¿Qué
espera el régimen para parar esta matanza?
Las razones para protestar
son grotescamente evidentes. La inflación más alta del mundo 56%; escasez con
promedio nacional de 28%, pero que en zonas del interior supera el 40%; el
entronizamiento de la delincuencia producto de 21 fracasados planes de
seguridad traducidos en casi 25 mil homicidios
en el 2013; una corrupción tan protuberante que hasta
Giordani
la ha denunciado, sin que hasta ahora aparezca un responsable de los más de 20
mil millones de dólares que según este funcionario otorgo cadivi a
"empresas de maletín"; la quiebra del aparato productivo nacional
convertida en una hemorragia de divisas destinadas a comprar en el exterior lo
que se puede producir en el país; la quiebra de las empresas del estado y de
todas aquellas que fueron estatizadas; el hostigamiento contra las
universidades autónomas que se niegan a obedecer como si fueran una tropa; el
desempleo real, no el que presenta el mago del ine; la crisis en los
hospitales, y pare de contar.
Tenemos
el constitucional derecho a protestar, y la respuesta del gobierno ha sido una
represión tan brutal que se ha traducido en cerca de 18 muertos, cientos de
heridos y detenidos y casos denunciados de crueldad y tortura. El régimen no
entiende que mientras más reprima echa más gasolina a la candela y multiplica
las razones para seguir protestando.
Ha
actuado con un cinismo insólito. Comienza por negar su responsabilidad, se hace
el loco frente a los grupos paramilitares que actúan impunemente contra las manifestaciones,
y termina convocando una conferencia de paz donde pretende mezclar a gente
honorable con otros que han sido prófugos de la justicia.
La
MUD y Henrique Capriles, con una responsabilidad que interpreta la mayoría
nacional, han emplazado al gobierno a tomar decisiones ya, para parar la violencia nacional desatada.
Desarmar a los llamados colectivos; soltar los estudiantes detenidos; por elemental
justicia otorgar la libertad al comisario Simonovis; proceder a detener a
aquellos funcionarios civiles y militares claramente señalados de haber
participado en las muertes y torturas de ciudadanos, y sacar de la cárcel a
Leopoldo López, quien a todas luces es un preso político.
Si
el régimen procede sin más trapisondas a esto, parara la violencia y será
posible entonces entrarle a la discusión de una de las causas claves del
problema, y que según una reciente encuesta afecta a cerca del 78% de los
venezolanos, la crisis económica. Crisis gestada y desarrollada a lo largo de
estos 15 años, uno de los legados más terribles del gigante destructor.
Si
para algo sirvió el último circo de Miraflores fue para que Lorenzo Mendoza,
les repitiera lo que hay que hacer para rescatar al país del caos económico. Si
entienden que en el planeta jamás país alguno prospero e hizo felices a sus
ciudadanos con el batiburrillo del comunismo, eso es imposible.
A
pesar del cerco comunicacional, de los viajes de Jaua para difundir las
mentiras oficiales, ya el mundo ha puesto los ojos aquí. Sería bueno que Maduro
tomara nota de ello. Lo de hoy, un desfile para "conmemorar" un año
del fallecimiento de Chávez, resonara como una desvergüenza
en los oídos de los muertos.
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Freddy
Ignacio Nuñez Martinez
freddynm6311@gmail.com
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Muy bueno el articulo. Sencillo y claro
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