el que
iniciará la investigación sobre la explosión del tanque de gas en la Refinería de Amuay esta
madrugada. De esta gente qué podemos
esperar ¡hasta cuándo el socialismo! ORA y LABORA.
caballeropercival@hotmail.com
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