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lunes, 28 de julio de 2014

NELSON CASTELLANO HERNÁNDEZ, SER RADICAL

En política se considera radical al que asume posturas extremas, que olvida que existen matices... en definitiva, un intransigente.

Dicho de esta manera se utiliza para calificar a alguien de cerrado, necio o terco. 

El adjetivo se presta para descalificar, en realidad se hace una amalgama entre un extremista necesariamente equivocado, con una persona que defiende de manera tajante sus convicciones.

Lejos de mi intención es hacer apología de la irracionalidad; al contrario, tan solo intento explicar por qué en ocasiones es necesario ser radical. Ya que existen valores que no se negocian, ni se puede sostener una cosa y todo lo contrario.

Existen situaciones objetivas que hacen daño, que destruyen, y existen las personas que las provocan. Frente a ellos no puede haber medias tintas, ni se admiten posiciones "tibias".

Ser conciliador puede resultar ser provechoso, a fin de escuchar los planteamientos de las partes involucradas, oír las dos versiones de una misma situación. Sin que ello signifique traicionar nuestra razón de ser, como seres humanos y como miembros de una sociedad, que aspira realizarse dentro de un sistema de valores y libertades democráticas.

Pensar que estratégicamente podemos vender el alma al diablo, esperando conseguir situaciones oportunas en el futuro, nos enfrenta al dilema de "se es o no se es", por ello entiendo al que intenta ir al fondo del problema, el que enfrenta la raíz del mal.

Ello explica por qué existen personas que se resisten, que no pactan y se la juegan.

Son personas acuciosas, que no se van por las ramas, que defienden sus posiciones a capa y espada. Que bien pueden tener razón porque van a la esencia de las cosas y no reaccionan de manera superficial, ante el peligro que supone permanecer en lo mismo.

Es por ello que en medicina se habla de un tratamiento radical, refiriéndose al que vence la enfermedad.

Quién en Venezuela podría negar, que es necesaria una trasformación radical de la actual realidad o de implementar una acción enérgica para combatir la inseguridad, la escasez, la corrupción y el desempleo.

Quién podría oponerse a una acción radical para librarnos de traficantes, terroristas, guerrilleros y la tutela extranjera.

Me gusta una persona radical que es honesta, que se plantea las causas últimas, el origen de lo que no está bien, lo que le permite encontrar caminos y soluciones eficaces. Las que innovan y son firmes cuando encuentran soluciones correctas.

Por supuesto, ser radical puede ser perjudicial si nos lleva a la negación del otro, si nos ciega ante posiciones intermedias, si nos impide ser tolerantes o contribuir al consenso. Entendido como el mejor acuerdo dentro del desacuerdo.

En una asociación de personas políticas existen infinidad de opiniones, partiendo de la certeza que no es una ciencia exacta, es difícil afirmar quién tiene la razón. Tan radicalmente extremista puede ser el que sostiene una posición con el que se le opone.

Comencemos por reencontrarnos, sinceramente dispuestos a poner los intereses de la República por encima de los intereses o las posturas personales.

La situación es crítica y próxima a un desenlace imprevisible; de la acción de los hombres dependerá que tomemos un camino de reconstrucción, un camino duro y lleno de sacrificios o que se instale definitivamente un sistema militarizado dictatorial.

Salir de un proceso de destrucción, tomará tiempo e implicará soluciones radicales; será necesario recuperar las instituciones, las inversiones para poner en funcionamiento los servicios, mejorar los hospitales y los centros educativos. Renovar el sistema judicial, para que exista seguridad jurídica.

Tendremos que estimular la inversión, para se creen nuevos puestos de trabajo. Incentivar la producción nacional, para solucionar la escasez y, sobre todo, acabar con la impunidad de la delincuencia.

Esta generación debe hacer algo, para no lamentar en el futuro... que tuvimos nuestro momento, pero no hicimos lo necesario.

Nelson Castellano Hernández
nelsoncastellano@hotmail.com

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