Sorprende
en verdad que estos señores de gobierno hablen de máxima seguridad con
despliegues de Cuerpos de Seguridad y demás atavíos en materia de represión,
persecución, militarismo, que al final únicamente se refleja en incomodidad y
matraqueo al ciudadano común de la calle, a las amas de casa y trabajadores honestos que llevan en el día
el trajín de lograr honestamente el pan para su familia.
No
nos relatan esta realidad, la vivimos constantemente bajo el modelo de
alcabalas móviles que por cierto en su mayoría no respetan las normativas y
aparecen como los mismos delincuentes que persiguen; para lograr redondearse el
día con una falta sea de transito de algún chofer o de algún transeúnte que
pueda tener en el momento del “asalto”. Esto no es seguridad, esto es violencia
gubernamental, que genera violencia.
Poseemos
Cuerpos de seguridad, “enfermos” colmados de hábitos inadecuados. Tenemos una
Guardia Nacional contaminada cuya confianza en su divisa genera más que
respeto, una profunda sensación de temor y miedo, el militarismo presente
colmado de elementos de su propia cultura que no responde a la relación diaria
con la ciudadanía ya que su naturaleza es diferente a esta actividad que
pretenden imponerle.
El quiebre de la pacificación tan ansiada del presidente, la genera la muerte de personajes de la cultura, el arte y el cine. No la de los 23.000 muertos aproximados que traen sus estadísticas. Este hecho, denota la gran debilidad del régimen en materia de seguridad. Por otro lado, responsabilizar a estos Cuerpos de Seguridad, sin la debida inversión y depuración es hacer de este hecho un circo, pero sin pan.
Las
aristas que trae la pacificación y seguridad del país, es a nuestro criterio en
su manejo una gran equivocación de la Presidencia de la República y logramos
entender que quien se equivoca en su interpretación, es este mismo estamento
que amenaza a la delincuencia con mas represión. Estamos en manos de un muy
desorganizado Estado cuyas responsabilidades deben poseen una lista de
elementos que hay que considerar.
Impunidad,
la delincuencia organizada, las mafias de las cárceles y en las Policías
incluyendo la Nacional, que nació y se desarrolla con más prácticas viciadas
que las existentes, afecciones o problemas sociales como el empleo, la cultura
y el deporte. La corrupción en la administración de los dineros del país y una
de la más importante a nuestro parecer, es el modelamiento social, deformado e
impulsado por la burguesía desarrollada en estos años de revolución, presentes
en el alto gobierno.
Es
pues un problema de criterios más amplios de los que se pretenden asumir. Los
intereses locales, regionales y nacionales deben ser revisados, como también,
no convertir estos eventos de violencia que se han dado y seguirán dándose por
el resultado del caos que se vive en materia de violencia, anarquía y desorden
en la gerencia de un país. Por lo tanto, buscar en un show las respuestas que
se requieren; es asegurar que seguiremos entre inseguridad, represión y
matraqueo.
Nota:
Si bien es lo correcto hablar de seguridad y no de inseguridad, es así adrede
por parte del autor.
@josepons
b
joseponschene@hotmail.com
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