Las primarias están a pocas semanas de celebrarse.
Muchos dirán que todavía las encuestas pueden cambiar a favor de otro candidato
y que los resultados darán sorpresas. A pesar de la intervención de María
Corina la semana pasada durante la memoria y cuenta de Chávez, es poco lo que
logrará para influir en el resultado, que beneficia claramente y sin
competencia cercana a Henrique Capriles Radonski. No es cuestión de a quién
apoye, es en realidad el hecho más claro que presenta el panorama político
actual.
Considero que el problema no es ganar las primarias.
Lo que necesitará mayor ajuste, negociación, conciliación, colaboración será el
apoyo de los partidos tradicionales que actualmente están con Pablo Pérez.
Sabemos el pacto de caballeros sobre la unidad, pero también conocemos a
"buitres" que intentarán conseguir algo del nuevo gobierno de
"su" candidato unitario. No tenemos que ser políticos, tener fuentes
o conexiones con miembros de partidos para saber que nadie -menos debido a la grave
situación que viven los partidos tradicionales- van a dejar escapar este
fiestón de aliarse con Capriles.
El segundo elemento importante que hay que tomar en
cuenta antes de derrotar a Chávez y manejar el país, es el postchavismo. Que en
realidad sigue siendo actual. No ha pasado y no caducará. Al menos en 5 años.
Lo más seguro es que cuando Capriles llegue a Miraflores, Diosdado Cabello siga
siendo presidente de la Asamblea Nacional; Tibisay Lucena, presidenta del CNE;
Luisa Ortega Díaz, fiscal general de la República; y Luisa Estella Morales,
presidenta del TSJ. Lo he comentado muchas veces. Habrá leyes aprobadas que
seguirán vigentes. Habrá decisiones del TSJ que se podrán revocar, pero hay
otras que se mantendrán. El impulso de nuevas leyes en beneficio del país serán
discutidas en la Asamblea como una verdadera democracia, pero mayoritariamente
conformada con diputados chavistas. No es salir de Chávez y se acabó el
problema. La diferencia radica en que nuestra convivencia será con la nueva
oposición -chavismo- y tendrá que ser diferente a la que nos ha tocado vivir.
El tercer y último aspecto trata de resarcir los
daños, sin causar ofensas a los demás. Actualmente nos vemos como 2 grupos,
aunque el discurso de Capriles ha sido clave para no generar más daño. Pdvsa pasado
por múltiples cambios en 13 años de Gobierno. Han sido muchos los que han
entrado y otros, al contrario, han salido posterior a los hechos de 2002 por
despidos masivos. Es un arma de doble filo. Si Capriles apoya a los antiguos
empleados solamente, la intención de voto de los empleados actuales puede
cambiar a causa de la incertidumbre y temor a despidos. Aunque Capriles no
quiera tomar una decisión antes de ser presidente, la presión tarde o temprano
lo pondrá en 3 y 2. Al igual que los problemas que surgirán si decide eliminar
las misiones para recortar el gasto, o la reducción de ministerios y por ende
de empleados, en la administración pública. Todo provocaría una muerte súbita
del nuevo gobierno si no se maneja con guantes de seda. Por último son las FANB
comandadas por Henry Rangel Silva -cuestionado y tal vez de corta duración en
el ministerio- los que marcarán la diferencia en el rumbo que tome el país. Han
sido un grupo -en su mayoría- que han entrado en una zona de comodidad y
consentimiento de su comandante en jefe, que quien intente quitarles su parte
del pastel posiblemente no les cause gracias, y sea un detonante para acciones
de dentro hacia fuera.
Están por verse los escenarios, siempre nuevos y
sorprendes. Aunque sabemos que no lo tienes fácil Capriles, nosotros que
conformamos y queremos al país, aportaremos granos de arena que se componga de
justicia, perdón, esfuerzo y convivencia.
Licenciado en Comunicación Social - MBA IE Business
School
hpr1906@hotmail.com
@hermann196
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