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miércoles, 14 de octubre de 2015

ENRIQUE MELÉNDEZ, ¿EN LA COLA LA VIDA ES MÁS SABROSA?

En las colas la vida es más sabrosa; en las colas todo es felicidad, aludiendo a la vieja canción; para traducir lo que ha dicho la ministra Jackelin Farías, en ese sentido; algo que le ha salido al voleo; como expresar: “ser rico es malo”; como le salió también decir a su comandante eterno un día, mientras lucía un reloj Rolex en su muñeca, y hay gente que le da la razón a la ministra; pues en esas colas se hacen amistades; se entablan noviazgos; se hacen segundas; se intermedian negocios; en ese sentido, las doñitas han venido ampliando la agenda de sus teléfonos: María, la de la cola del Unicasa de la Candelaria; Teresa, la del Farmatodo del Valle, y que es lo que le ve sabroso la ministra a las colas, ojo, desde su oficina con el lujo y la decoración de un funcionario de su rango; sin desperdicio alguno para los twitteros; que enseguida se lo sacaron:

         “¡Cómo se ve que no tiene necesidad de nada!” 
Entre tanto la conversación en esas colas se vuelve épica: cada quien se dedica a contar la hazaña de cómo consiguió mantequilla, rematada con tres horas de una cola, para poder adquirir una a 150 bolívares; cuando la importada está por 1 mil 500 bolívares. Ahora no se come mantequilla en las casas: como me dice una vecina, ya los sándwiches, como se lo hacen ver sus hijos, son sin mantequilla: jamón y queso solamente, y eso una lonjita y una lonjita; pues los respectivos precios de esos productos no están muy a la alcance de una persona que gana sueldo mínimo. 
Gente que amanece en esas colas; como sucede en el Centro Comercial La Casona de los Altos Mirandas; una cola que se amplía los fines de semana, y entonces se da el caso de una muchacha con niños en edad de lactancia, que ha sido una de las que ha amanecido; al momento de llegar su turno, resulta que la leche se agotó. ¿No es para llorar? Pero entonces, esa señora va al barrio, y allí consigue la leche, que ha sacado el bachaquero del supermercado; sólo que a 500 bolívares. ¿Gana lo suficiente esa muchacha, como para darse ese lujo? Los personeros del gobierno hablan de una especulación por parte de la burguesía empresarial, que tiene desatada una guerra económica: he allí donde se localiza ese flagelo.
         Ahora, ¿qué le causa más impopularidad al gobierno, a propósito de esta situación, tomar las medidas adecuadas; empezando por el levantamiento de los controles, o mantener este modelo económico? 
Ya ese chavista de buena fe; que lo abordaba a uno, pensando en la condición de uno de la oposición, y que le recalcaba que las obras de Chávez se iban a recordar hasta dentro de 500 años, ahora reconoce que nunca imaginaba que íbamos a llegar a esto; que ahora tiene un nuevo trabajo, y que consiste en estar en las colas, hasta seis horas, para poder conseguir los productos básicos, y la argumentación de esta gente, para mantener los controles, que son las verdaderas causas de las grandes aberraciones, que se observan en el manejo de nuestra política económica, basada en el temor de que si lo hacen, al día siguiente los tumban, es una simple excusa, para ocultar la verdadera razón, y es que por aquí las mafias, como se dice en criollo, no tendrían vida. 
Es aquí donde cabe esa célebre frase de Margaret Thatcher, quien decía que el socialismo dura, hasta que se les acabe la plata… de los otros.
         Una de las frases más erráticas de Chávez fue aquella de que el precio del petróleo iba disparado a los 200 dólares. ¿Con qué fundamento lo decía? La pura imaginación. En efecto, en el momento en que manifestaba esta euforia estaba en el máximo apogeo la condición de activo financiero, que había adquirido el petróleo; dejando de ser, al mismo tiempo, una simple mercancía, y, en especial, a raíz de la crisis financiera inmobiliaria internacional de 2008, que llevó a la pérdida de mucho valor de los bonos financieros, y todo el mundo se agarró del petróleo, sólo que Chávez pensaba que era cosa de su política petrolera; basada en la reducción de la producción; poder, como se vino a demostrar a la larga, que no estaba en sus manos, como sí en manos de los sauditas, y quienes ahora proclaman que jamás ellos permitirán que el precio del petróleo pase de los 100 dólares; como errático ha sido Maduro al viajar por estos países, a los fines de persuadir a sus gobiernos, de que cambien esta línea; sin darse cuenta, además, del desplazamiento que viene teniendo el petróleo, como fuente de energía, y que es lo que ha llevado a pensar a esta gente de esta manera. Imaginemos lo que ha sucedido de entonces a esta parte; cuando hemos llegado a niveles de 38 dólares: esta gente se consigue con el hecho de que se ha muerto la gallina de los huevos de oro, y como se trata de una mafia, más que una clase gobernante, enquistada en el poder, es decir, quienes mantienen una aberrante política económica, que permite toda clase de malas prácticas y corruptelas, ha dicho: aquí no hay para más nadie, y las pocas divisas que le entran al país se le reparten entre sus círculos; habría que determinar el número de empresas de maletín que reciben dólares por la vía de Cencoex, es decir, a 6,30, y las que sólo en la época de Giordani, se habían birlado 25 mil millones de dólares, y aún no han aparecido sus representantes, y es por eso que la crisis de escasez se ha acentuado; repercutiendo ello en nuestro bienestar social, y lo que demuestra que está gente está más interesada en saquear al país, que de la calidad de vida de la ciudadanía que gobierna.
         Es típico, en efecto, la imagen que presenta la ministra del venezolano de hoy en día; saliendo con su sombrilla y su bolsita a hacer su cola en el supermercado de la esquina el día que le toca el número de su cédula; como se ha vuelto épica su conversación, por lo que decía al principio; por lo tanto, volcada su atención por lo que la gente trae en las bolsas, y, luego, muy alcanzado; el dinero no le alcanza.
Enrique Melendez O.
melendezo.enrique@yahoo.com
@emelendezo

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