Una vez más micomandantepresidente anuncia sus deseos de quedarse en el poder hasta el 2031, al menos. Antes, y de hecho la ciudad está llena de pintas en ese sentido, la aspiración del jefe máximo de la única revolución militar-comunista que queda en el mundo se limitaba muy modestamente hasta el 2021, tiempo estimado para realizar su sueño de ver a Venezuela vuelta un chiquero con marranos y todo.
Pero la cosa como que no está saliendo como lo pensó el magnate petrolero. Tal vez por el cáncer y la necesidad de decirle a todo el mundo, especialmente a la oposición, que está muy bien de salud a pesar de la apariencia que apunta a lo contrario, el militar extiende su necesidad de sentarse plácidamente en el trono de Miraflores hasta el 2031, aunque también se ha referido al 2041.
¿No están saliendo bien las cosas? ¿Todavía faltan cosas por hacer? ¿No ha logrado cumplir los principales objetivos? ¿El clan todavía requiere de algunos fondos para asegurar su futuro? ¿Hay que reforzar las cajas chicas amigos y allegados? Puede ser, pero lo que más suena es la ambición de poder, muy claramente expresada en muchísimas oportunidades y, así por no dejar, jurungarle la paciencia a ese montón de gente que quiere verlo fuera del coroto y enfrentando valientemente sus desmanes.
Y si es por destruir, dinamitar y arrasar, ciertamente, todavía queda algo. A pesar de su empeño en acabar con todo y de la rabia con que ha ejecutado cada paso demoledor, queda carne, todavía quedan algunas migas que pisotear.
En el campo, en el área agrícola, por ejemplo, micomandantepresidente ha hecho un gran trabajo. A punta de invasiones, tomas, amenazas y confiscaciones, tiene a la gente comiendo cualquier cantidad de productos importados, comprados a los países con quienes hay una relación más allá de la amistad, tipo Ecuador, Bolivia o Nicaragua. La ideas, al final es favorecer a esos aliados estratégicos y liquidar a los golpistas criollos, sus paisanos y, llegado el momento, sustituirlos por sus camaradas al frente de haciendas y fincas. Esta acción de quítate tu para ponerme yo se ha visto con toda claridad en Barinas. Pero en el agro todavía hay margen para que el jefe y su clan terminen la obra. Más invasiones, más confiscaciones y más amenazas y si agregamos un toque de delincuencia con secuestros y asaltos a fincas, estamos listos. La idea es importar la totalidad de todos los renglones. La carne, para citar alguno, está en este momento por el orden de la mitad de producción nacional. Eso es inaceptable.
Pdvsa, Sidor, calles, avenidas. El sistema eléctrico y los servicios públicos. Las policías, las Fuerzas Armadas, el beisbol profesional. Hay margen. Esas cosas todavía medio funcionan. Queda trabajo por hacer. En seguridad, a pesar del avance de los choros, todavía queda mucho venezolano vivo.
Vamos, comandante. Fuerza y ánimo. Hasta el 2031. Gane y acabe con todo. Esa es su especialidad.
Y en eso es excelente.
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