La
marcha universitaria fue excelente, nutrida, recordó tiempos pasados, la
juventud y la universidad otra vez cumplieron, fue una manifestación que
despunta hacía la dignidad.
En
la medida que crece el disentimiento pacífico la histeria oficialista crece, aumentan los
ataques de histerismo, el descontrol psíquico es incalculable, la prepotencia
se ha incrementado y se manifiesta con leguajes escatológicos, gesticulaciones
grotescas, muecas desordenadas y amenazas selectivas. No pueden controlar su
histeria por cuanto las tensiones en su vida interior se traducen en trastornos
de carácter psíquico, en descargas emocionales. En contraposición a la marcha
universitaria se realizó una contramarcha conformada por gente no
universitaria, otro ridículo más, los ilegítimos convulsionan de impotencia
ante su irreversible decadencia política
Ante
la histeria abiertamente demostrada, es necesario considerar los escenarios que
se nos avecinan, particularmente considero que el oficialismo histérico está
preparando un plan de violencia selectiva en procura de evitar las municipales,
comenzará por crear caos en las zonas marginales, alteración continua del orden público, acciones de violencia
callejera en las principales ciudades del país buscando un efecto cascada,
implementación del terrorismo selectivo pretendiendo intimidar a los
ciudadanos.
Los
venezolanos debemos mirar hacia delante, el futuro nos espera, ver atrás a
caudillos o Mesías es algo deplorable, es la “herencia maldita” dejada por el
finado a sus hijos bastardos, los verdaderos enemigos de la patria y de la
democracia, los secuestradores del poder,
la patria es nuestra, es un sentimiento, no un espacio ni una cosa
apropiable por cualquier aventurero que oculta su origen. La marcha del sábado
no fue más que un espasmo de pánico para el oficialismo.
El
ilegítimo ha dejado crecer de manera
deliberada la crisis universitaria, su objetivo, secreto a voces, es imponer el
control el absoluto control político a las universidades conforme a las pautas “testamentarias” del de cuyus y su
herencia maldita, cuyo fin inmediato se basa en su permanencia en el poder, no
en la eficacia de una gestión de desarrollo sostenible del país, cultura, reconocimiento de la dignidad humana y de los
derechos personales y sociales, una atención de salud de calidad y una
educación de excelencia, un país libre. El desalojo del poder, por vía del
disentimiento pacífico, es necesario e inevitable, por la sanidad de la nación
y para detener el asalto totalitario, el caos económico y el terror contra los
ciudadanos bajo el imperio de un gobierno lastrado por el resentimiento, el
odio y la cobardía, cuya esencia es la ilegitimidad. El grito de las
universidades no puede dejar de ser escuchado, comprendido y seguido.
Antes
de cerrar comento el “affaire” provocado
con del video de M.C. Machado, debo decir que la estructura democrática de
María Corina nos permite valorar la pequeñez humana y la miseria de espíritu de
los amorales que, como gran “estrategia política”, pretenden agredirla y con la
agresión a ella agredir a todo lo valioso y valiente del gentilicio femenino
venezolano, fieles representantes de la conciencia crítica del país.
ffacchinb@gmail.com
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