No sé si el Gobierno piensa que la situación
actual es un jueguito, que basta con atenderlo de vez en cuando y declarar una
que otra cosa por aquí y por allá y así ir corriendo la arruga hasta las
próximas elecciones.
Ya no da risa ver al Vicepresidente Ejecutivo dando
declaraciones, como si en verdad supiera algo de lo que dice y controlara la
situación a la que se refiere. Ya no se siente igual al ver al Presidente
afirmar algo y esperar los ecos de sus declaraciones, no por las leyes de la
física sino por los repetidores profesionales o por otros miembros del alto
Gobierno. Y no es igual que antes porque hoy la cosa es muy grave, la situación
es alarmante y las mentiras tienen patas muy cortas. Cuando el Comandante
Presidente, todavía había tiempo y cuando las mentiras se descubrían ya
prácticamente había pasado la emergencia que las había generado; esa no es la
situación hoy.
Si hay divisas (entiéndase dólares)
suficientes para todos los gastos del Gobierno, como afirman Ramírez, Maduro y
el resto de la burocracia pesuveca, me podrán explicar: ¿Por qué no hay
medicamentos en las farmacias? Y me refiero a las afecciones comunes, en las que
las medicinas no son necesariamente costosas, como es el caso de los
antiepilépticos. Esas importaciones están en manos del Gobierno, no pueden
esconderse detrás del engaño de la guerra económica, del acaparamiento o,
ahora, de su nueva muleta demagógica: el contrabando de extracción. ¿Por qué no
hay reactivos para los laboratorios clínicos? ¿Por qué no hay insumos para las
clínicas y los hospitales? ¿Por qué no hay marcapasos, prótesis, catéteres,
sondas, repuestos de equipos, material de sutura, gasa, guantes? Todo esto lo
trae el Gobierno a 6,30 por $. ¿No lo quieren traer? ¿Es que no les importa?
Los antidiabéticos no se consiguen, los
antihipertensivos tampoco, no hay ninguna presentación de la hormona tiroidea.
Si tienen los dólares: ¿Por qué esta infame escasez? No estoy hablando de
harina de maíz pre cocida, que puede ser substituida desde el punto de vista
alimenticio por otros productos; ni de mantequilla, ni de carne, ni de pollo,
ni de azúcar, ni de harina de trigo, ni de aceite vegetal, que todos
desaparecieron y se asoman de vez en cuando. Hay otras muchas otras fuentes de
proteínas, carbohidratos y grasas, por lo que no caeremos necesariamente en
desnutrición por estas ausencias. Pero esa alternativa no existe para quien
sufre de hipotiroidismo, ni para un diabético, ni epiléptico, que convulsivará
en plena vía pública si deja de tomar su medicación, con el resultante daño
neurológico irreparable.
E irreparable también será el daño vascular
en los diabéticos, el cardíaco, cerebral y renal en los hipertensos, la muerte
cercana en quienes no reciban quimioterapia, la pérdida del trasplante si no
hay los inmunosupresores correspondientes y la eternización de una infección o
la muerte por falta de antibióticos y antivirales. ¿Es que Armada es incapaz de
hacerle comprender la gravedad de la situación al Presidente? ¿Es que él mismo
no la siente? Es la vida humana, es el sufrimiento de la gente… No es un
jueguito.
Luis
Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
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