No hace mucho el gobierno regional anunció que todas las estaciones de
servicio de Maracaibo estarían “automatizadas” y solo le suministrarían
gasolina a los vehículos que tuvieran el chip. Para los que no sepan de que se
trata el chip, es similar a un capta huella para limitar la gasolina por carro.
Aún está fresca la escena cuando Maduro, en visita al Zulia, regañó a
nuestro gobernador diciéndole que era una locura ponerle el chip a los carros y
le ordenaba no hacerlo. Pero bueno el tiempo pasa y las cosas cambian. También
Pancho y Chávez de panas dieron el golpe
y luego se pelearon con todo y gallinas.
Lo cierto es que al pobre ciudadano maracucho con carro se le exige ahora con fuerza y obligatoriedad
el chip y como son unos 300 mil vehículos que faltan, en cálculo aproximado, se
requerirán unos 10 meses para completar la faena.
La obtención del chip es un canto de gloria a nuestra herencia española
gustadora de los papeles, sellos y comprobantes y a nuestra revolucionaria pero
pésima gerencia. Para lograr el bendito chip se requiere el título original del
carro, un seguro vigente, el RIF del propietario además de la presencia del
carro y dueño y la infaltable cédula.
Es probable que hasta los diseñadores de este patuque estén de acuerdo
en que el consumo de gasolina del vehículo no depende de esos documentos y por
lo tanto para ese propósito son todos inútiles.
Por otra parte, no es difícil imaginarse un sistema de control de
consumo sencillo y bueno, basado en que algún funcionario le diera el chip al
conductor, sin exigir papeles, mientras éste le pone gasolina a su carro sin
causar la molestia actual de unas madrugadoras, absurdas y larguísimas colas.
Bueno peores entuertos hemos soportado, pero es una buena muestra de la
manera infantil como se ha conducido el país imaginando juegos guerreros de
enemigos, batallas y misiones y fantasías comunistas con gritos patrioteros.
Solo hay negocio de contrabando si se transportan grandes volúmenes de
gasolina y estas son acciones delictivas organizadas que probablemente seguirán
existiendo con o sin chip. El atacar los problemas actuando sobre las causas
erradas es típico de los gerentes jojotos.
Otro conocido ejemplo, muchas fábricas fueron expropiadas para
garantizar suministro y precios bajos. La solución inteligente habría sido que
el gobierno hubiese construido otra fábrica y vendiese sus productos a precios
subsidiados. Ahora tendríamos dos fábricas y no una sola expropiada y renqueando.
El gobierno ha tenido los recursos como para duplicar el parque
industrial venezolano y generar el doble de buenos empleos y producción. Los
gerentes rojos apuntaron mal y creyeron que cambiando a los empresarios las
empresas existentes serían mejores. Gerentes de chupón y escarpines.
Menos mal que este gobierno pronto será reemplazado. Vamos a empezar con
la Asamblea. Viva Venezuela.
Eugenio
Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
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