BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
Mostrando entradas con la etiqueta ESCASEZ CONTINUADA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ESCASEZ CONTINUADA. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de enero de 2015

NARCISO GUARAMATO PARRA, LAS COLAS Y EL DESABASTECIMIENTO

El año 2015  el venezolano lo comenzó haciendo colas frente a los diferentes negocios de venta de alimentos al detal, con la esperanza de poder adquirir productos como: mantequilla, aceite, café, leche, pañales, artículos de aseo personal, etc., que tienen tiempo sin poder comprarlos regularmente.

La  formación de las colas es atribuible al temor que vive el consumidor ante el desabastecimiento de los productos básicos de su dieta diaria. Este temor ha causado un aumento inusual del consumo, lo que algunos llaman el “acaparamiento doméstico”, el cual es entendible totalmente. Si una venezolana, asiste a más de un supermercado y no consigue pañales, por ejemplo, es comprensible que cuando los encuentre, quiera llevarse una cantidad superior al acostumbrado, para prevenir, dirán algunas.  Tal es la paranoia, que muchas personas, que hacen cola, si le preguntamos  que venden, no saben la respuesta, solo dicen, “no sé, compraré lo que saquen, lo que haya llegado”. Parte  de la formación de las colas es explicado por innumerables comerciantes informales, que tratan de adquirir los productos a precios regulados, para revenderlos posteriormente a precios que involucran beneficios extraordinarios.

Otro factor que ha incrementado el consumo es la fuerte inflación que está viviendo el venezolano (en alimentos supera el 100%, anual) la cual ha obligado a aumentar las compras, tratado de ganarle al aumento de precios, utilizando recursos monetarios que estaban destinados a otras actividades e incluso, utilizando el crédito bancario a través de la utilización de las tarjetas de crédito.

Estas colas son resultados visibles de un proceso real de escasez que viene desarrollándose desde hace tiempo en el país,  producto de una mala política económica basada en el exceso de controles y la estigmatización  y persecución del sector privado, sumado a un crecimiento del poder del gobierno central más una profundización del modelo rentista petrolero No es nuevo el proceso de estatización de empresas del sector privado así como la posterior formación de empresas públicas que con el tiempo han demostrado su ineficacia (Agropatria, Cemex, Sidor, etc.). También es notorio la mudanza de empresas a distintos países latinoamericanos (en especial Colombia) de las casas matrices de importantes compañías extranjeras que utilizaban a Venezuela como eje de su política, dado la posición geográfica estratégica de nuestro país (P&G). Así como la criticable acción de algunos empresarios que han ido del país, abandonado  sus activos y  abandonado a los empleados. (Clorex). Lo anterior es una pequeña muestra de los factores que han producido una gran disminución en la oferta de bienes y servicios. Que se ha tratado de compensar con productos importados.

Los excesivos controles, ente los cuales, lo más importantes son los de precios y la tasa de cambio, han vuelto muy muy difícil la actividad industrial y comercial, La regulación  de precios y el lento proceso de ajustes en los mismos, como el difícil acceso a las divisas ha producido el cierre de un gran cantidad de establecimientos.

La realidad es que la actividad económica en Venezuela se ha convertido en una economía comercial,  de productos importados por un gobierno (en detrimento de la industrial, productiva),que ha demostrado su incapacidad en   la distribución de bienes y servicios, que se escuda con la tesis del acaparamiento y la especulación, como armas fundamentales de una “guerra económica”, negando la verdadera causa, la aplicación de un modelo económico ineficiente.

La eliminación de las colas es bastante difícil, desaparecerán con el regreso de la confianza del consumidor, confianza de poder adquirir un producto cuando lo necesiten y a un precio acorde con sus ingresos.

Narciso Guaramato Parra
Guaramatoparra@gmail.com
@guaramatoparra

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

martes, 14 de octubre de 2014

JOSÉ VICENTE CARRASQUERO A., ESCASEZ CONTINUADA

La forma como el gobierno ha venido enfrentando el grave y generalizado problema de la escasez indica su absoluta disposición a obligar que sea el pueblo el que pague el altísimo precio de haber malbaratado el mayor y más prolongado ingreso de recursos de la historia del país.

La evidencia está a la vista. Hay dólares para pagar a los voraces tenedores de bonos venezolanos pero no para paliar el problema de escasez de alimentos y medicinas. Esto solo por nombrar dos sectores en los que los venezolanos se ven sometidos a una escandalosa depauperación y deterioro de su calidad de vida.
Es claro que la escasez se hace presente en casi todos los rubros de una economía maltrecha y pésimamente manejada. Es así, que para el común de los mortales es imposible comprar un vehículo nuevo, conseguir un repuesto para un vehículo que tiene ya tiempo parado, un celular a precio asequible, un cepillo de dientes de los que tiene motorcito, una afeitadora, loción para después de afeitar, tintes para el cabello, cosméticos, detergente para lavar la ropa, repuestos para los ascensores y un largo etcétera que mejor detenemos aquí para no deprimirnos y no gastar todo el espacio del artículo en el inventario de cosas con las cuales ya no contamos.
No hace falta ser un brujo de altas calificaciones para saber que esta escasez es producto de un control de cambio para el cual el gobierno carece de los dólares necesarios. En este momento los estudiantes, profesores e investigadores y pensionados que viven fuera del país son víctimas de una sequía de divisas que nos pone ante el mundo como unos parias sin recursos básicos para costear ni lo más mínimo.
La escasez de dólares se nota en casi cualquier actividad de nuestra cotidianidad. La falta de repuestos impide que los camiones recolectores de basura cumplan con la muy importante labor sanitaria en momentos de presencia de enfermedades endémicas. Cuando hay una falla eléctrica local, el personal de CORPOELEC señala que no cuenta con los repuestos necesarios para solventarla. Cuando falla el servicio de internet, la compañía telefónica no cuenta con módems de repuesto. Cuando se daña el celular debe uno conformarse con un aparatico que si acaso sirve para llamar y a precios altísimos.
Los venezolanos se ven obligados a pagar precios exagerados por tener servicios de calidad mediocre. Los altos precios no resuelven el problema de la escasez que se ha hecho crónico e inentendible para los capitostes del régimen.
Todo esto tiene una y solo una explicación. El gobierno es el único beneficiario de un férreo control de la economía en la cual inyecta billeticos de monopolio a placer. Es política de esta administración el mantener una altísima inflación. Es política revolucionaria el empobrecimiento permanente y continuado del pueblo venezolano.
Ante la escasez de ideas y conocimiento, el gobierno saca de baúl de los recuerdos la fracasada tarjeta de racionamiento de origen cubano que también hizo sufrir al pueblo chileno por allá en la década de los setenta. La tarjeta tecnológica, que en boca de un ministro, no impide ir todos los días al mercado, pero sí que compres todos los días un producto se convierte en la peor humillación que puede sufrir una persona que cree vivir en un país rico.
Con el capta huella el mensaje del gobierno es claro y sonoro: la escasez está aquí para quedarse. Aún más: el gobierno no tiene intención alguna de liberar el control de cambio en la medida que esa política le permite arbitrar las necesidades de la gente a su conveniencia.
Como consecuencia de la insensatez revolucionaria, los venezolanos seguirán empobreciéndose cada vez más. Los venezolanos sufren el rigor típico de los paquetes neoliberales del Fondo Monetario Internacional: límite el consumo de la población para que garantice el pago a los acreedores.
Y todavía hay quien cree que tenemos un gobierno que se interesa por el pueblo.
Jose Vicente Carrasquero A.
@botellazo

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,