TOMADO DEL GUSANO DE LUZ
EL DESABASTECIMIENTO
La capacidad de este régimen para mentir y engañar, no tienen parangón. Lo hacen con un desparpajo total, sin disimulo y absoluto descaro. Hasta tiene una corte de empresarios tarifados, a los que da todo tipo de prebendas y que de cuando en cuando los lanza a arremeter contra sus colegas. Lo peor es que nadie les sale al paso —como lo hizo el Rey de España— para decirles: ¡Mentirosos, son ustedes unos desvergonzados mentirosos! Este Gobierno decide cuándo, a quién y en qué cantidad entrega divisas. El Gobierno es, además, el que otorga las licencias y permisos para realizar importaciones. Controla y regula los precios de los productos básicos. Importa directamente los alimentos y los distribuye a través de su red de Mercal por todo el país. Ha invadido tierras en plena producción, destinándolas a otros usos. Ha incrementado los impuestos y todo tipo de cargas parafiscales a los empresarios y no les devuelve los impuestos que les retiene. Ha sometido a todo tipo de hostigamientos a las empresas, ocasionando el cierre de más de seis mil establecimiento desde 1998. No ha definido ninguna política industrial coherente; es más, tiene al frente del despacho una Ministra que ni habla, ni oye, ni se reúne, ni define políticas de ninguna naturaleza. Y ahora tiene los santos riñones de culpar a los empresarios del desabastecimiento. Sin embargo tiene un grave problema: ya nadie les cree. La factura de tantas mentiras acumuladas, de la manipulación, la corrupción y la incapacidad se escribirá con una sola palabra: NO.
EL DESABASTECIMIENTO
La capacidad de este régimen para mentir y engañar, no tienen parangón. Lo hacen con un desparpajo total, sin disimulo y absoluto descaro. Hasta tiene una corte de empresarios tarifados, a los que da todo tipo de prebendas y que de cuando en cuando los lanza a arremeter contra sus colegas. Lo peor es que nadie les sale al paso —como lo hizo el Rey de España— para decirles: ¡Mentirosos, son ustedes unos desvergonzados mentirosos! Este Gobierno decide cuándo, a quién y en qué cantidad entrega divisas. El Gobierno es, además, el que otorga las licencias y permisos para realizar importaciones. Controla y regula los precios de los productos básicos. Importa directamente los alimentos y los distribuye a través de su red de Mercal por todo el país. Ha invadido tierras en plena producción, destinándolas a otros usos. Ha incrementado los impuestos y todo tipo de cargas parafiscales a los empresarios y no les devuelve los impuestos que les retiene. Ha sometido a todo tipo de hostigamientos a las empresas, ocasionando el cierre de más de seis mil establecimiento desde 1998. No ha definido ninguna política industrial coherente; es más, tiene al frente del despacho una Ministra que ni habla, ni oye, ni se reúne, ni define políticas de ninguna naturaleza. Y ahora tiene los santos riñones de culpar a los empresarios del desabastecimiento. Sin embargo tiene un grave problema: ya nadie les cree. La factura de tantas mentiras acumuladas, de la manipulación, la corrupción y la incapacidad se escribirá con una sola palabra: NO.
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