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LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

jueves, 13 de octubre de 2011

HUGO N. VERA OJEDA: ¿QUE ES LA LIBERTAD? (DESDE PARAGUAY)

Y hasta que uno comienza a darse cuenta, de que lo más correcto sería definirla como la ausencia de coacción para con la voluntad de uno mismo sin más limites que los derechos de otros.
Quizás pocos conceptos hayan sido tan sacados de contexto como el de la libertad.

En su nombre se han cometido todo tipo de abusos, cuando simplemente no se ha tergiversado su significado.

La confusión más típica, es la que casi acostumbra al oído: libertad y licencia. Llevarse todo por delante sin ningún límite, pero una vez analizado mejor el concepto, uno nota que licencia es cuando menos, una tonta comparación.

Y hasta que uno comienza a darse cuenta, de que lo más correcto sería definirla como la ausencia de coacción para con la voluntad de uno mismo.

Pero tamaño problema encontraríamos si comenzáramos a indagar más y notar que la ausencia de coacción, es simplemente un lejano pariente y más está concentrado otra vez en la restricción.

Cuando alguna vez respondí, que pocas cosas traen consigo tanta restricción como la libertad, no pararon de reír. Quizás conspiró en ello mi tan disparatado humor. Y no es para menos, mucho quizás tuvo que ver la mirada superficial que uno generalmente quiere dar a la libertad.

Sostengo, errado o no, que el análisis más avanzado al que llegaron muchos, es solo hasta el nivel de la ausencia de coacción para el uso y disfrute de todo lo que plazca a uno, sin más limites que los derechos de otros.

Ese sencillo ejercicio es tan superficial que lisa y llanamente, olvida el principio cardinal de la libertad individual, el ego, o dicho en castellano, el yo.

Uno de los pilares fundamentales de la libertad individual, es sin duda, la responsabilidad: el responder por los propios actos. Pero este aparente fácil concepto se comienza a complicar cuando comprendemos de lo que se está hablando.


La responsabilidad es uno de los procesos más complejos que reservó la naturaleza para el ser humano. Su formación es tan caprichosa y delicada como las fibras de la seda más exótica, pero de la misma forma, una vez completado el proceso, es tan fuerte como el capullo mismo.

La responsabilidad se forma por un sinfín de factores, que van desde la experiencia propia hasta la de otros. Pasa por probar la sal para saber que es salada la anchoa y la miel, para saber qué es muy parecida al azúcar. Pasa por equivocarse, pero saber que estar en el piso, no siempre es el final.

Pasa por conocer la gloria, para saber que todos lo olvidaran muy pronto, y lo mejor quizás, es hacerlo también. Es un triste despertar para que en el ocaso del día, una simple sonrisa ajena, nos pueda devolver también la nuestra.

La responsabilidad es tan caprichosa que apenas le dicen: no lo hagas! automáticamente disparará una orden al cerebro, como un pequeño demonio que nos habla al oído y le dirá: si está prohibido, es porque debe ser bueno.

Pero es aun mas maldita la responsabilidad, cuando sabe que otros nos están dando excesivos privilegios, que simplemente se irá a dormir para no hacer su trabajo de guiarnos, pues de tan celosa que es, simplemente exclamará: allí tienes a tu guía ya no te sirvo! y se irá a la cama, llevandose consigo nuestra virtud emprendedora.

Solo cuando estas y miles de complejas situaciones, a lo largo de nuestras vidas, van apareciendo, vamos notando también, que la libertad es todo lo contrario a lo que siempre nos dijeron. Que no es licencia y no surge de golpe ni a sablazos, no pasa porque nos corten la soga, cuando ella la seguimos arrastrando por el cuello.

Que el límite no es solo el derecho de otros y mucho menos es simple ausencia de coacción.

La libertad es pura restricción. La única y gran diferencia es que, cuando notamos lo que es bueno o malo según nuestros propios parámetros, esas restricciones, las vamos poniendo nosotros mismos.

* Hugo Vera Ojeda es Director de la Fundación Libertad del Paraguay.

Fuente: Fundacion Libertad (Paraguay)
http://www.hacer.org/latam/?p=3890

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