Esta republiqueta de vivos, sicarios y
malhechores… Esto no es Venezuela… Este pozo de plomo y sangre, este luto en
gerundio, este llanto que no cesa, no es el país que nos canta el Gloria al
Bravo Pueblo. Esto, este solar de mansas colas de hambruna no es la tierra que
parió a héroes independentistas. Rafael Cadenas (1930), poeta y ensayista
venezolano, ganador del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca
2015
El gobierno quiere enjuiciar a Lorenzo
Mendoza porque le está haciendo el trabajo. El “usurpador” Mendoza está
preocupado por el país, quiere auxilios de emergencia, desea estimular la
producción, sabe que se requiere ayuda internacional para salvar la economía
nacional. Todo lo que debería estar preocupando y haciendo Maduro, en lugar de
andar de tour de isleta en isleta caribeña, regalando lo que resta del erario
nacional y haciéndose el loco acerca de la gravísima situación financiera en
que nos ha embarcado una revolución que solo sabe de números si estos están en
sus cuentas personales.
Asfixiaron al país productivo con un control
de cambio que ya dura 13 años, tiempo en el cual ha cerrado 48% del parque
industrial, mientras el restante trabaja a menos de 40% de su capacidad; tiempo
en el cual el comercio ha bajado la santamaría masivamente; las líneas aéreas
ya no vuelan a Venezuela; el desabastecimiento se ha apoderado de los mercados
y la inmensa mayoría de los venezolanos están empobrecidos, exiliados o
amenazados. Cuando se utilizan todos los recursos de un país con fines
exclusivamente proselitistas e infames, como propagar una seudo revolución, el
resultado no puede ser otro que la ruina económica, social y moral.
Venezuela ha sido saqueada por los
controladores del control de cambio. Lo dijo Jorge Giordani, el genio de las
finanzas del finado, que salió corriendo cuando vio que el heredero colapsaría
al país con su estulticia en pocos meses. Giordani en 2013 reveló que de Cadivi
habían desaparecido entre 20 y 25 mil millones de dólares adjudicados a
empresas fantasmas. ¿Dónde está esa fortuna? En cuentas en el exterior, en
mansiones en la Riviera francesa, en lujosos aviones que transportan
boliburgueses, en yates que navegan en el Mediterráneo.
Cual vampiros, se chuparon hasta el último
dólar, desoyendo advertencias de quienes sí saben lo que es producir, acusando
y encarcelando a opositores de su masacre a la democracia y del aparato
productivo, insultando a organismos internacionales y desacatando sus
sentencias; violando reiteradamente la Constitución, sin que los otros poderes
ejercieran su rol controlador ya que su autonomía la cambiaron por un próspero
futuro.
El gobierno venezolano está desnudo ante el
mundo, acusado de violador de derechos humanos, perseguidor de la libre
expresión, transgresor de leyes nacionales e internacionales. En estos momentos
en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se celebran las cuatro
audiencias del Informe Venezuela y el argumento que esgrimen los representantes
del gobierno ante el cúmulo de pruebas en su contra, presentadas por decenas de
ONG venezolanas, es que la OEA la tiene cogida con el gobierno revolucionario.
Qué pena con estos señores.
Venezuela está paralizada. El caos de la
inseguridad, el desempleo, el desabastecimiento se ha apoderado de las calles;
la indignación hacia un gobierno que 76% de los venezolanos percibe como único
responsable de la debacle señala que el único camino es cambiarlo, ya que no
quiere escuchar el clamor de la sensatez y la imposición de la voluntad popular
de salir de este hueco negro.
La producción petrolera está igual que en
1998 (¡18 años de retroceso!), las reservas internacionales en su nivel más
bajo de los últimos 12 años; el gobierno le debe a cada santo una vela en el
sector productivo y no tiene con qué pagar; la desconfianza hacia el país es abonada
por conductas como las expresadas hacia Lorenzo Mendoza y Ricardo Hausmann, dos
venezolanos respetados en los círculos financieros internacionales; el riesgo
de hiperinflación enciende todas las alarmas, menos la del gobierno que sigue
dando pasos hacia el barranco final, desoyendo las declaratorias de emergencia
en todos los sectores.
Fedecámaras, en cuatro oportunidades en el
último año, ha hecho propuestas concretas para reactivar el aparato productivo,
que han sido respondidas o con un mazazo por el presidente de la AN o con un
silencio indiferente a la tragedia. Irresponsablemente ignoran propuestas
sensatas como liquidar asignaciones pendientes en Cencoex con bonos de la deuda
pública y de Pdvsa, regímenes especiales para las zonas francas, recurrir a
organismos internacionales para inyectar recursos que permitan cancelar deudas
a proveedores y reactivar la producción nacional, otorgar incentivos para
estimular nuevas inversiones, implantar zonas especiales de desarrollo
industrial para activar el empleo, racionalizar impuestos, aranceles e
inspecciones, incentivos fiscales para importación de maquinarias y
reindustrialización, prioridades a la producción nacional, privilegiar la
formación y capacitación de los trabajadores, dar asistencia técnica a las
Pymes.
Los cambios deben incluir una revisión de las
imposiciones laborales y privilegios establecidos por un populismo que descarta
el mérito y el conocimiento como factores primarios de empleo. Porque además
Venezuela necesita un giro de 180 grados hacia la decencia, el mérito, la libre
competencia, la excelencia. Y sobre todo, al respeto que es base fundamental de
convivencia entre un gobierno y sus ciudadanos.
“Tenemos mil celdas listas para quien se
ponga cómico el 6D”, dice el Presidente, demostrando que: 1) en Venezuela la
disidencia se castiga con cárcel, 2) que el poder ejecutivo ejerce el poder
judicial descaradamente, 3) que tiene pánico de lo que va a suceder el 6 de
diciembre en un país harto de las calamidades, injusticias e imposiciones arbitrarias.
Las encuestas hablan de un revolcón electoral, el CNE intenta por todos los
medios desalentar a los votantes, el gobierno reconoce que van a ser unas
elecciones “difíciles”, mintiendo igual que cuando dice que la inflación “anda
por el 80%”.
Lo cierto es que por primera vez en 16 años,
la oposición tiene el mango de la sartén en la mano. Con todos los argumentos a
favor y con una clarísima visión de lo que desea el país (igualdad, justicia,
libertad, prosperidad) los demócratas deben convertir en votos la arrechera
nacional hacia un gobierno malo, que a la fuerza no permite que los que saben
se ocupen. O sea, ni lavan ni prestan la batea.
Aquí entre nos
Obviando el verdadero delito, violación de
las comunicaciones privadas y difusión de escuchas ilegales, el capitán
presidente de la AN solicita investigación a Fiscalía contra dos venezolanos de
altísimo nivel profesional y humano: Ricardo Hausmann y Lorenzo Mendoza.
Hasta
el próximo miércoles.
charito
rojas
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