lunes, 29 de septiembre de 2014

PABLO AURE, !HASTA CUANDO!, PRESOS POLÍTICOS

Nunca los gobiernos de cualquier parte del mundo han reconocido la existencia de presos políticos. Los regímenes de talante totalitario siempre han tenido una excusa para justificar el encarcelamiento o persecución de líderes políticos, argumentando que son terroristas o subversivos, y que atentan contra la sociedad. Eso es una constante. Revisen la historia de todos los países y se darán cuenta de que los dictadores se niegan a reconocer que en las cárceles hay presos políticos. Aquí en Venezuela son más cínicos e invierten las palabras, pues al referirse a los presos políticos dicen que no son presos políticos, sino políticos presos. 
Para discutir sobre este tema es indispensable recurrir a la doctrina y ver cuál es el significado de la expresión “preso político”. Se dice que “es cualquier persona física a la que se mantenga en la cárcel o detenida de otra forma, por ejemplo bajo arresto, porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el sistema político establecido, sea este de la naturaleza que sea”. Desde luego para entender este concepto es necesario conocer el fundamento de la detención y los supuestos delitos por los cuales se persigue o se encarcela. Pero no solamente conocer el supuesto delito sino también hay que estudiar e identificar los pormenores del juicio. 
Empezando por el juez que conoció la causa y todas los demás elementos que conforman el debido proceso. Derecho a la defensa, presunción de inocencia, beneficios procesales y una garantía constitucional muy importante en el sistema penitenciario y que ha venido siendo soslayada, la cual está contemplada en el artículo 272 de la Carta Magna, la cual establece que “las fórmulas de cumplimiento de pena no privativas de libertad se aplicarán con preferencia a las medidas de naturaleza reclusoria”. Solo para citar un caso que corrobora lo que escribo, lo tenemos con Enzo Scarano. Díganme ustedes si es o no un preso político. Que me expliquen con argumentos jurídicos cuál es la razón para mantenerlo tras las rejas y bien lejos de su residencia. No hay explicación lógica posible. 
La MUD y el futuro
La semana pasada recibimos la buena noticia (con sinceridad lo digo, me contentó) de que la MUD había nombrado como nuevo secretario general a Jesús “Chúo” Torrealba, quien refrescará la imagen que en los últimos meses tuvo la Mesa de la Unidad Democrática. Quiero que se entienda: Ramón Guillermo Aveledo lo hizo muy bien. Pero es sano que en toda organización periódicamente se deban refrescar imágenes. 
Para el amigo “Chúo” es un gran reto. Esperemos que salga bien parado después del cataclismo que indefectiblemente provocarán las elecciones parlamentarias. Las ambiciones de los partidos políticos y demás representantes de la sociedad civil, pronto se harán sentir. En todos los estados del país hay evidencias de división en la oposición. Por cierto, es común escuchar hablar de unidad (de hecho la MUD conlleva esa palabra) en momentos de la proximidad electoral, pero no se distingue si la unidad es en torno a las personas o al propósito de conquistar la democracia. Ojo con esta distinción, porque suele chantajearse al pueblo con la palabra unidad para favorecer parcelas políticas. 
¿Habrá diálogo?
He manifestado muchas veces mi posición con respecto al diálogo, y siempre he concluido que con ese fulano diálogo lo que se busca es oxigenar al régimen, y también “acomodar” a algunos disfraces de opositores. Sin embargo, hay quienes de buena fe lo promueven y por lo tanto no debemos satanizarlos. 
Espero que la MUD no vuelva a cometer la torpeza de sentarse a la misma mesa para conversar con el régimen sin que antes el país no obtenga del mismo demostraciones inequívocas de respeto a la Constitución. Y esto comienza con vaciar las cárceles de los presos políticos y el sobreseimiento de las causas de todos los perseguidos por las mismas razones. 
Reconocer los pecados
Iré un poco más allá. Es necesario que haya sinceridad, al menos de forma aparente, por parte del régimen, en querer evitar un desenlace no deseado. Me refiero a un estallido social, que sin temor a equivocarme, lo tenemos más cerca de lo que podamos imaginar. Las causas de ese estallido están a la vista de todos: inseguridad, escasez, inflación, desempleo, malos servicios, corrupción descarada, y muchísimas más que golpean a la vista y a los sentimientos de quienes otrora daban la vida por el “comandante supremo”. Con preocupación lo digo: la situación en Venezuela está color de hormiga. Aquí nadie se salvará de cualquier convulsión social. Pues bien, quien tiene en sus manos garantizar la paz y evitar lo que ni tirios ni troyanos quieren, es el Gobierno, más nadie. Los gobernantes deben entender que el pueblo no puede estar sometido a fuerza de mentiras y que será imposible perseguir y encarcelar a todos los dirigentes opositores. La disidencia se multiplica cada día. El miedo surte efectos o tranquiliza a la oposición temporalmente, pero jamás de manera definitiva. Confieso que no creo que el régimen desee el mal para los ciudadanos en general, aunque sí estoy convencido de que erróneamente se imagina que ocasionándole daño a individualidades de manera selectiva logrará su permanencia en el poder o el bienestar colectivo. Falso: eso fomenta que se despierten pasiones y emerjan nuevos liderazgos en defensa de los derechos humanos. 
Les decía que es el Alto Gobierno el que puede detener lo que sería inevitable si todo continúa igual. No hablo de adelantar las elecciones parlamentarias, en lo cual cada vez se insiste más. Hablo de algo mucho más serio: el Gobierno debe reconocer que no hay separación de poderes, pero que asumirá el compromiso de facilitar se retome el sendero democrático, y en consecuencia, en ese diálogo se deben incorporar el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía General de la República y el Alto Mando Militar. Lo repito: solo así el diálogo traerá buenos resultados, se oxigenaría todo el mundo e inclusive la economía. 
No creo que alguien pueda estar interesado en “tumbar” al Gobierno para caer al vacío. Y si existe esa idea, la misma solo podría partir de sectores que estén muy bien con la Fuerza Armada, o sea, de nadie de la oposición. 
Mientras el régimen siga empeñado en negar su talante antidemocrático es imposible solucionar la crisis. 
La Universidad y la crisis nacional

Esto lo escribo como manifestación sincera de lo que siento. Expreso mi deber ciudadano. No abrigo ninguna otra intención que no sea la de convivir en sana paz, en democracia, donde exista justicia y en libertad. Lo digo como ciudadano, pero hay algo más que me obliga a alertar de esta terrible situación, y es mi condición de profesor de Derecho e integrante de una institución centenaria como lo es la Universidad de Carabobo. A la universidad corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales. Para mí es un deber ineludible hacer estas consideraciones. 
Sobre Venezuela hay una oscura nube que puede desencadenar en peligrosas tempestades. En nosotros está amainar ese peligro. 
Las universidades en la Venezuela de todos los tiempos han sido pieza clave para el desarrollo de la nación. Pero hoy, tienen la obligación de comportarse con arrojo, sin miedo, y de hablar de cara al país. Esto no quiere decir que se sacrifique la institucionalidad. Lo que quiero significar es que debemos comportarnos como aquellos ciudadanos de quienes la república espera mucho más. Y si acaso nos invade el temor, les ruego saberlo vencer. Porque la libertad, la paz, la justicia y la democracia priman sobre nuestra propia libertad. 
La universidad venezolana también debe llamar al diálogo e integrar las mesas de negociaciones. Por qué no. Pero bajo las condiciones aquí expuestas. O sea, que el Gobierno asuma el compromiso de facilitar enrumbar la nación por el sendero democrático.
Pablo Aure
pabloaure@gmail.com
@pabloaure

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FERNANDO LUIS EGAÑA, ¡NEW YORK, NEW YORK!

Más que ironía es franca hipocresía, el ir a Nueva York a hablar de socialismo, de igualdad, de lucha contra la pobreza, de ecología y de revolución social –los temas favoritos de Maduro–, y al mismo tiempo gastar fortunas en una numerosa comitiva, en hoteles de lujo, en onerosa publicidad, y en la buena y cara vida de la Gran Manzana.

Según los datos proporcionados por el diputado Carlos Berrizbeitia, conocedor a fondo de los manejos dinerarios de la hegemonía –es decir de lo que está presupuestado y de lo que no, la comitiva de Maduro fue de 175 personas, lo que de por sí es un derroche delirante, aún en el caso de que sus gastos fueran ejemplo de austeridad, lo que desde luego no ocurrió, de acuerdo a la relación detallada de hospedajes y viáticos, también presentada por el diputado Berrizbeitia.

Y nada de eso es de extrañar. Estos jerarcas rojos tienen un discurso que muy poco o nada tiene que ver con su modo de proceder. Y no sólo dentro de Venezuela, sino sobre todo cuando viajan al exterior. Y mientras se siguen dando la gran vida, y no precisamente con los ahorros del trabajo honrado, el país que depredan se hace cada vez más incapaz de enfrentar sus graves y crecientes problemas.

Muchos venezolanos, especialmente entre los jóvenes, pensarán que tales dispendios públicos siempre han sido así. Pero no siempre… Hace 20 años, en 1994, me correspondió formar parte de la comitiva oficial del presidente Rafael Caldera a su viaje a Nueva York a fin de participar en la Asamblea General de la ONU. El presidente y la señora Caldera se hospedaron en la residencia del embajador venezolano, para entonces el Dr. Enrique Tejera París.

La referida comitiva no pasaría de 20 ó 25 personas, incluyendo personal de prensa, seguridad y diplomacia. Una visita breve, de intensa actividad política y de promoción del país, y sin gastos superfluos de ningún tipo. Muy distinto el caso a como se transmutarían las cosas en el siglo XXI. Porque los excesos grotescos de los viajes oficialistas, dejaron de ser excepción para convertirse en regla, durante la llamada “revolución”.

Lo que más transgrede al conjunto de la nación, no son los millones de dólares que se perdieron en la dispendiosa estadía neoyorquina de Maduro y los suyos. Es la franca hipocresía que pretende encubrir el medraje y el boato con una retórica de socialismo. Venezuela en el piso y sus destructores proclamando que quieren salvar en planeta desde las alturas de New York, New York…

Fernando Luis Egaña
flegana@gmail.com

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ALFREDO MICHELENA, MADURO: UN MAMBO EN NUEVA YORK.

Maduro viajó a Nueva York, NN.UU., para hablar sobre el cambio climático y, para variar, culpó al imperio y al capitalismo de los males del planeta. Pero olvidó decir que sus aliados, la “comunista” China y Rusia, e incluso la India, están también entre los cinco países que más generan  polución en el mundo. 

Por otro lado, es incongruente que Maduro llegue ha hablar de ambiente cuando acaba de eliminar el Ministerio del Ambiente, el primero creado en la región. Además de que somos un país petrolero, con lo contaminante que es petróleo. Según Greenpace PDVSA está entre las 10 empresas petroleras que más contaminan en el mundo. Si Maduro y su régimen fueran consistentes tendrían que hacer como los Rockefeller, que acaban de anunciar que dejarán de invertir en petróleo y lo harán en energía limpia.

A su pregunta: "¿Alguien puede creer (...) que las corporaciones trasnacionales pueden convertirse de un día para otro en protagonistas de la salvación del planeta?", ya hay respuesta.  En 2011 se creó la "Global Divest-Invest" coalición que ahora cuenta con 650 personalidades y unas 200 empresas,  y que se propone dejar de invertir en energía proveniente del petróleo en cinco años. A ella se unieron los Rockefeller. Estamos hablando de $60.000 millones en activos.

Maduro, como Chávez, fue al Bronx donde bailó mambo y se reunió con los grupos vinculados al regalo de combustible para calefacción a hogares pobres. Allí criticó a Obama, pero olvidó decir que el Alcalde de Nueva York emprenderá un plan de reducción de emisiones de gases, que alcanzará un 80% para 2050, para proteger el medio ambiente y ahorrar energía.

También olvidó que Obama en su discurso había asumido la responsabilidad de EE.UU. en el calentamiento global,  que prometió  tomar más medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono en su país y que junto a China acordaron liderar el proceso de lucha contra el cambio climático.

Pero lo que más quiere olvidar Maduro es que mientras bailaba mambo, Obama dejaba claro que Leopoldo López es un preso político, que junto a otros presos políticos emblemáticos en el mundo, merecía estar libre y debía ser liberado. Y que recalcó que ellos “nos recuerdan por qué la sociedad civil es esencial para empujar la rueda de la libertad”.

Finalmente, Maduro que se siente grande, pues se sentará seguramente en el Consejo de Seguridad- “gracias” a Latinoamérica y el Caribe-, propuso “refundar las NN.UU.”. ¡Cuidado! De esas “refundaciones” conocemos bien los de por aquí.

Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena

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DOUGLAS JÁTEM VILLA, LIDERAZGO Y FORMACIÓN CIUDADANA

Se ha dicho que los venezolanos necesitamos un fuerte proceso de educación y formación ciudadana que nos capacite para corregir y superar la gravísima calamidad que hemos estado sufriendo, y si bien alguien puede disputar esa afirmación, se puede decir que la casi totalidad de venezolanos sensatos la comparte.

Más aún, en caso de que fuera necesario argumentarla y demostrarla, bastaría referir lo que los venezolanos estamos viviendo en materia  de corrupción y enriquecimiento inmoral e impune, de salud pública, de escasez, de inseguridad, de ausencia de poderes públicos independientes y tantos otros males que no se detallan para no polemizar excesivamente el planteamiento.
Quizás sea ilustrativo del ciudadano no bueno, nuestro patrón de comportamiento en el tránsito urbano.  Cualquiera puede decir que esos males no los causan los venezolanos que supuestamente están bien formados, sino los malos ciudadanos, los enriquecidos en forma inmoral y los otros, y también el mal gobierno.
Pero esa persona debe examinar cuánta razón tuvieron Gandhi y Luther King, entre otros, cuando  lamentaron, más que las cosas malas que hace la gente mala, las cosas buenas que no hace la gente buena, y verá que, aunque sea por omisión, la responsabilidad tiene que generalizarse en mayor y menor grado, y que todos los venezolanos “buenos” tienen que asumirla.
En todo caso, se trata de algo necesario en cualquier sociedad de seres humanos que obviamente, al lado de sus virtudes, registra mayores y menores deficiencias morales, y se trata de algo que, aunque parezca paradójico, es procurado en mayor medida en las sociedades cuyo nivel de ciudadanía es mayor.
Es algo tautológico, mientras más eres mejor ciudadano, más quieres seguir siéndolo. Se considera que más allá de la calificación positiva que como venezolanos nos queramos asignar, con base en las buenas realizaciones que hemos atesorado a lo largo de nuestra historia, debemos, precisamente como “gente buena y responsable”, reconocer e incorporar nuestra limitación actual para acometer la más noble causa, la salvación de Venezuela. Es obvio que no se plantea nada novedoso porque se trata de una realidad que hemos vivido durante ya demasiados años, y la cual se ha exigido corregir muchas veces. Entonces, qué motiva esta enésima repetición?.
Varias razones, las cuales se pueden enmarcar en eso que se dice como un cuento, “viene el ladrón, viene el ladrón,..llegó el ladrón”. En este caso el cuento es, “ se derrumba Venezuela, se derrumba Venezuela,,,,”, y aseguremosnos de que termina así y de que Venezuela no se derrumba.
Aunque difícil, se cree posible que los venezolanos nos lleguemos a concienciar acerca de la imperiosa necesidad de la rectificación ciudadana, pero sigue lo más difícil, la realización de ese proceso vital.
Alguien, con la mejor intención, pensará que este no es el momento para acometer eso porque ahora lo necesario es lograr que cambie el gobierno y el país se enrumbe. Pero si se analiza el cambio de gobierno, puede ser que se vea que, apartando cambios internos que haga el chavecismo y que retarden el desenlace, ese cambio no se puede lograr sin la rectificación ciudadana, que ésta es el camino para la recuperación nacional.
Puede ser que se vea que sin ésta el país está cada día más cerca del abismo, que el gobierno es cada día más, el peor del mundo, pero quienes lo adversamos no logramos incrementar la posibilidad de derrotarlo. La realización del proceso vital es lo más difícil, en gran medida, porque una de las consecuencias más graves del deterioro del país consiste en la destrucción del liderazgo nacional, especialmente la conducción política.
Se tiene la convicción de que los partidos políticos son esenciales para la vida democrática, pero también se sabe que las deficiencias y desviaciones de los partidos fueron una de las causas de la ausencia de democracia que hemos estado sufriendo.
Es tautológico que los partidos tienen que rectificar, lo cual no se limita a que sean parte de la MUD, sino que se sinceren y se disculpen con el país, y se democraticen de verdad en forma integral, recuperen su comunicación con la gente, especialmente con quienes sean militantes, y cambien la procura del poder en sentido de que dejen de buscarlo para ejercerlo principalmente en forma cerrada en su ámbito interno, y lo hagan con el verdadero objetivo de reducir las atribuciones del Estado y de aumentar el poder verdaderamente democrático de la sociedad.
Se celebra la designación de Jesús Torrealba en la MUD, forzada y reducida en competencias, y se le desea  suerte en lo referente al comportamiento de los partidos, y se espera que él pueda seguir contribuyendo a la buena ciudadanía como lo ha hecho desde hace tiempo.
Todavía se conserva cierta esperanza en iniciativas como el Congreso Ciudadano. Pero la tarea es mucho más exigente y dramática por lo que ya se señaló, la falta de liderazgo.
Quién goza de credibilidad y confianza de parte del pueblo venezolano como para motivarlo a despertar y reaccionar?. En este momento, al igual que con relación a la también dramática situación de toda la humanidad, solo se alcanza a pensar en el ámbito de ONG´s muy responsablemente luchando por una buena educación, y en la religión, ámbito de seres humanos que tratan con principios y valores religiosos que son morales, como responsabilidad, tolerancia, solidaridad, honestidad, perseverancia y otros.
Pero, aún así, cabe preguntar cómo la Iglesia Católica, por ejemplo, aplica los valores libertad y justicia, y en consecuencia, si el supuesto diálogo para el cual se ofrece el Nuncio  tiene que ser incondicional?. 
Douglas Jatem Villa
djatem@gmail.com
@djatemv

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FERNANDO OCHOA ANTICH, DESTRUIR EL PROFESIONALISMO MILITAR

Uno de los objetivos estratégicos establecido por Hugo Chávez, al llegar al poder, fue crear un sistema político que le permitiera su permanencia en el poder por un tiempo indefinido. 

Su primer paso fue convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, con la finalidad de aprobar una nueva constitución que dejara sin efecto el principio de la alternancia republicana, vigente en la constitución de 1961, al autorizar la reelección inmediata y por una sola vez del presidente de la República. No satisfecho con esto, se dedicó a planificar un conjunto de acciones  que le permitieran el control de los poderes fácticos venezolanos: la Fuerza Armada Nacional y Petróleos de Venezuela. En los dos casos, se dedicó a destruir los valores fundamentales del profesionalismo militar y petrolero, convencido de que esos principios eran un permanente límite a su ambición de poder.

La nueva constitución de 1999 no produjo relevantes transformaciones en la orientación filosófica de la Fuerza Armada, manteniendo su orientación democrática y profesional.   El artículo 328 estableció que “la Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional…En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, La Aviación y la Guardia Nacional”…
Estas regulaciones constitucionales sobre la Fuerza Armada no satisficieron a Hugo Chávez, quien tuvo que aceptarlas por las difíciles circunstancias políticas que enfrentaba ante el progresivo deterioro de su popularidad, en medio de un grave enfrentamiento con los cuadros militares y la dirigencia petrolera, que condujo a la crisis política y militar  del 11 de Abril. Al  regresar al poder, temeroso de la experiencia vivida fortaleció en los mandos a los oficiales comprometidos en la insurrección militar del 4 de Febrero, y permitió la presencia en Venezuela de la inteligencia cubana. Aún preocupado, decidió después de los triunfos electorales del 2004, 2005 y 2006, modificar progresivamente las leyes militares, establecer una doctrina de defensa popular a través de la Guerra Asimétrica, crear la Milicia Bolivariana, y profundizar la ideologización de los cuadros militares.
Hugo Chávez, decidido a destruir el profesionalismo militar, aprobó casi de manera continua tres leyes orgánicas: la de los años 2005, 2008 y 2010. La ley orgánica del año 2005 tuvo un aspecto positivo al eliminar las funciones de mando del ministerio de la Defensa, pero al centralizar la conducción de la Fuerza Armada en el presidente de la República y crear inconstitucionalmente el Comando General de la Milicia comprometió la autonomía de las tradicionales Fuerzas y su capacidad de mando sobre las unidades operativas. No satisfecho con esta reforma  aprobó la ley orgánica del año 2008. Esta ley mantuvo la tendencia centralizadora de la concepción militar chavista, fortaleció a la Milicia Bolivariana como respuesta a su objetivo de consolidar el régimen mediante  una vanguardia revolucionaria y transformó a los suboficiales profesionales de carrera en oficiales técnicos sin considerar los grados militares y la antigüedad.
De manera sorprendente, aprobó en el año 2010 una nueva ley orgánica, que tuvo por finalidad concederle al presidente de la República el grado militar de comandante en jefe y mando efectivo sobre las unidades operativas;  crear al oficial de milicias, con posibilidad de optar a cualquier grado, permitiendo que ciudadanos sin formación militar pudieran formar parte de sus cuadros; y permitir a los suboficiales de tropa ascender a oficiales efectivos. Estas reformas legales  tenían un solo objetivo: destruir los tradicionales valores militares y permitir ideologizar a la Fuerza Armada Nacional. 
¿Logró Hugo Chávez estos objetivos? Realmente no lo creo. Es verdad que las declaraciones de algunos jefes militares señalando su adhesión a la Revolución Bolivariana pueden generar importantes dudas en los venezolanos, pero hay que considerar que estas medidas, al debilitar la obediencia, la disciplina y la subordinación, deben generar un profundo descontento militar… La historia dirá la última palabra…
Fernando Ochoa Antich
fochoaantich@gmail.com
@FOchoaAntich

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RONNY PADRÓN, DEMOCRACIA CRISTIANA HOY

Unidad en torno a valores vs dictadura. Ese y no otro ha sido el planteamiento base que dio lugar a todas las organizaciones multipartidistas demócratas surgidas en Venezuela a partir de la ¨Masacre del Silencio¨ el 11 de abril de 2002.

Idea de indiscutible lógica y exitosa experiencia tanto acá en nuestro país con la Junta Patriótica de 1957 contraria al dictador Pérez Jiménez, como en América Latina donde destaca la ¨Concertación de Partidos por la Democracia —conocida también como Concertación- en Chile, disidente al dictador Augusto Pinochet.
Sin embargo en Venezuela, salvo en el lapso que va de 2002-2003 una tendencia colaboracionista ha logrado imponer un criterio por demás absurdo según el cual este régimen político iniciado aquel 11 de abril no debe considerarse una dictadura y por ende el discurso y el accionar del movimiento demócrata organizado debe desarrollarse en consecuencia, es decir aceptar las reglas de juego político fijadas por el poder constituido, con los resultados ya conocidos.
Resulta obvio que, una vez padecidas verdaderas tragedias como: La precitada ¨Masacre del Silencio¨, los eventos electorales siempre fraudulentos promovidos desde entonces por el régimen cuando está en juego el poder (Presidenciales y Asamblea Nacional), el total secuestro del Estado por parte del socialismo gobernante, la reciente represión criminal en contra de la protesta pública, pacífica y no armada promovida por el movimiento denominado ¨La Salida¨, con su saldo de fallecidos, heridos, prisioneros y exiliados, aunado al caos reinante donde los venezolanos sentimos la muerte a diario sea por hambre, enfermedad o a manos del hampa, realidad certificada conforme a estándares socio-políticos internacionales, el que aún entonces tenga preeminencia la referida tendencia colaboracionista en el seno de la coalición demócrata organizada evidencia a las claras, la necesidad de constituir la unidad democrática pero en torno a valores.
Llegamos a esta conclusión después de analizar el escenario político actual que impone a los demócratas venezolanos la inmediata reacción ante el fortalecimiento opresivo de un régimen que se sabe huérfano de apoyo popular, y que tiene precisamente en su postulado socialista la pauta para doblegar a los pueblos a través del hambre, la enfermedad y el miedo.
Por todo ello, nos unimos al llamado de tantos venezolanos en pro de la concreción de un gran frente por la recuperación de la democracia dirigido por quienes han demostrado de palabra y obra su compromiso pleno con la liberación nacional, siempre conforme a la Carta Magna. Entendemos que el Congreso Ciudadano convocado para el venidero 4 de octubre será el escenario que de inicio a esa nueva estructura política que enfrente con éxito a un régimen socialista que no cesará en su empeño de esclavizar a Venezuela. ORA y LABORA.
Ronny Padron
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci

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PEDRO LUIS ECHEVERRIA, LAS MENTIRAS DEL GOBIERNO

Para quien navega sin rumbo, ningún viento le es favorable. Séneca                                                                                             
La alto mando gubernamental espurio, falaz e ineficiente que ha tomado por asalto el poder en nuestro país, adoptó a la “chita callando”, la más y peor perversa medida contra el poder adquisitivo del ingreso de los venezolanos al devaluar la moneda nacional con el único objetivo de tratar de paliar el fuerte déficit que acusan las cuentas fiscales y obtener recursos financieros adicionales para utilizarlos descarada y alevosamente en la campaña electoral que se avecina. 
Esta acción del gobierno, aislada y carente de la necesaria racionalidad económica para adoptar simultáneamente otras medidas destinadas a morigerar y compensar las negativas consecuencias de una devaluación que afecta a todos los venezolanos por igual, es, por decir lo menos, criminal. Hay que recalcar que las  correcciones  que demandan los desequilibrios macroeconómicos son causadas, precisamente, por la  intrínseca incapacidad administrativa gubernamental, por el irresponsable malbaratamiento de los ingentes recursos recibidos por el país  y por las malas y equivocadas políticas que ha venido aplicando desde hace quince años. 
Esa decisión adoptada por el gobierno de forma soterrada y sin mayores consultas a los conocedores de esos temas, tendrá como únicos resultados: mantener la sobrevaluación del bolívar, afectar negativamente la competitividad de las exportaciones no petroleras, las importaciones continuarán su ritmo ascendente, igualmente seguirá la quiebra de empresas con la consiguiente merma de nuestro aparato productivo,  profundizará el establecimiento de más opresivos controles a la ciudadadanía, más inflación, más corrupción, más falta de incentivos para la  inversión, más desempleo y escasez, más vulnerabilidad a una economía altamente dependiente del comportamiento de los precios del petróleo y, por si fuera poco, mantiene abierta la tendencia para  futuras devaluaciones adicionales como ya ha ocurrido, en varias oportunidades, durante los largos años en que ha gobernado. Es decir, en lugar de solventar los serios desajustes  económicos que padecemos, por el contrario, los profundiza  y cierra las posibilidades de recuperación  lo que peligrosamente nos acerca, aun más, a la noción  de un Estado fallido.
La propaganda del régimen a través de las rimbombantes y estólidas declaraciones de sus exégetas tiene como  finalidad  esconder la terrible realidad que los proventos petroleros no alcanzan para mantener el enorme gasto fiscal y que sus desesperados intentos de obtener recursos  externos para financiarlo no obtuvieron resultado alguno. Esa es la secuela de su  incompetencia y la desestabilización a la  que sistemáticamente ha sometido  al aparato productivo nacional y cuyos efectos se expresan en  baja productividad, pérdida de la capacidad competitiva de la industria y el agro, la desaparición física de muchas empresas tanto por su vulnerabilidad operativa, como por  las expropiaciones y, un enorme endeudamiento improductivo y dañino que no ha aportado nada positivo a la calidad del desenvolvimiento económico.
Chávez, es el gran responsable de esta caótica situación. Los actuales segundones usurpadores  continuarán gobernando, ayunos de ideas y “auctóritas” y pletóricos de mentiras y banalidades. Por sus propias carencias no han podido ni podrán  superar la grave crisis de la que son los únicos responsables. 
Salta a la vista que no  están resolviendo los problemas. ¿Podrán seguir engañando al sufrido pueblo o éste finalmente se percatará que el modelo del Socialismo del Siglo XXI es una utopía perdida y que arteramente el gobierno  lo está usando para eternizarse en el poder?
Pedro Luis Echeverria
pedroluis.echeverria33@gmail.com
@PLEcheverria

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GOLFREDO DAVILA, LA FARSA DEL ESTADO COMUNAL

Venezuela retrocedió en materia de participación y autonomía organizativa. Con la llegada del actual régimen resurgió y cobró fuerza el caudillismo y el presidencialismo, que combinados con el abuso y la excesiva concentración de poder en manos de una cúpula corrupta y la imposición de un sinfín de formas organizativas obedientes, causan asfixia en la vida ciudadana.

Ninguna sociedad evoluciona por los antojos de alguien, se trata de esfuerzos sostenidos y sistemáticos que la gente va desarrollando para darse la forma organizativa más útil a sus intereses, no de quienes detentan el poder. Esa es la razón por la que el régimen ha fracasado con todos sus aparatos de control, tal como sucederá con el mal llamado Estado comunal. Se llegó a pensar que las incongruencias semánticas y de conceptos, promovidas desde el poder, eran por ignorancia. Pero no es así, ellos tienen claro lo que quieren, lo imponen así tengan que valerse de la mentira y la manipulación. Se dice esto por cuanto las palabras “Estado comunal” son incongruentes o antagónicas, es como estar con Dios y con el diablo. Históricamente el Estado es una cosa y la comunidad otra. En la Italia fascista, Benito Mussolini corporativizó la sociedad al Estado a la fuerza y fracasó.

La experiencia soviética nos explica cómo lograron pervertir los conceptos, al punto que hoy se usan normalmente los términos “gobiernos comunistas” o “Estados comunistas”, pero conceptualmente, jamás un gobierno o un Estado son comunistas, pudiera ocurrir que los miembros del poder ejecutivo en un país sean comunistas, pero la institución no puede ser catalogada como tal. Explico; el surgimiento del comunismo lleva implícito la extinción del Estado y por consiguiente del gobierno, por ello ningún país ha llegado al comunismo. Carlos Marx y Federico Engels en sus tesis se refirieron a la sociedad comunista, que sí es coherente, como también lo sería organizar el territorio en comunas, pero decir Estado comunal es impropio.

La sociedad creo el Estado para normar sus relaciones, pero el aparato Estatal pasó a dominarla. Una verdadera revolución apuntaría a la extinción del Estado. Veamos algunas opiniones de Marx sobre la Comuna de Paris (1871); la comuna es el primer intento de la revolución proletaria de destruir la máquina del Estado burgués, y la forma política, “descubierta, al fin", que puede y debe sustituir a lo destruido. "...No se trataba de destruir la unidad de la nación, sino por el contrario, de organizarla mediante un régimen comunal. La unidad de la nación debía convertirse en una realidad mediante la destrucción de aquel Poder del Estado que pretendía ser la encarnación de esta unidad, pero quería ser independiente de la nación y estar situado por encima de ella. De hecho, este Poder del Estado no era más que una excrecencia parasitaria en el cuerpo de la nación..."

El actual poder se asienta sobre el Estado democrático burgués, pero pretenden sustituirlo por el Estado comunal. Nada más falso. Preguntémosle a Maduro o a su gabinete, si están dispuestos a renunciar, pues la respuesta sería un no rotundo. Un régimen que actúa contra la organización autónoma de las comunidades, sólo usaría el “Estado comunal” como mampara para imponer un poder monárquico, a través del servilismo comunal. 

Golfredo Davila
golfredodavila@yahoo.es
@golfredodavila

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JESÚS ALEXIS GONZÁLEZ, DEFAULT 2014 O COMO DESVIARSE DE LO IMPORTANTE.

El término default, es utilizado en el campo de la economía internacional para hacer referencia al impago de la deuda soberana o lo que es lo mismo, cuando un Gobierno toma la decisión de no pagar su deuda externa (DE). En teoría, una Nación asume DE en aras de recibir recursos para apuntalar su desarrollo, y ha de asumir en consecuencia una política de ahorro interno para ampliar su capacidad de pago cara a su vencimiento. 

Luego de esta breve referencia conceptual, podemos de inicio expresar una conclusión anticipada: Venezuela en 2014 no muestra signos de vulnerabilidad fiscal que ponga en riesgo la sostenibilidad de su DE, entre otras razones a que dicha deuda con respecto al PIB, observada como la medición del endeudamiento relativo de la actividad económica, está dentro de los rangos normales aunado a que la posición deudora del sector público no supera el 4% del PIB e igualmente su servicio en relación a las exportaciones petroleras es de un 24%. 

En fin, no existiendo obstáculos para pagar la DE 2014, asumimos que abordar el tema del default resulta intrascendente; siendo de mayor relevancia intentar conocer posibles causas de su incongruente crecimiento  a pesar que a Pdvsa le ingresaron unos US$ 1.250.098 millones durante el periodo 1999/2013.

Todos los bonos (bolívar/US$) que conforman la DE (a excepción del Venezuela 2027) fueron emitidos durante el lapso 1999/2014 (DE revolucionaria) y muy puntualmente durante 2005/2011 (con énfasis en 2007), induciendo que en el venidero octubre se han de pagar unos US$ 6.000 millones (capital e intereses); momento cuando se hace visible, entre otros hechos, que la producción petrolera disminuyó en un 29,6% durante 1999/2013 con un marcado estancamiento (falta de inversión) al notar que en 1999 la producción se situó en 3.059.000 barriles/día al tiempo que en 2013 fue de 3.015.000 barriles/día;  a pesar de ello le ingresó a la industria petrolera los ya citados US$ 1.250.098 millones, de los cuales la Nación recibió algo más del 40% (US$ 502.0000millones) siendo que la diferencia fue mayormente recibida por el Gobierno. 

Sobre este aspecto, resulta pertinente resaltar lo referente a la política de cooperación energética asumida por el Ejecutivo para favorecer 22 países, que en el caso específico de Petrocaribe, le ha representado al País un sacrificio superior a los US$ 48.000 millones (cuyo cobro se inicia en 2020), cifra que aumenta hasta más de US$ 54.000 millones al consolidar otros cuatro Convenios, donde Cuba (US$ 21.400 millones), Argentina (US$ 4.600 millones) y Uruguay (US$ 4.200 millones) reciben un 55,7% del total.

En contraposición al seguro cumplimiento del pago en 2014 de la DE, se visualiza una suspensión de pago a nivel nacional por cerca de US$ 40.000 millones (sin ajustes por irregularidades) por concepto de divisas autorizadas y no liquidadas, que obviamente afectará negativamente tanto a la familia (estudios, remesas, viajes, etc) como la solvencia crediticia de nacionales con proveedores extranjeros, dentro de una realidad económica donde más del 75% de lo que se consume es importado; tal situación impulsa a inferir que se magnificará la penetración del Gobierno en el escenario económico, incluida la determinación de las necesidades sociales. 

En ese contexto de capitalismo/socialismo petrolero de Estado, resulta oportuno recalcar la reciente aprobación del Convenio Cambiario Numero 30 (G.O. No 40.504 del 24/09/14), que entre otros aspectos consagra que el BCV recibirá más US$ por parte de Pdvsa, quien a su vez percibirá más bolívares  con efecto favorable hacia Fonden (que a la fecha ha recibido cerca de US$ 110.000 millones) el cual es administrado por la presidencia de la República y que en lo sucesivo recibirá más bolívares (sin que aumente la cantidad de dólares), liberando de tal forma una cantidad de divisas que el Gobierno podrá utilizar, bien para aumentar sus importaciones directas, o bien asignarlo vía Sicad II para combatir el paralelo (lo cual dudamos) propiciando tanto una devaluación implícita al incrementar la oferta de divisas a Bs 50/US$ como una emisión encubierta de dinero inorgánico que en simultáneo generará ingresos fiscales adicionales que con seguridad alimentará en 2015 el gasto público con intenciones electorales.

Al integrar el desenvolvimiento económico con la realidad social, se muestra que el nivel de pobreza alcanzó un 40%, a la luz de cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) donde reflejan que en 2013 los hogares en situación de pobreza aumentaron en un 30%,, mientras que la pobreza extrema creció en un 8,8%; en Íntima vinculación con el comportamiento de la Canasta Alimentaria Normativa (50 alimentos básicos) que según el mismo INE aumentó un 150% desde mayo 2012 a mayo 2014, lo cual equivale a un incremento del 70% en el precios de los alimentos, hasta llevar el gasto mensual familiar (5 personas) desde Bs 1.800 hasta Bs 4.400. Ante tal panorama, concluimos con una cita: Tu mejor maestro es tu último error (Ralph Nader).

Jesús Alexis González
Jagp611@gmail.com      
@jesusalexis2020

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ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR, EL CHAVISMO NO PIERDE, VERDADES DOLOROSAS

El dominio absoluto del Gobierno sobre los medios de comunicación así como el totalitarismo imperante fue fríamente calculado y ha dado sus frutos. Diarios de circulación nacional sólo queda uno. Los regionales sobrevivientes los mantienen estrangulados con amenazas. La escasez de papel periódico, que ha perdurado desde enero de este año,  parece que ya la aceptaron, porque nadie dice nada.

Televisoras nacionales de oposición no existen, todas son chavistas. Las locales que no son oficialistas están equilibradas con programas comunistas o propaganda oficial recalcitrante y engañosa. Las innumerables cadenas por radio y televisión del Maduro son el opio del pueblo. En las zonas no metropolitanas y rurales, todos, absolutamente todos los medios de comunicación son lavados de cerebro aplicados a la idiocia colectiva. Es lo único que oyen y ven.
En esas comunidades alejadas de las grandes ciudades los pobladores solo escuchan cantos de sirenas y ven mucho circo con poco pan. Por un lado, la propaganda inclemente sobre si el capitalismo existe y es malo porque invadió a tal o cual país o participó en una guerra, envenena lentamente el subconsciente del oyente. La convincente divulgación de como la oligarquía, la derecha fascista y los de la cuarta son malos, arruinaron al país y odian a los pobres penetra profundamente. Y por otro lado está, la falsedad institucionalizada de enaltecer las bondades del socialismo con miles de mentiras. Y una mentira dicha mil veces…
El 60 por ciento de la población está embebido en esta propaganda oficial populista que hace que todo sea bonito con un acercamiento cierto a las masas populares, a las que compran con verbenas de pueblo, turismo rural y mucha plata regalada. Las tarjetas de razonamiento de alimento y gasolina por ejemplo, son una maravilla porque no entienden que se trata de mercancía subsidiada.
¿Qué le puede interesar a un campesino, que no haya dólares, viajes al exterior o que exista penuria en su vida si siempre la ha habido? Si queremos un cambio, hay que empezar por convencer a los marginados que el socialismo es malo. Que oiga quien tiene oídos…     
Ernesto Garcia Macgregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor

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LUIS GARCÍA MORA, EL ESTALLIDO, AL LÍMITE

Examinemos la hoja de ruta. La bitácora.

Todo el mundo espera que estalle la bomba. Desde el economista más preclaro hasta el taxista que se descarga con un “No sé en qué parte de la madre tienen que darle a este pueblo para que reaccione”.

Existen coincidencias específicas que obligan a afirmar que todo es cuestión de tiempo.

El país como botín no da más.

El Gobierno trata de evadir la realidad y, al estar contra las cuerdas, intenta ganar tiempo. Tiempo. La mercancía política más codiciada en este momento de transición.

Hasta el gurú y pragmático operador político de este régimen, el inefable José Vicente Rangel, dictamina sobre el trazado del mapa de esta situación de calamidad que “la reacción ante el desabastecimiento, la inflación, la inseguridad, la caída de la producción, el nefasto entramado burocrático que entraba la gestión oficial, repercute en un pueblo consciente de sus derechos y dispuesto a reclamar. Por ahora pacíficamente, pero ¿por cuánto tiempo?”.

Es lo que inquieta en esta Venezuela del cambio y las definiciones.

Mientras tanto, otro operador sagaz, Vladimir Villegas, subraya que no sólo las puertas para el diálogo están abiertas para que se establezcan los espacios de conversación entre el oficialismo y la oposición, sino aún más, que el llamado formulado por el nuevo secretario general de UNASUR, el expresidente colombiano Ernesto Samper, “seguramente obedece a una señal concreta por parte del gobierno del presidente Nicolás Maduro”.

Aunque hasta el (ya de salida) Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, ve muy difícil este diálogo mientras haya líderes opositores presos, se habla de que se pueden abrir las compuertas algo más. Y así sea que por razones de seguridad y de salud fue que soltaron al muy enfermo Iván Simonovis, ante una situación de vida o muerte como ésta para el régimen también es el momento de las grandes definiciones.

El momento de los cambios en esta ecuación política.

La MUD, en sintonía con la actual situación, congestionada en su dirección y en un mal momento, reaparece con la elección de “Chúo” Torrealba en su coordinación ejecutiva. En lugar de un activista político, se decantan por un luchador y comunicador popular en sustitución de Ramón Guillermo Aveledo, o de lo que alguien acertadamente denominaba “un político de salón”. Dan la impresión de que en verdad están dispuestos a acometer un cambio de primer orden, de envergadura.

Veremos.

Y en este sentido hay que apostar, pues “La noticia es (ha dicho Torrealba) que la MUD se va para la calle”. Es decir: que convoca a movilizarse.

Sí.

Entonces, ¿se agotó la vía democrática?

No.

Aunque la amenaza de implosión se hace cada vez más manifiesta, ¿termina esto en una gran manifestación nacional?

Quizás.

¿Aguantan aún más nuestras clases y los sectores aún más desprotegidos esta violenta economía del rebusque vital y la feroz situación de inseguridad? ¿Hay esperanzas?

La casa venezolana, las familias, se asfixia desde afuera. Y se la está llevando a una crisis en que la presión aumenta de tal manera que, a estas alturas, los cambios de referencia y de personajes (sea en el Gobierno o en la MUD) no tienen importancia: lo que importa son los cambios que –en lo inmediato– tales personajes puedan producir.

En los sectores con naturalezas aspiracionales, el ser humano se refugia en su esencia: la esencia republicana. Las organizaciones civiles se han repotenciado durante este proceso. Sindicatos obreros, gremios, Fedecámaras, asociaciones profesionales, todos asumen denuncias y propuestas. El Colegio de Ingenieros. El Colegio de  los Médicos. Todos jugándose en muchos casos el pellejo, la vida, la libertad.

La desconexión es tal que las denuncias desde los partidos políticos vienen sin contenidos. Quienes pusieron al régimen contra las cuerdas fueron los estudiantes y los colegios profesionales. Quienes acabaron con las mentiras fueron y han sido los periodistas independientes.

Este régimen ha impuesto un modelo de vida.

Y la oposición está en proceso de recomposición: la manera como asume el reacomodo Torrealba es completamente distinta a la de Aveledo.

Pero el diagnóstico tiene que terminar en un tono de esperanza.

El Gobierno con todos sus recursos no ha podido dominar a la sociedad. El plan de comprarse todos los medios no les ha servido de nada, pues han perdido credibilidad. De acuerdo con las encuestas, cada vez más hay un sector del país más grande que no les cree.

Las imágenes de Maduro en el Bronx dan pena, tristeza. ¿Usted cree que ser conocido en el mundo como dictador –para un hombre salido de los sindicatos, un dirigente obrero– no le afecta?

Con el país en medio de una situación de calamidad sanitaria y humana como la nuestra, tan cruel y desatendida, lo del ébola es una falta de respeto. Y con toda esa sarta de lugares comunes en el discurso de la ONU, ¿cómo puede Maduro estar lanzando mensajes ambientales al planeta cuando con tanta insalubridad, acaba –de paso– de eliminar el despacho del Ambiente?

Hacerlo cuando el discurso global no está ahí, sino en este apocalipsis de los fundamentalismos, de los desplazados, de los problemas de migración (dos millones de venezolanos se han ido), de la tragedia de los nacionalismos, del nuevo orden financiero para evitar la crisis…

El diálogo, esos puentes suspendidos sobre la actual circunstancia, es un problema de todos. Cierto. Pero es aún mucho más acuciante para el Gobierno. Con esta crisis, y con las tuercas tan apretadas que mantienen al país inmóvil, están gravitando sobre el vacío.

Las formas de convivencia (y hasta de la cultura) siempre se han construido detrás de lo económico. Nunca al revés. Y cuando apagas los motores del comercio y la economía, lo único que sobrevive es la oscuridad absoluta.

Y en Venezuela se apagó la luz.

El 40% (o más) de las empresas del sector industrial está cerrado, más el 12% de las de servicios. El 8% de la población económicamente activa se fue. Como diría alguien, “estamos en un punto definitivo de la vida de la Nación”. No se le puede dar la espalda a las vainas de esa manera. Miren ya por dónde vamos: ¡Una guerra bacteriológica!

El Gobierno sí que tiene un problema de tiempo.

Querían pasar una aplanadora y acabar con esto, pero no pudieron. Se les acabó la gasolina: el legado de Chávez es la miseria.

Armaron una fiesta en un país amante de las fiestas. Y, a través de la petrodiplomacia, esa bacanal se extrapoló a Nicaragua, a Bolivia. Impresionante. Y están todavía celebrando y no quieren salir de la fiesta, mientras afuera amanece y la gente (el resto) intenta sobrevivir.

Todo está cambiando de un momento para otro. El Gobierno alcanzó sus niveles críticos. Lo que viene es desgaste.

Y sí, amigo lector, creo que están a punto de arrancar acontecimientos.​

Luis Garcia Mora
aguilaluis_7@hotmail.com
@LuisGarciaMora

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JESÚS ANTONIO PETIT DA COSTA, UN FRACASO LLAMADO VENEZUELA (II), TEMA DE LA SEMANA

Dos siglos de fracasos militares con pérdida de territorio han culminado con la cesión de la soberanía a Cuba hecha por un militar, lo que obliga a los militares a tomar la iniciativa de liberar al país, primer paso para refundar la República y encaminarla al éxito y la grandeza.

He dicho, y lo repito, que Venezuela es un fracaso total. Ya ni siquiera es independiente. Está sometida a Cuba, una isla hundida en la miseria por la monarquía comunista que la gobierna desde hace cincuenta años. Venezuela es el único país de América dependiente y sirviente de otro, y para mayor vergüenza de uno más pequeño y más pobre, y todo sin disparar un tiro, sin presentar pelea.

Si los militares venezolanos fueran como los japoneses este solo hecho los induciría al suicidio colectivo. A practicarse el “harakiri”, avergonzados por la deshonra, causante de la mayor humillación que los naturales de un país hayan sufrido.

Los japoneses no conciben la deshonra de entregarse sin pelear. Ni se la imaginan. Para ellos la derrota en una guerra, lo que significa haber tenido el valor de pelear, es ya una deshonra inaceptable para un militar,  la cual lo obliga a inmolarse. Pero ya que no son japoneses, la espada al vientre debería ser dirigida pensando, no en el Emperador, sino en el honor nacional legado por los libertadores, cuya memoria ha sido mancillada precisamente en el bicentenario de su gesta. 

Mayor razón habría para esta decisión por haber sido un militar el que cedió la soberanía de Venezuela a Cuba, en un acto de traición a la patria sin antecedente ni comparación en la historia universal. No sólo fue una traición imperdonable, sino la mayor estupidez que un estratega militar haya podido incurrir.

En lugar de comprar políticamente a Cuba, sometiéndola al dominio de Venezuela, a cambio de mantenerla, aplicando criterios de geopolítica en base a los recursos petroleros, hizo exactamente lo contrario a la más elemental estrategia político-militar: entregó a Venezuela espontáneamente a los cubanos poniéndola rendida a sus pies como una odalisca ante el sultán enamorado, para decirlo irónicamente con el verso del poeta Pérez Bonalde en su “Vuelta a la patria”.

Evidentemente tan grande como la traición fue la estupidez. Así en lugar de estar en estos momentos negociando a Cuba ante las grandes potencias en función de los intereses de Venezuela, pasa lo contrario: Cuba negocia a Venezuela como propiedad suya en función de su interés nacional.
Habiendo sido un militar el que cedió la soberanía de Venezuela a Cuba nada ganarían los militares venezolanos, para reivindicarse ante el pueblo y ante la historia, aplicándose la solución japonesa. Ni el “harakiri” colectivo lavaría la deshonra porque el agravio al honor nacional sólo se puede reparar con una acción que lo restablezca. El único modo de los militares reparar el honor nacional sería liberando a Venezuela del dominio de Cuba restableciendo así la soberanía.

Es fácil el acto de reparación: nada más tienen que romper con Cuba, expulsar del territorio nacional a todos los agentes cubanos y cortar el subsidio que se le viene dando a la monarquía comunista que impera en la isla. Sería la acción militar más sencilla de nuestra historia, porque contaría con el apoyo casi unánime de los civiles, pero al mismo tiempo sería la única transcendental en dos siglos de fracasos, ya que implica recuperar la soberanía perdida en mala hora y restablecer el honor nacional. No hacerlo sería trágico, no tanto para el país como para los propios militares.

El sometimiento a Cuba no puede durar mucho tiempo más. No es eterno, porque nada humano es eterno. Entonces serán civiles los que liberen al país del dominio cubano. Si así fuere, qué justificaría en adelante la existencia de la FAN? Cómo quedarían los militares ante el pueblo y ante la historia?

Está claro que contando con los militares la liberación nacional sería más fácil. Sin los militares sería difícil, pero no imposible. Gandhi demostró que sin armas se podía derrotar a un ejército imperial probado en muchas guerras. Con mayor razón a uno que no ha librado ninguna.

Al liberarnos de Cuba los militares pondrían fin a dos siglos de fracasos, dando el primer paso para refundar la República y encaminarla al éxito y la grandeza. Y sería su reivindicacion

Jesus A. Petitt Da Costa
petitdacosta@gmail.com
@petitdacosta

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