Hace unos años, el embajador Thor Halvorssen me presentó
al jurista venezolano Carlos Ramírez López y me dijo: “Quiero que conozcas a
uno de los mejores abogados de mi país”. Tenía razón. Basta la lectura de la
obra que presentamos hoy para percatarse de que Ramírez tiene, en efecto, una
notable cabeza jurídica.
El fruto del árbol envenenado: la constituyente como
excusa para matar el Estado democrático demuestra plenamente que la
Constitución venezolana de 1999 no tenía otro objetivo que demoler las bases de
la democracia liberal que se había forjado a partir de la Constitución de 1961.
Me voy a limitar a agregar un dato histórico que
corrobora el análisis de Ramírez, aprendido hace un par de años de boca de un
viceministro cubano que llegó al exilio en el 2002.
Cuando Hugo Chávez fue electo presidente en las
elecciones de fines de 1998, antes de tomar posesión de su cargo, en Cuba le
prepararon una serie de conferencias políticas pronunciadas por un grupo
selecto y secreto del Estado Mayor del Ejército cubano.
Los cubanos partidarios de la tiranía planeaban la
colonización de Venezuela y Hugo Chávez era el Vidkun Quisling que serviría sus
objetivos, más o menos como aquel noruego que se convirtió en el criado de los
nazis tras la ocupación de su país.
Este ex viceministro que me narró la anécdota acudió a
ellas.
Entre las cosas que se discutieron estaba la necesidad de
comenzar con una nueva Constitución para desmontar los resortes de la
democracia liberal. Pero eso había que hacerlo enseguida, en un tiempo récord,
antes de que la opinión pública se volviera contra Chávez y lo impidiera.
Fidel Castro recordó que había echado las bases de la
revolución en apenas 18 meses porque, de lo contrario, sus enemigos habrían
reaccionado rápida e inconteniblemente.
¿Cuándo había que comenzar la campaña por la nueva
Constitución venezolana? Pues en el momento mismo de jurar sobre el texto de la
Constitución de 1961.
Fue el propio Fidel Castro el que lo propuso. Le dijo, en
presencia de todos: “Hugo, en el momento mismo de jurar, la calificas de
‘moribunda’ y a partir de ahí comienzas a enterrarla”.
Hugo no olvidó el consejo. Juró sobre la Constitución
“moribunda” y poco después terminó de matarla. Con ese acto comenzó, como dice
Ramírez, el final del Estado democrático.
Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
Vicepresidente de la Internacional Liberal
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, SIN COMUNISMO UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, ESTO NO PUEDE CONTINUAR, TERCERA VIA, DESCENTRALIZAR, DESPOLARIZAR, RECONCILIAR, DEMOCRACIA PARLAMENTARIA, LIBERTARIO ACTUALIDAD NACIONAL, VENEZUELA, NOTICIAS, ENCUESTAS, ACTUALIDAD INTERNACIONAL,
La narración del amigo Carlos Alberto Montaner sobre aquella expresión que hizo el difunto Chávez, al hacer aquel irrespetuoso juramento indicado por el mismo Fidel: “Hugo, en el momento mismo de jurar, la calificas de ‘moribunda’ y a partir de ahí comienzas a enterrarla” evidentemente lo siguió al pie de la letra, como otros muchos aspectos que terminó a situar a nuestro país en el lugar en el que actualmente se encuentra, mediante su legado.
ResponderEliminarVino a ser, como la palabra apropiada al conjuro y maleficio de la referida, inicua intención detrás del consejo de Fidel, estas palabras, nos colocó ante la fuente más genuina de una maldición, que ayudaría a separarnos de nuestra real identidad, creyendo con esto, que partirían la sagrada consagración de La República de Venezuela y por ello, después vino el absurdo cambio de nombre, agregando “bolivariana” que para ellos era vital, por lo que está detrás y se nos oculta.
Esto… los puso en la dinámica de producir la estratégica crisis de desabastecimiento de todos los productos necesarios, para llevarnos al completo control inclusive bajo la inherencia e injerencia de la China y Rusia que contribuiría según ellos, a implementar el ansiado sistema socialista – comunista del siglo XXI que viene a ser su destino final y por ende: imposición & obligados…
Esto, complementaría lo que dice Carlos Alberto Montaner: Constitución “Moribunda” por el notable abogado Carlos Ramírez López, como mataron, el fruto del árbol envenenado, final Estado Democrático. No llegaremos a lo que ellos se proponen, porque Dios… no lo permitirá. Pero las palabras de Carlos A. Montaner y de Carlos Ramírez… si son latentes en veraz información.
Pero… como les vengo diciendo amigos… nos salva la “Consagración de La República de Venezuela Predestinada” Cuando una persona o grupo de personas consagran a su hijo e hija en una orden religiosa, o en nuestro caso, el grupo que consagró a la República de Venezuela, al Santísimo Sacramento del Altar, aquel 2 de julio de 1899 A finales del siglo XIX. Para preparar este homenaje fue constituida una Junta Nacional, la cual solicitó del Episcopado Nacional, que consagrara a perpetuidad la República a Jesús Sacramentado.
Esta palabra “Consagración” para muchos, no es entendida plenamente y menos, en toda su extensión de lo que significa, se realiza el acto… pero la comprensión profunda de ese acto, se desconoce por ignorancia espiritual… pero Dios, si sabe bien lo que significa y lo acepta… porque conoce el porqué de lo uno y de lo otro y sus beneficios… y lo guarda en su corazón.
De hacerse necesario una reacción de lo que significa “Consagración” tiene sus frutos y sus adversidades, tiene su resguardo-protección… y la reacción de Dios, cuando de inicuas intenciones se trata… Esto amigos… fue lo que “Dios” me mostró y lo revelé en el año 2005 al Clero Venezolano a las más altas investiduras… al primero fue al cardenal Rosalio Castillo Lara que me dijo… viene de Dios y ojalá se haga tal cual está escrito… solo hay que esperar, no insistas… espera. Luego fui conversando con el resto… Dios, te bendiga…